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8 razones para escaparse a la Región de Murcia (¡sin escalas!)

¿Qué destino ofrece lo mismo que en verano, pero en otoño? Amantes de la cultura, el turismo activo, la enogastronomía o la desconexión estáis de enhorabuena, porque la Región de Murcia puede, y Volotea os llevará en menos de una hora. ¡No os lo perdáis!

Time Out en colaboración con Volotea
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Es conocida sobre todo por tener uno de los climas más privilegiados de todo el Mediterráneo, pero la Región de Murcia ofrece mucho más que turismo de playa. Si sois foodies, disfrutaréis con sus productos de la huerta, que incluyen denominaciones de origen como la pera de Jumilla, el pimentón de Murcia o el arroz de Calasparra, y hasta tres denominaciones de origen distintas de vinos: Yecla, Bullas y Jumilla. ¿Quién da más? Esta riqueza de productos naturales hace que su gastronomía sea una de las más ricas de la península. Pero también vale la pena visitar esta zona por sus espacios naturales, donde se pueden realizar actividades acuáticas, como submarinismo en las aguas cristalinas de la Reserva Marina de Islas Hormigas en el Cabo de Palos, o practicar espeleología en sus conocidísimas cuevas, como la Cueva del Puerto en Calasparra.

También podréis practicar el ‘slow tourism’ con puestas de sol arrebatadoras en las playas de Baño de las Mujeres o Carolina, esta última en la bonita villa pesquera de Águilas. Además, podréis optar por visitar la rica historia y cultura en ciudades milenarias como Cartagena o perderos por sus pueblos únicos que ofrecen mil y una actividades al aire libre, como Blanca o Calasparra. ¿Habéis oído hablar de ellos alguna vez? Pues ahora los podréis descubrir y disfrutar a menos de una hora desde Barcelona, gracias a los vuelos directos de la compañía Volotea, una aerolínea próxima, que apuesta por desplazamientos domésticos a precios irresistibles -a partir de tan solo 19 €. Mejor no nos lo pueden poner. Pero por si acaso, aquí van ocho razones por las que vale la pena descubrir la espectacular Región de Murcia.

1. Por las actividades en el mar

Si lo que os gusta son los deportes náuticos, en La Manga no hace falta esperar a que lleguen los meses de verano para poder practicarlos. Y es que el Mar Menor ofrece aguas tranquilas y cálidas durante prácticamente todo el año, ideales para practicar piragüismo, vela o incluso kitesurf. ¿Os imagináis navegar en kayak o canoa en aguas de dos mares distintos durante la misma travesía? En la Manga del Mar Menor podréis disfrutar de esta aventura, e incluso tendréis la posibilidad de explorar alguna de sus cinco islas: Barón, Redondela, Sujeto, Ciervo y Perdiguera, así como visitar el Parque Natural de las Salinas de San Pedro del Pinatar; o cruzar alguno de los cinco pasos que unen el Mar Menor con el Mediterráneo, a bordo de una piragua.
Las aguas cristalinas de la zona son perfectas para disfrutar del submarinismo. Os proponemos una actividad insuperable: realizar inmersiones guiadas en la Reserva Marina de Islas Hormigas en el Cabo de Palos, en Cartagena. Disfrutaréis mucho de la biodiversidad marina, pero también de la mayor concentración de barcos históricos hundidos de todo el Mediterráneo. La Costa Cálida ofrece cursos e inmersiones guiadas todo el año.

2. Por propuestas activas únicas

Otra actividad única de la región consiste en visitar algunas de sus espectaculares cuevas. Son muchas las que están habilitadas para ser visitadas sin correr riesgos, como la cueva del Arco en Cieza, situada en el paraje del Cañón de Almadenes y formada por un conjunto de cavidades concentradas alrededor de un gran arco de roca natural; el Paraje de la Cueva Negra, a tres kilómetros de Fortuna, en la Sierra del Baño, un conjunto de tres abrigos rocosos de alto interés paisajístico que cuenta con un santuario pagano, o la que os recomendamos especialmente, la Cueva del Puerto en Calasparra, perfecta para ir en familia o con amigos, ya que cuenta con 700 metros habilitados con muy poco desnivel -unos 50 m. La gracia de esta última es que ofrece recorridos de nivel sencillo, bien iluminados y para realizar paseando, así como también, otros más técnicos para aquellos que penséis ser futuros espeleólogos.
Si lo que más os gusta es ir en bicicleta, no hay nada mejor que una ruta en bici a través de la Sierra Espuña. Aquí podrás seguir numerosas rutas BTT mientras conocéis un entorno natural excepcional, así como los pueblos ubicados a lo largo de la Sierra. Y no hace falta que vayáis cargados con vuestras bicicletas, ya que las podréis alquilar allí mismo, o en el Camping de Sierra Espuña, en Alhama de Murcia. También podréis practicar turismo activo, tanto a pie como en bicicleta recorriendo la Vía Verde del Noroeste. Se trata de una ruta de 118 km a lo largo de la cual podréis descubrir la naturaleza de la zona interior, así como también su patrimonio religioso y cultural, y todo ello mientras hacemos algo de ejercicio.

3. Porque conectaréis con la naturaleza

Aquí podréis estar en comunión con la naturaleza. A una hora en coche desde Cartagena, en dirección al Parque Regional de la Sierra de Espuña, se encuentra el Estrecho de la Agualeja, un impresionante cañón de paredes verticales y formas imposibles que podréis atravesar por un camino que os parecerá mágico. Si sois más de costa, a poco más de media hora en coche desde Cartagena, quedaréis asombrados por las fantasmagóricas formas que el viento y la lluvia han ido perfilando en las rocas de la Bahía de Mazarrón, llamadas 'Gredas de Bolnuevo'. Id con la batería del móvil cargada porque no os podéis perder inmortalizar un atardecer en sus playas. Además, si permanecéis atentos al mar, quizás tengáis la suerte de avistar algún delfín o cachalote. Más al sur, a unos 40 minutos en coche desde el puerto de Mazarrón, entre los municipios de Lorca y Águilas, se encuentra el magnífico enclave del Parque Regional Cabo Cope y Puntas de Calnegre, donde encontraréis uno de los secretos mejor guardados de la Región: un gran pedazo de territorio con playas salvajes que inspiran libertad. Desde aquí os aseguramos que no avistaréis ninguna construcción urbana. Buscad estos nombres en vuestro GPS: Playa Baño de las Mujeres o un poco más al Suroeste, la Playa del Siscal. Para llegar hay que atravesar campos de cultivo que a su vez ejercen de fortaleza natural. Desconectaréis del mundanal ruido de la ciudad paseando por la arena, mientras observáis su seductora holografía a base de pequeños guijarros, ramblas de cañizos y acantilados. Podréis seguir el GR92 o perderos por los senderos que usan los pescadores. No olvidéis ir bien provistos de agua porque aquí no encontraréis ningún chiringuito playero.

4. Por sus playas cálidas

El nombre de litoral murciano de Costa Cálida no es para nada gratuito. Las aguas son las más cálidas de todo el Mediterráneo y este hecho hace que sus playas estén concurridas prácticamente todos los meses del año. Pero la gracia está en su variedad ya que encontramos desde fabulosos acantilados a calas donde os querréis quedar hasta el fin de los días, gracias a sus aguas cristalinas y arena blanca. Entre El Mojón, en el Norte hasta Cuatro Calas, en la localidad pesquera de Águilas el abanico es amplio, pero no queremos que os perdáis la Playa de La Carolina, precisamente en Águilas. ¿Y por qué? porque se trata de una de las mejores de toda España, por su estado casi salvaje. De hecho, más que playa estamos hablando de paisaje protegido, el cual, debido a su riqueza en cuanto a biodiversidad, pertenece a la Red Natura 2000. Se trata de una playa de fina y abundante arena, de muy fácil acceso. Así que, ¡no olvidéis el bañador!

5. Porque sus pueblos encandilan

Estas maravillosas tierras cuentan con un sinfín de pueblos singulares. Algunos de ellos con vestigios de la Edad Media que todavía hoy permanecen inmunes al paso del tiempo. Son tantos los ejemplos que vamos a tener que hacer una selección. Veréis que, en algunos casos, además de su visita también podréis realizar toda una serie de actividades, propiciadas por una ubicación privilegiada en entornos de ensueño. Es el caso de Blanca, en el Valle Ricote, a orillas del río Segura. Curiosamente, el pueblo era conocido antiguamente como La Negra debido al color de la roca sobre la que se asienta. Además de disfrutar paseando por sus calles, también podréis realizar todo tipo de actividades al aire libre en los espacios naturales que ofrece la Sierra de la Pila. Mula, por su parte, será un flechazo a primera vista. Quedaréis asombrados por el buen estado de conservación de su trazado urbano en el que destacan las fachadas policromadas con colores vivos. No dejéis de visitar El Castillo de los Vélez, una antigua fortaleza que domina desde lo alto de un cerro, así como también el palacio de los Marqueses de Menahermosa o las iglesias de Santo Domingo de Guzmán, de estilos renacentista y barroco, y la de San Francisco, del siglo XVI. Calasparra os dejará maravillados al instante. En el pueblo encontraréis restos del castillo árabe y, a su vez, restos de la muralla y torre cristiana. Pero, sobre todo, destaca su Santuario de la Virgen de la Esperanza, el cual, como si de la Iglesia de Petra se tratase, se encuentra excavado en la montaña. La localidad está junto a dos pantanos y cuatro ríos por lo que es un destino ideal para realizar actividades al aire libre, como descender por sus ríos en el Espacio Natural Protegido de Bosque de Ribera. Además, en la zona se puede practicar el barranquismo y la espeleología. Otros pueblos que no os podéis perder son Moratalla, Aledo, Cehegín, Pliego o Caravaca de la Cruz, conocida por su famosa Cruz y por ser una ciudad santa que celebra su Año Jubilar cada 7 años, siendo el próximo en 2024.

6. Porque os vais a chupar los dedos

¿Sois de los que aprovecháis los viajes como excusa para descubrir productos autóctonos y maneras de cocinarlos? En la Región de Murcia aseguran que su gastronomía es la de los 1001 sabores. La clave la encontraréis en los pueblos que han dejado su huella en el territorio: romanos, bizantinos, árabes, cartagineses, fenicios e íberos, que han introducido nuevos cultivos y tradiciones culinarias propias, aportando condimentos autóctonos, enriqueciendo y creando un amplio catálogo de platos exclusivos de la región, con materia prima procedente tanto del mar como del interior terrestre. Aquí encontraréis algunos productos con Denominación de Origen como la pera de Jumilla, el embutido Imperial de Lorca o el Queso de Murcia elaborado con leche de cabra de los montes de la Comarca del Altiplano. Ahora que se acortan los días y las temperaturas bajan, uno de los platos estrella de la zona son las migas ruleras. A diferencia de otras zonas de España, aquí se hacen de harina y no a base de pan, pudiéndose acompañar con salchicha, longaniza, panceta, morcilla como ingredientes fijos. Y luego está la gran variedad de toppings migueros que van desde las uvas al huevo frito, pasando por los boquerones fritos, pimientos de Padrón, piparras fritas, cebolla encurtida o incluso chocolate. ¿Dónde podéis degustarlas? Tradicionalmente este plato se suele incorporar a la carta los días de lluvia, aunque en muchos casos es un fijo que encontraréis tanto en restaurantes de alta cocina como el dos estrellas Michelín Cabaña Buenavista (Urbanización Buenavista, S/N, Murcia), como en bares más accesibles, como el muy recomendable Venta El Cojo (Ctra. Fuente Álamo, s/n, Corvera, Región de Murcia), en el que por un módico precio disfrutaréis de unas de las mejores migas de la región. Si optáis por esta segunda opción, antes de comer, y para que abráis el apetito os recomendamos acercaros al Parque Regional de El Valle y Carrascoy. Allí encontraréis una gran variedad de senderos para pasear. Se trata de un lugar idílico para la observación de aves y la fotografía de la naturaleza.

7. Porque tienen tres DO vinícolas

No hay nada mejor que un buen vino de la zona para acompañar la gastronomía murciana. Y aquí andan sobrados de opciones. Los vinos de Murcia están regulados por tres denominaciones de origen: Jumilla, Yecla y Bullas. La variedad Monastrell es la que impera desde antes de la llegada de los romanos, y el resto de uvas tintas destacan en una zona caracterizada por su clima templado y sus excelentes cosechas. Seguramente el que más conozcáis sea el de Jumilla, una Denominación de Origen Protegida que encontraréis en el norte de la Región de Murcia, tocando con Albacete, donde destacan los vinos tintos muy poderosos, de color oscuro profundo y sabor característico con protagonismo de las bayas y ciruelas. Si os gusta el vino no dejéis escapar la oportunidad de ir a visitar las bodegas El Nido, en las tierras altas de Jumilla. Esta bodega relativamente joven echó a andar a principios de siglo tras un acuerdo de colaboración entre la Familia Gil -sí, de la famosa bodega Juan Gil- y el enólogo all star australiano Chris Ringland. Justo al lado está la Denominación de Origen Protegida de Yecla, que es la más antigua de Murcia -de 1975-, y se concentra en el noreste de la región. La variedad Monastrell es la reina aquí también. Son vinos con buena intensidad aromática a frutos rojos, de un color rosado, frambuesa y cereza con matices morados, son frescos, sabrosos y equilibrados en boca. Si os acercáis al Centro de Información turística de Yecla os informarán sobre la Ruta del Vino de Yecla en la que podréis visitar diversas bodegas, muy próximas entre sí. La tercera y última Denominación de Origen es la de Bullas, que abarca vinos elaborados a partir de uvas mayoritariamente Monastrell que se crían entre 400 y 800 metros de altitud. Una visita a estas tierras del noroeste de la región de Murcia es más que obligada. Sus bodegas organizan catas y visitas a sus viñedos. Os recomendamos que realicéis la Ruta del vino de Bullas ya que pasaréis por el bellísimo Valle de Aceniche, en el que se ubican varias bodegas, como Bodegas Lavia, Bodega Balcona o Bodega Monastrell, todas ellas enmarcadas en un entorno natural insuperable que Cuenta con la Declaración de Interés Paisajístico por su gran belleza y por su alto valor ecológico y es considerado, además, Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA).

8. Por el peso de su historia

Si lo que más os gusta son las artes y la historia, la Región de Murcia cuenta con un patrimonio generoso. No hay más que visitar ciudades como Cartagena, Lorca, Caravaca o la propia Murcia. ¿Os gustaría hacer un recorrido de 3000 años de historia en tan solo un fin de semana? Os proponemos una ruta que va de Cartagena a La Unión. El punto de inicio sería el Puerto de las Culturas, allí, apenas guardaréis el móvil en el bolsillo, ya que no dejaréis de tomar fotos. Las vistas desde el paseo marítimo ya son de ‘likes’ asegurados en vuestro Instagram. Paseando os toparéis con numerosos yacimientos arqueológicos, como La Casa de la Fortuna, una construcción romana que todavía conserva algunos frescos murales, restos de la Calzada romana, las Termas en el Decumano, el templo Augusteum, el Centro de Interpretación de la Muralla Púnica del siglo III a.C -única conservada de aquella época en España- o el Castillo de la Concepción del siglo XIII. De todos modos, si de algo puede sacar pecho Cartagena es de su Teatro Romano del siglo I a.C., cuya recuperación, adecuación y concepción de su Museo es obra del arquitecto Rafael Moneo. Si os gusta la arqueología, en el mismo Paseo Alfonso XII encontraréis el Museo Nacional de Arqueología.
A tan solo 15 minutos en coche de Cartagena os podéis plantar en La Unión, un municipio salpicado de un montón de edificios de estilo modernista, como el Mercado Público, con estructura de hierro y coronado por una inmensa cúpula octogonal acabada en vidrio, o la Casa Piñón, sede del Ayuntamiento. Y una vez allí, os recomendamos visitar la Sierra Minera y descubrir un paisaje único donde los protagonistas son las grandes explotaciones a cielo abierto de finales del siglo XIX y principios del XX. ¡Todo un viaje en el tiempo! ¿A qué esperáis? Coged un vuelo con Volotea directo desde Barcelona y disfrutad de todos estos tesoros en menos de una hora. 

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