Ya está aquí el último grito en restauración en el barrio de Salamanca, el que está llamado a ser uno de los restaurantes de moda de la temporada, uno de esos que tiene todos los ingredientes para convertirse en "place to be", los que todos buscan, pocos consiguen y nadie sabe muy bien cuáles son.
A saber: un precioso interiorismo de Jorge Campos, emulando las estancias argentinas con un toque contemporáneo y una deliciosa iluminación que refulge en las maderas, mármoles, tonos tierra y candelabros de bronce. Un potente grupo detrás que ya ha saboreado el éxito con restaurantes como La Única, liderado por Marcos McCluskey, originario del país. Una dirección de sala en manos de Emilio Souto, que ha pasado por otro hit capitalino como es Charrúa. Un concepto que pisa con fuerza en la villa y corte y del que este es un fantástico ejemplo: una parrilla moderna y cool que se aleja de la idea tradicional que tenemos de las mismas sin renunciar al mejor producto y a mostrar una visión diferente (pero auténtica) de los sabores de la república.
Por si esto fuera poco, detrás de la selección gastronómica y de la técnica del fuego está un nombre propio del otro lado del Atlántico como es el multipremiado José Antonio Figueroa, campeón mundial de asadores. Sí, la carne impera en Ceferino y en sus brasas, y por ello dimos buena cuenta de su lomo de novillo Aberdeen Angus y de su lomo alto de retinta madurada 40 días, la más extensa que tienen, pues ya se sabe que el estilo allí está muy alejado del gusto por el añejamiento extremo que aquí es tendencia practicar. Hay piezas de Argentina y de España, ya se ve, pero también razas de Alemania, Polonia, Portugal, Holanda o Estados Unidos, con más de una decena de referencias en total.
Les gusta asegurar, no obstante, que no son solo para carnívoros y damos fe. En la carta y en sus llamas hay lubina y rodaballo. Hay, asimismo, buenas entradas de verduras en ensaladas y un amplio capítulo de guarniciones (patata plomo, boniato al rescoldo, cogollos, endivias, puerros, seta melena de León…). Es obligatorio probar otras recetas que firma Maximiliano Danilewicz, quien pretende que vayamos más allá en opciones típicas como las espectaculares empanadas con salsa llajua, milanesas de ternera con hueso, clásica y napolitana, ñoquis al horno con ragout de hongos… En cuanto a los postres, flojea la pavlova, demasiado dura, demasiado líquida en el interior de frutos rojos, pero garantizan que hay que volver a por su flan.
La oferta de coctelería y vinos evolucionará, aseguran, pues aún están en fase de rodaje. El sumiller David Dilas viene de Nobu Ibiza con ganas de hacer un buen trabajo en bodega y enseñar las bondades de los caldos argentinos. La idea es alargar las sobremesas entre tragos: su "speakeasy", Malevo, promete sonadas veladas hasta bien entrada la madrugada. Por las tardes, una carta breve de picoteo se mantiene en la zona de bar para que la experiencia Ceferino sea "nonstop".