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Del desierto castellano al océano Atlántico hay casi 600 kilómetros. Para ser exactos, 595, que son los que llevan de la Puerta del Sol, en el centro de Madrid, a la Torre de Hércules, en la costa de A Coruña. O lo que es lo mismo, un gran viaje hacia el noroeste del país que, si se hace sin prisa y a la antigua, se convierte en un sorprendente 'road trip' por la España profunda. Y de eso va la nueva Ruta N-VI, inspirada en la icónica Ruta 66 americana y con similitudes al Camino de Santiago, que nace para recuperar uno de los trazados históricos de la península y, de paso, convertirse en una de las propuestas turísticas más interesantes para hacer una escapada en modo 'slow' este otoño (o en cualquier época del año).
Esta ruta (que surgió como proyecto en 2021 y se ha hecho realidad este mismo 2023) rescata la antigua carretera N-VI hacia A Coruña (ya en desuso), esa por la que circulaban nuestros padres o abuelos antes de que llegara la moderna autovía A-6. Nació en 1939 y estuvo en activo hasta la llegada de la autovía a mediados de los 2000, un paso hacia delante que, sin embargo, supuso el abandono casi total del viejo trazado (de hecho hay tramos, entre Adanero y Benavente, que ya ni existen), y de muchos de sus negocios. "Aquí se tiende a desechar lo abandonado", mientras que allí (en la Ruta 66) lo ensalzan hasta convertirlo "en parte de su iconografía", señala Xosé Ramón Nóvoa, fundador de este proyecto. Es esa puesta en valor lo que hace que la ruta se convierta en toda una aventura cargada de nostalgia y con mil y un sitios para descubrir.
¿Por dónde pasa la Ruta 66 española?
Atraviesa tres comunidades autónomas, Madrid, Castilla y León y Galicia, y oficialmente, pasa por Majadahonda, Torrelodones, Collado Villalba, Guadarrama, El Espinar, Labajos, Adanero, Medina del Campo, Arévalo, Rueda, Tordesillas, Villalpando, Benavente, La Bañeza, Ponferrada, Astorga, Villafranca del Bierzo, Lugo, Guitiriz, Betanzos y A Coruña.
Pero lo interesante es coger algún desvío y perderse por el sinfín de paisajes (desde la llanura de la meseta castellana a las montañas gallegas de intenso verde profundo) por los que serpentea la ruta. Hay de todo un poco: 70 municipios (incluyendo alguno de los pueblos más bonitos de España), 18 ríos, 12 castillos, tres puertos de montaña, seis reservas de la biosfera, dos reservas naturales, un campo de lavanda (que es casi "como un oasis en medio de la nada"), 25 restaurantes estrella Michelin, cinco toros de Osborne y hasta un pueblo fantasma (en Valladolid). O lo que es lo mismo, naturaleza, paisajes únicos, patrimonio, rica gastronomía, cultura y muchas sorpresas para descubrir durante varios días.
¿En cuántos días se puede hacer la Ruta N-VI?
"Los más rápidos lo hacen en dos o tres días, son quienes van en moto. Los que van en coche, lo hacen en unos cuatro o cinco, y en autocaravana más, hasta seis días incluso", nos explica Xosé. Porque todo depende del medio de transporte, y de si se hace con o sin reservas. En este sentido, lo ideal es tener a mano un buen puñado de pistas para ir descubriendo sitios increíbles y desconocidos por el camino. Y de eso se encarga la Ruta N-VI y todo el equipo que hay detrás, liderado por Xosé.
La ruta es la suma de un buen puñado de hoteles, bares, restaurantes, museos, tiendas y otros locales singulares (desde un estudio de tatuaje a una fábrica de cerveza artesana), que recogen en una guía oficial de viaje super actualizada. Esta incluye, además de la geolocalización vía Google Maps, acceso a una lista de Spotify muy rockera para escuchar por el camino, y el listado de locales de sellado del Pasaporte, el documento físico que acredita a cada usuario como rutero y que le da acceso a descuentos y ofertas especiales por el camino.
De hecho, el lanzamiento de este pasaporte "ha supuesto un éxito rotundo para la Ruta" nos confiesa Xosé. Tanto que ya son más de 20 los locales de sellado a lo largo de todo el trazado. El primero de ellos está en Madrid, en el barrio de Malasaña, y lo reconoceréis por su estética y filosofía motera. Se trata de Chopper Monster, un icono rockero entre las tiendas más genuinas de Madrid y punto de partida para esta ruta que, por lo que nos cuenta Xosé, ya va sobre ruedas.
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