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La ciudad de Madrid cuenta con numerosos museos, entre ellos algunos de los mejores del mundo, pero hay una institución que pasa un tanto desapercibida, porque para poder visitar esta galería hay que mirar desde otro nivel. Hablamos del Museo de Escultura al Aire Libre de la Castellana: un conjunto de esculturas distribuidas bajo un paso elevado en el Paseo de la Castellana y que a partir del 1 de agosto el Ayuntamiento comenzará a restaurar. Martín Chirino, Pablo Serrano, Julio González o Andreu Alfaro son sólo algunos de los grandes artistas de vanguardia que firman este museo en el "subsuelo".

Preservar el arte al aire libre
A partir del 1 de agosto y durante ocho meses, el Ayuntamiento restaurará 13 piezas del Museo de Escultura al Aire Libre de la Castellana con un presupuesto de 70.000 euros. El objetivo es preservar esta singular colección escultórica escondida bajo el paso elevado que conecta las calles de Juan Bravo y Eduardo Dato.

Inaugurado oficialmente en 1979, en este particular museo se congregan 17 esculturas de destacados artistas de la vanguardia española del siglo. A partir de agosto, las piezas que se intervendrán serán: Plaza-Escultura (Gustavo Torner), Mediterránea (Martín Chirino), Estructura permutacional (Francisco Sobrino), Estructura hiperpoliédrica del espacio (Rafael Leoz), Un món per a infants (Andreu Alfaro), Estela de Venus (Amadeo Gabino), Al otro lado del muro (José María Subirachs), Proalí (Marcel Martí), Proyecto para un monumento IV B (Pablo Palazuelo), Volumen-relieve-arquitectura (Gerardo Rueda), Toros ibéricos (Alberto Sánchez), La Petite Faucille (Julio González) y Unidades Yunta (Pablo Serrano).

Un museo de miles de metros cuadrados
El Museo de Escultura al Aire Libre de la Castellana ocupa 4.200 m² distribuidos en tres niveles escalonados. En esta galería, las piezas se distribuyen en el paso elevado del Paseo de la Castellana, visibles a cualquiera y convirtiéndolo en uno de los museos gratuitos más peculiares de Madrid.