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Si este verano no te has escapado a las islas Baleares, este hotel en pleno centro de Madrid te trae algo de la esencia y la experiencia de aquel momento vacacional. Ni brisa marina ni vistas a una playa de aguas turquesas pero este rincón en las alturas es uno de los refugios más peculiares para huir del bullicio sin salir si quiera de Gran Vía. Una parada recomendable y diferente si andas arriba y abajo (y sin planes claros para comer) entre Primark, Zara y Uniqlo. Un espacio y una propuesta culinaria que te vale para hacer un brunch los domingos o para comer y cenar cualquier día entre semana.

Una de las azoteas más animadas de Gran Vía se viste estas semanas con los aromas, formas y colores que podrías encontrar en un restaurante de Menorca o un local de aire rústicos de Mallorca. La carta, además de otros platos con un perfil más internacional (porque estamos en una hotel), se inspira en nuestras islas mediterráneas. Encontraréis una coca de berenjena con sobrasada, una ensalada payesa y hasta una ensaimada con crema de bergamota... Y, por supuesto, no falta el mar (frito de dorada) ni las opciones carnívoras (lechona asada a baja temperatura) o veganas.

Hay que subir a lo más alto del hotel Hyatt Centric Gran Vía para relajarse en su ya emblemático El Jardín de Diana. Si aún el calor aprieta, tenéis un agradable comedor interior. La terraza al aire libre, las sesiones DJ y la carta de coctelería mejor dejarlas para redondear una visita al atardecer, mientras veis asomar sobre las luces de la ciudad la superluna este fin de semana.