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Escapada de otoño-invierno al Bages: adentrándonos en Cardona y en Súria

48 horas para descubrir a fondo dos poblaciones llenas de atractivos naturales y patrimoniales

Escrito por
Xavier Amat
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El Bages es una comarca muy extensa y con multitud de lugares interesantes. La salida que ahora presentamos, sin embargo, quiere centrarse en sólo dos de sus poblaciones: Cardona y Súria. Y es que entre ambas tenemos atractivos suficientes para no parar a lo largo de 48 horas, y seguro que todavía nos quedarán cosas para ver.

Tarde día 1: la Montaña de Sal
© Oscar Rodbag

Tarde día 1: la Montaña de Sal

Vamos primero hacia Cardona, población de gran peso histórico y con su imponente castillo presidiendo la región. El castillo, sin embargo, ya lo visitaremos mañana. Hoy vamos hacia otro lugar también visible desde muchos lugares, y que a lo largo de casi todo el siglo XX fue la principal fuente de trabajo de la población. Nos referimos a la Montaña de Sal, espacio hoy bautizado como Parque Cultural de la Montaña de Sal, y que desde 1929 hasta 1990 fue la explotación Mina Nieves, una de las minas de sal potásica más importantes del mundo. El blanco se extiende por todas partes en este lugar que tiene un punto mágico, y donde, a través de una visita guiada –también existe la opción de escogerla teatralitzada– nos explicarán la excepcionalidad geológica del yacimiento y la importancia que la sal ha tenido para la Humanidad a lo largo de los siglos. Una visita que no dejará indiferentes ni a grandes ni a pequeños, teniendo en cuenta que, equipados con un casco minero, recorreremos medio kilómetro de galerías, con estalactitas y estalagmitas de formas imposibles que pacientemente llevan siglos formándose gota a gota esperando nuestra llegada.

Mañana día 2: castillo con historia

Mañana día 2: castillo con historia

De la belleza que puede llegar a crear la naturaleza pasamos a la belleza que puede llegar a levantar el ser humano. Nada lejos de la Montaña de Sal tenemos, sobre una cima, el castillo de Cardona, con una parte importante dedicada a parador de turismo, pero con muchos otros espacios que se pueden visitar libremente, como el patio ducal, el claustro o la redondeada torre de la Minyona, desde la que las panorámicas son simplemente brutales. Os recomendamos que para conocer los interiores del castillo y de la adjunta Colegiata de Sant Vicenç os apuntéis a alguna visita guiada. Hay varias opciones, pero elijáis la que elijáis es muy probable que os expliquen que Cardona fue la última población catalana en caer en manos de las tropas borbónicas en 1714, siete días más tarde que Barcelona. Veréis un conjunto con una indudable importancia histórica, estratégica y patrimonial (la Colegiata de Sant Vicenç está considerada una obra capital del primer románico catalán), y también religiosa, ya que aquí murió San Ramón Nonato en 1240.

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Tarde día 2: un centro declarado Bien Cultural
© Oscar Rodbag / Fundació Cardona Històrica

Tarde día 2: un centro declarado Bien Cultural

Esta tarde todavía nos quedaremos en Cardona. Y es que todo lo que hemos visto hasta ahora está en las afueras de la población, pero la yema del huevo, el centro histórico de Cardona, merece, y mucho, una larga visita. No en vano, estas calles y plazas de trazo medieval están declaradas Bien Cultural de Interés Nacional.
Recomendamos dirigirse al Centro Cardona Medieval, en la plaza de la Fira, y apuntaros a una visita con guía. Si preferís dar el paseo por vuestra cuenta, os proponemos tomar la calle de la Fira, que desemboca en la plaza y en la capilla de Santa Eulalia, con bonitos portales góticos. Allí mismo, bajo unos soportales, está el Museo de la Sal Josep Arnau, que muestra la obra realizada con este mineral de este artesano de Cardona. A continuación saldremos a la avenida del Rastrillo, justo en frente de la Oficina de Turismo y de cara al castillo, pero nos volvemos a adentrar en el centro histórico a través de la calle Escasany, paralela a la de la Fira. Varios pasajes medio escondidos enlazan ambas calles, mientras algunas casas lucen sus ventanas góticas y placas en las fachadas desde hace medio milenio. Tranquilamente llegamos a la plaza del Mercado, porticada y donde los comerciantes hacían las ventas desde el siglo X, y allí mismo el templo de Sant Miquel, notable iglesia gótica y de una sola nave, y que sustituyó en el siglo XIV al viejo edificio románico.

La calle Mayor, también muy antigua y residencial, la dejamos enseguida a mano derecha para enfilar la calle del Convento y así llegar el Mirador de las Huertas, desde donde tenemos una imagen fantástica del castillo de Cardona, de una parte de los tejados de la ciudad, y de los entornos. Vamos a buscar el parque del Forn de la Munició y desde aquí podemos bajar por la calle Francesc Moragas, y veremos, ya en la calle Mayor, un magnífico palacio gótico hoy ocupado, en su planta baja, por una conocida entidad bancaria. Un poco más abajo, giramos a mano derecha por la calle del Teatro, y llegaremos a la plaza del Valle, llamada así porque aquí el terreno hacía una depresión y se recogían las aguas para llevarlas hasta las salinas.

Acabaremos de conocer las calles medievales de Cardona tomando ahora la calle de Cambres, y enseguida saldremos a la plaza de la Fira, en su parte superior, donde encontramos una segunda puerta de acceso a la iglesia de San Miguel y un bonito monumento dedicado al 11 de Septiembre, obra del escultor Josep Campeny. Acabamos así nuestro trayecto por el corazón de Cardona.
Mañana día 3: el Pueblo Viejo de Súria

Mañana día 3: el Pueblo Viejo de Súria

La última mañana la pasaremos en Súria. Recomendamos dejar el vehículo a pie de carretera (a su paso por Súria, calle Àngel Guimerà), junto al río Cardener, e id subiendo por las calles que os llevarán al Pueblo Viejo. Parece mucha subida pero es rápida y sencilla. Podéis por ejemplo coger la calle de Sant Jaume, y luego la de Sant Sebastià, y enseguida ganaréis altura. Junto a un mirador encontraréis el portal de Garbona. Cruzadlo, y entraréis de lleno en la Súria medieval, con calles empedradas y casas que conservan (y lucen encima de la puerta) el nombre desde hace años y años (Castilla, Julius, Quim, Chicana. ..). Deambulad sin prisas, pasear por las calles Mura, Sant Climent, Major... En esta última está El Casinet, uno de los edificios más destacados y con una parte sobre la antigua muralla. Vuestros pasos os llevarán también hasta la Plaza Mayor, centro del lugar, y donde está el antiguo Ayuntamiento (Cal Quinquer), en el que se alojó, en el transcurso de la primera guerra carlista, el pretendiente Carlos V,  en el año 1837.

Finalmente llegaréis a la iglesia, enganchada al castillo, punto culminante de Súria y origen de todo. La iglesia del Roser conserva algunos elementos románicos, pero se puede ver fácilmente que ha ido sufriendo muchos cambios e incorporaciones a lo largo de los siglos y en algunos casos no hace muchas décadas. En cuanto al castillo, primero fue sólo una torre de vigilancia cuando estas tierras eran fronterizas entre cristianos y musulmanes, y más adelante acogió señores feudales, e incluso, hace un siglo, sus espacios servían de escuela. Hoy podemos entrar a visitarlo y es un buen lugar donde poner el punto y final al paseo por Súria.

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Tarde día 3: el núcleo de Coaner

Esto se acaba... Pero todavía nos quedan energías para descubrir más lugares, y dar un itinerario de naturaleza que nos llevará hasta el pequeño núcleo de Coaner. El recorrido que proponemos es sencillo, no llega a los seis kilómetros de distancia y se puede hacer en poco más de una hora y cuarto. Tenemos que ir a buscar el Sendero de Súria (PR-C 134), y, siguiendo la señalización blanca y amarilla, en el punto kilométrico 2,60 encontraremos la variante de Coaner (PR-C 134-1). Pasaremos por la fuente del Hierro y por el camino disfrutaremos de frondosos bosques de pinos y de magníficas vistas sobre Rasos de Peguera y el Port del Comte.

El punto álgido del recorrido es la llegada a Coaner, en el término municipal de Sant Mateu de Bages. Es un lugar hermoso y con especial interés arquitectónico: el pequeño núcleo conserva la iglesia románica de Sant Julià y el santuario de la Mare de Déu del Coaner, con un retablo barroco. También observaremos una torre redonda que formaba parte de un castillo medieval. Dejando atrás Coaner seguiremos siempre la riera, y pronto enlazaremos de nuevo con el PR-C 134, en el punto kilométrico 3,40, a través del cual podremos ir a Súria y, al menos nosotros, emprender el camino de vuelta a casa.

La Volta del Rector
  • Restaurantes

Con la energía propia de los proyectos que comienzan, el joven –tres añitos– restaurante cardoní ofrece cocina casera de montaña y de mar, con pescado fresco tierra adentro. Roba el nombre a la arcada medieval que conecta el inmueble con la iglesia parroquial de Sant Miquel, joya gótica del obispado de Solsona. Sobre la vuelta, el rector: reposa en su casa. Y, por debajo, peatones que caminan apresurados desde hace más de siete siglos. No sólo platos, sino también, tapas, copas y música –mucha rumba.

Magadins Vell
  • Restaurantes

Carta de temporada y producto de proximidad son dos de los puntos fuertes de este restaurante en la capital del Moianès, con las carnes a la brasa en la primera posición de las solicitudes por parte de los clientes. Codornices, entrecots, conejo, pies de cerdo... de todo para que no os quedéis con hambre y probéis la riqueza de los fogones de la flamante comarca. Regadlo todo con alguno de los vinos de la bodega, muy bien escogidos.

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  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • precio 3 de 4

O, bien abierto, el "oh" que debía exclamar el chef Jordi Llobet al enterarse de que el gastronómico de Món Sant Benet ha recibido la estrella Michelin. O que, según como, lo ha conservado, porque hereda el lugar y el listón de l’Angle de Jordi Cruz. Fijáos en él, sin falta, los golosos que visitéis el monasterio románico, la Fundació Alícia, de la que recibe la maestría, o los huertos, que le proveen materia prima. La guinda del pastel alimentario del complejo pretende que, como su equipo, disfrutéis. Nada más.

Cal Carter Perich
  • Restaurantes

En el bonito pueblo de Mura, Cal Carter Perich sirve comida típica del lugar desde 1964, destacando dos platos "made in Mura": el revoltijo y los garbanzos de Mura gratinados con bacalao y alioli. En este restaurante familiar la oferta cambia según temporada, y si bien siempre es un buen momento para ir recomendamos especialmente que lo hagáis en otoño, con las setas protagonizando muchas de las recetas. La bodega con vinos DO Pla de Bages es otro de los elementos a destacar de Cal Carter.

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Hostal Abat Cisneros
  • Restaurantes

Situado en el edificio del emblemático hotel de la montaña de Montserrat, el comedor tiene sus orígenes en el siglo XVI, del que conserva la bóveda de piedra de cuando en el mismo lugar se guardaban los caballos. Hoy caballos no encontraréis, y sí una excelente comida en un ambiente tranquilo y acogedor, ideal para saborear buenos platos y reposar un rato antes de continuar vuestra jornada en Montserrat.

La Caseta de l'Era
  • Hoteles

¿Habéis dormido alguna vez en un antiguo granero? La Caseta de l'Era lo era, y evidentemente hoy, a fin de acogeros, está muy reformada, pero no deja de tener el aire de su primitiva función, y además la decoración, rústica, ayuda. Tiene tres habitaciones dobles, y no faltan en el exterior los juegos para niños, un huerto, barbacoa, piscina a 50 metros, e incluso animales de granja.

La Cabana
  • Hoteles

Un lugar para descansar, disfrutar del entorno verde, cocer carne a la brasa bajo el porche, calentarse junto a la chimenea... La Cabana es una masía del siglo XVII muy bien restaurada, que dispone de seis habitaciones, cinco baños, tres salas de estar, una cocina bien equipada... En definitiva, una opción seguro acertada tanto si vais con la pareja y sólo deseáis alquilar una habitación, como si queréis estar con un grupo de amigos.

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La Torre Blanca
  • Hoteles

Con 7 habitaciones y capacidad para unas 15 personas, la Torre Blanca puede sorprender por su altura de tres pisos y su color claro, y además está situada en un lugar elevado, lo que la hace aún más visible desde los alrededores. Pasar unos días aquí es todo un lujo, ya que dispone, entre otros servicios, de una piscina con cubierta retráctil, jacuzzi, baño con hidromasaje en todas las habitaciones... y recientemente ha abierto pistas de paddle. Eso sí, la casa sólo se alquila toda entera, o sea que puede ser ideal para ir con los amigos.

Cal Escloper
  • Hoteles

La casa data del siglo XVIII, si bien está reformada completamente y adaptada para ser un alojamiento de turismo rural con todas las comodidades del siglo XXI y con capacidad para 7 personas. Además de piscina, zona para barbacoa, porche o una zona de juegos, queremos destacar el llamado Bosquet, un agradable espacio muy cercano a la casa con bancos y hamacas, así como la tienda con productos de la comarca.

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Cal Sabata
  • Hoteles

A diferencia de otros alojamientos rurales, Cal Sabata no se encuentra aislada sino en medio de un pueblo, L'Estany, lo que también tiene sus ventajas. Es una casa amplia, con capacidad para una docena de personas, y con todos los servicios necesarios para pasar unos días cómodos y agradables. Dispone de un jardín cerrado de 100 metros cuadrados con porche, barbacoa, mesa y bancos.

Kursaal – Espai d’arts escèniques Manresa
  • Música

El coliseo municipal manresano registra una actividad frenética que abarca espectáculos de todas las disciplinas imaginables, formación y un servicio educativo. ¡Ah! y bar-restaurante. Estamos en un edificio novecentista de los años 20 que cerró en los 80 y que resucitó en 2007 como teatro-auditorio. En la sala grande caben más de 800 almas, en la pequeña, polivalente, unas 200. Lo gestiona la asociación El Galliner y atrae a unos 75.000 espectadores cada año.

Casa Museu Rafael Casanova
  • Museos e instituciones
  • Historia

El héroe de la derrota de 1714, el consejero en jefe de Barcelona, ​​Rafael Casanova, nació en 1660 en esta casa de familia rural rica, que ha cambiado muy poco desde entonces. El edificio ya existía en el siglo XVI, pero el clan lo compró y reformó el siguiente; hay que contemplar en él la ventana gótica y las pinturas del XVIII, sobre el ciclo de Ester. Aloja una muestra sobre la época, la villa, la estirpe y el hombre, y, también, el archivo municipal y el museo local moianeses. Pertenece al Museu d’Història de Catalunya.

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Món Sant Benet
  • Museos e instituciones

El complejo cultural y lúdico de la Fundació Catalunya–La Pedrera cerca de Manresa os invita a ir saboreándolo poco a poco, sin atragantaros: el monasterio románico de Sant Benet de Bages, la Fundació Alicia, los huertos ecológicos, el hotel, con los tres restaurantes –uno, con estrella Michelin–, y con espacio para eventos y encuentros... Recapitulando: arte, cocina y naturaleza para todos los públicos y gustos –y bolsillos–, ligados desde 2007 en una salsa aromática. ¿Cómo la probaréis?

GeoParc de la Catalunya Central
  • Museos e instituciones
  • Ciencia y tecnología

Inédito y difícil de explicar. Abstracto y, al mismo tiempo, palpable. Y amplísimo: toda una comarca. Pero ¿qué demonios es un geoparque? Un parque geológico y minero. Un museo al aire libre que incluye casi todos los municipios del Bages más Collbató (Barcelona Norte), con cinco puntos de información y nueve centros: las cuevas del Salitre, las del Toll, Montserrat, Sant Llorenç, La Culla, Súria , el Museu de Geologia Valentí Masachs, Sallent y Cardona. Lo recorren dos rutas: Moià a Cardona y de Moià en Collbató.

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Castillo de Cardona
  • Museos e instituciones
  • Militar y marítimo

Estáis sobre el último palmo de Principado que sucumbió a los Borbones en 1714. Refugio de vizcondes, condes y duques de Cardona durante siete siglos, "reyes sin corona" por el oro blanco –la sal–, es una mole imponente con dos tesoros: la divina colegiata románica de Sant Vicenç y la torre de la Minyona. Se añaden un claustro gótico, los baluartes del XVII... Alberga un parador, museizado hace poco, y constituye, todo él, un monumento del Museo de Historia de Catalunya.

Museu de Montserrat
  • Museos e instituciones
  • Arte y diseño

No cierra jamás de los jamases. Expone la flor y nata del patrimonio de la abadía, reunido desde la devastación napoleónica. Nació en 1963, pero proviene de 1911, con los objetos de la expedición a Oriente Próximo del monje Bonaventura Ubach. Las salas modernistas de Puig i Cadafalch muestran, en dos plantas,  pinturas de los siglos XIX y XX –antigua, y contemporánea–, iconos bizantinos, orfebrería, piezas arqueológicas del mundo bíblico y 'NigraSum', sobre las peripecias de la virgen.

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