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Tras convertir en viral su heladería Myka, Javier y Natalia decidieron dar un paso más... y han creado una línea de helados con alcohol a los que no les han puesto un piso (eso igual lo hacéis vosotros) sino un bar. Acaban de abrir una coctelería donde puedes venir a beber o a cucharear. Porque los helados se presentan en tarrina de distintas gamas cromáticas. El lugar, con un aire de local semiclandestino, se llama DosRombos. Sí, como lo que aparecía en Televisión Española hace décadas para decirte que había llegado la hora de que te fueras a la cama. Ahora en 2024 hablamos de un lugar para encuentros furtivos y uno de los baños más singulares y fotogénicos de la capital (bajad, bajad).
De hacerse un nombre en el barrio de Salamanca estos dos mexicanos cruzan al de Justicia para instalarse en el corazón de lo chic, justo en la Plaza de las Salesas (número 7), con una carta de cócteles de autor donde gana la vista; si no eres de humo ni copas antropomórficas, también tienen una sección de coctelería clásica. Pero aquí realmente se viene para probar sus helados elaborados con alcohol y cierta cremosidad. Suman hasta una veintena de opciones diferentes. Entre ellas, dos sin nada de graduación alcohólica y una versión muy exclusiva que incluye Chocolate Porcelana de Venezuela y whisky Macallan 18 años.
Con nombres que viajan en el tiempo y por la cultura (Lina, Chavela, Carrá...), con referencias al destape y con detalles que traen al presente aquellas décadas sesenta/setenta, aparecen, exquisitamente vestidos, unos helados que parten del ron, el vodka o el ágave para convertirse en una nueva manera de empezar la noche (o acabar el día). Sí, obviamente no se trata de algo nuevo y rompedor pero, sin duda, la pareja detrás del proyecto sí ha sabido combinar sorbettos, granitas y helados con destilados premium para crear algo que más allá de la curiosidad.
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