Escapada al Vendrell: playa y mundo de Pau Casals

Nada más llegar al Vendrell queremos ir a buscar las raíces del vecino del Vendrell más conocido de todos los tiempos. Encontraréis fácilmente la casa nativa de Pau Casals, está muy cerca de la plaza Nova, en el número 4 de la calle de Santa Anna, y hoy en día tenemos la suerte de poder entrar en ella. Las visitas siempre son comentadas, duran aproximadamente una hora, y la guía trata de destacar la parte más humana del compositor e instrumentista. Por ejemplo, mientras hacemos la visita a la sencilla vivienda sabemos que la madre de Pau Casals tuvo once hijos, pero sólo tres llegaron a adultos, o que la casa que estamos pisando fue alquilada por los padres del músico el día que se casaron. De hecho, el padre de Casals llegó al Vendrell para afinar el órgano que hay en la iglesia, se enamoró de la ciudad y allí se quedó. Pau Casals siempre decía que amaba la música gracias al padre, y la paz gracias a la madre.

No debemos olvidar que nos encontramos en el Penedès, y por tanto seguro que ya habéis visto viñas por el camino. Si os parece, esta mañana iremos a conocer las bodegas Avgvtvs Forvm, donde hacen visitas guiadas y os dejarán probar dos vinos y también cuatro vinagres de reserva, ya que esta bodega dedica buena parte de su producción a este líquido. El nombre de las bodegas proviene del hecho de que parte de sus viñedos se encuentran plantados sobre un tramo de la antigua Vía Augusta. Así que ya lo sabéis: viñedos arraigados en la historia y en la DO Penedès.

Después de comer puede ser una buena hora para ir en dirección a la playa y llegarnos al núcleo de Sant Salvador, donde, junto a las olas, está la Villa Casals. Aquí el maestro encontró un remanso de paz y tranquilidad volviendo de sus giras mundiales, y fue su casa de veraneo entre 1910 y 1939. Reabierta como museo en junio de 2001 después de una intensa reforma, en la casa conocemos, a través de la música, de audiovisuales, de objetos y de documentos originales, la trayectoria artística y vital del violonchelista. Cuando os acerquéis por estas tierras, consultad la agenda de la Villa Casals, con un montón de conciertos, conferencias y visitas nocturnas.

Ya fuera del recinto, la playa nos reclama un poco de atención también cuando no es época de baño. Pasead tranquilamente escuchando las olas, y buscad un poco, si así lo deseáis, el verano que aún queda lejos.

Llega el día de partir, pero antes de volver a casa, y sobre todo si vais con niños, os recomendamos acercaros al Pla de Mar, donde se encuentra el centro La Bassa, un refugio que acoge animales rescatados o abandonados, algunos de los cuales ya vivirán aquí para siempre, mientras que otros esperan encontrar pronto un nuevo hogar. La asociación que gestiona La Bassa explica que estos animales nunca son vendidos, cambiados, usados ​​ni para su consumo ni explotación, ni tampoco para experimentos científicos. En las instalaciones veréis conejos, caballos, perros, tortugas, gallinas, cisnes... y podréis hacer una visita con guía para conocer mejor el funcionamiento de La Bassa y también algunos aspectos del mundo animal.