Time Out en tu buzón de entrada

Buscar
Caldes de Montbui
Foto: Ferran TraitéCaldes de Montbui

Por el Vallès Oriental, inmersión en Caldes de Montbui

Visitamos las termas romanas mejor conservadas de la Península y una familia de fideeros que se remonta al siglo XVIII

Escrito por
Xavier Amat
Publicidad

Los romanos ya descubrieron las propiedades de las aguas de Caldes de Montbui. Basta con poner la mano - con mucho cuidado – en el surtidor de la Fuente del León y comprobaréis que esta fuente no es como cualquier otra. Nosotros queremos hoy descubrir diferentes e interesantes espacios de este municipio vallesano, y no sólo los relacionados con sus aguas.

CON LA COLABORACIÓN DE BARCELONA ÉS MOLT MÉS Y LA DIPUTACIÓ DE BARCELONA.

Espacio Can Rius

Espacio Can Rius

Después de cerca de un siglo cerrado, a principios de esta década abría al público el antiguo comedor del Balneario Can Rius, transformado en el Espacio Can Rius. El balneario era uno de los prestigiosos de Europa en el siglo XIX, y el reformado Espacio conserva su belleza y calidez. Así que una buena manera de empezar el día en Caldes de Montbui es ir a conocerlo. Además, se encuentra en un enclave privilegiado, en el centro histórico de la población pero tocando al entorno natural del arroyo y el parque de Can Rius. El conjunto de salas que conforman el Espacio acogen actividades diversas, desde conciertos hasta conferencias y actividades educativas.

De buena pasta

De buena pasta

¿Sabías que en Caldes de Montbui hay una familia, la Sanmartí, que elabora pasta desde el 1700? Y además no es una pasta cualquiera: la hacen con sémola de trigo duro y - quizás aquí está el secreto de su sabor - con agua termal de la población. También dejan claro que ninguna de sus pastas contiene huevo ni derivados. Los podéis ir a conocer en el número 40 de la calle Barcelona. Los martes de febrero a abril se realizan visitas guiadas, pero si no vais a Caldes ni en este día de la semana ni en esos meses siempre os podéis acercar allí a comprar alguna de sus múltiples variedades de pasta.

Publicidad
El pasado romano

El pasado romano

Antes de comer, aún nos queda tiempo para pasear por el centro de la villa, hacernos fotos con la Fuente del León, y, sobre todo, conocer las termas romanas, consideradas las mejor conservadas de aquellos siglos de toda la Península. Declaradas bien cultural de interés nacional, es visible una piscina que hace 13,5 X 6,9 metros, con cinco escalones para bajar por los cuatro costados, y la hermosa galería que la rodea. Datan del siglo I aC.

Ahora sí que ya tenemos hambre. Para comer hemos elegido el restaurante Cafè del Centre, situado en el Ateneu El Centre. Podréis elegir entre platos de temporada de la cocina tradicional catalana, con una buena relación calidad-precio. También disponen de alternativas vegetarianas y veganas, así como platos para celíacos o para personas con intolerancias a cualquier alimento.

Un baño en un lavadero
Banys El Safareig Caldes de Monbui

Un baño en un lavadero

Hecha la sobremesa y la digestión, y si hace calorcito, quizás os apetecerá una experiencia que a buen seguro muchos no habéis probado: ¡bañarse en un lavadero! Y no un lavadero cualquiera: se construyó a mediados del siglo XIX y además el agua que os acariciará la piel tiene las propiedades terapéuticas y relajantes del agua mineromedicinal. El lavadero llevaba un par de décadas en desuso - ya se sabe, las lavadoras ... -, y se rehabilitó y convertió en los Banys Termals El Safareig.

Publicidad
Farmacia modernista

Farmacia modernista

Ya que en primavera y en verano los días son largos, aún nos quedará tiempo de hacer otra visita en Caldes de Montbui: el Museo de la Farmacia Codina. El espacio está restaurado dejándolo tal como lo inauguró en 1910 el farmacéutico titular de la época Salvador Codina i Duran. Se realizan visitas guiadas, donde se explica su historia y también los diferentes objetos y utensilios de época expuestos.

¿Se os ha hecho tarde? Un buen lugar donde quedarse a dormir es el Hotel & Spa Villa de Caldes, en el centro histórico de la población. El balneario se fundó en 1680, mientras que en 1992 se reinauguró como hotel y spa después de una reconstrucción total. Por aquí han pasado artistas como Manolo Hugué, Picasso, Miró o Mir.

Recomendado

    Más de escapadas

      También te gustará
      También te gustará
      Publicidad