Ubicado en la elegante y en desuso estación de Delicias (que puede presumir de tener herrajes de Gustave Eiffel), a unos 100 metros del Paseo de Delicias (detrás de las oficinas de Renfe), el Museo del Ferrocarril cuenta con una evocadora colección de modelos, viejas locomotoras, equipos ferroviarios y recuerdos. En su Sala de Relojes, verás incluso el que marcó la hora en ese primer tren español que fue de Barcelona a Mataró. También podrás subir en los trenes, tomar un café en un vagón restaurante rehabilitado o ver películas de los ferrocarriles españoles. Este gran museo para los niños alberga también talleres infantiles, el Día del Tren, el mercado de modelismo, y uno de los must del 'hipsterismo' madrileño: el Mercado de Motores, el segundo fin de semana de cada mes.