Si algo es irrenunciable para los hermanos que regentan esta vinoteca es seguir la temporada y buscar los mejores proveedores. Una dirección ineludible para disfrutar de la buena mesa y con una de las bodegas mejor surtidas de la ciudad. A este restaurante se viene a compartir raciones sean de ensaladilla rusa o un suculento guiso. Atentos a los platos fuera de carta. Y qué mejor puerta de entrada a su excelente cocina que su barra.
Parece que el vino le va comiendo el terreno a la cerveza y empieza a convertirse en la bebida más demandada cuando salimos a tomar el aperitivo. Los Rueda, Ribera de Duero y Rioja compiten por nuestras copas, los chatos vuelven a estar de moda y parece que la euforia por el Lambrusco se mantiene. Recorremos los bares madrileños con buenas bodegas. ¡Preparad las copas!
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