Erigidas sobre los escombros de lo que fue la barriada chabolista del Cerro del Tío Pío, que da nombre al parque actual, sobre estas verdes colinas conocidas popularmente como “Las Siete Tetas” se puede disfrutar de una de las vistas más privilegiadas de la capital. No busques más: los mejores atardeceres están aquí.
Dicen que Madrid es una ciudad de fronteras. Una gigantesca urbe formada por pequeños (o grandes) barrios que, a menudo, parecen operar como entidades independientes. Zonas que, hace no tanto, fueron pueblos, y que conservan intacta parte de esa singular idiosincrasia y encanto de los municipios de provincias.
Si hay un lugar en Madrid en el que dicha identidad se percibe con mayor nitidez, ese es Vallecas. Aunque desapareció como municipio en 1950, al pasear por sus calles y diferentes distritos uno percibe rápidamente que está en un lugar distinto, pese a que apenas la M30 lo separa del centro de la capital.
Es precisamente en Puente de Vallecas donde mejor se percibe la mencionada frontera en todos los sentidos. Un distrito en el que viven más de 230.000 personas que, sumadas a las más de 100.000 de Villa de Vallecas, convierten al barrio en el más poblado de España. Un lugar diverso, de clase trabajadora, que acoge con los brazos abiertos a todo aquel que venga de fuera (o del centro de la ciudad, de donde cada vez llegan más jóvenes huyendo del alto precio de los alquileres). Un lugar que presume de orgullo de barrio como ningún otro, con una tradición de asociacionismo y solidaridad vecinal que se han convertido en una de sus señas de identidad No todo lo interesante de Madrid está en el centro. Por eso, hemos seleccionado para ti siete rincones imprescindibles de Puente de Vallecas. Cruza la M-30 y déjate sorprender por un barrio único.
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