La Ahumada (La Bistroteca)
“Es nuestra última creación pero sé que ha entrado para no salir nunca. Salvo la gelatina casera de tomate, todos los ingredientes son ahumados. O los hacemos aquí, como el bacon, o los compramos, como Humo, el queso que venden los chicos de Cultivo”. Vanessa se ha criado entre piezas de carne en una familia hostelera (su padre está detrás del prestigio de los restaurantes El Buey y conoce a la gente de Discarlux, su ilustre proveedor cárnico, antes de que se dieran ese nombre) pero fue en una parrilla entre amigos donde saltó la chispa para arrancar este proyecto que ha cumplido ya seis años y que estrenó segundo local (Gral. Pardiñas, 10) hace ocho meses. “Teníamos casi dos meses de lista de espera antes de la pandemia y era muy incómodo descolgar el teléfono y decir a los clientes que no había sitio”. El éxito, que hay que saborear sentado en sus mesas (y cuesta elegir candidato), es fruto de una pasión y exigencia constantes, de un cuidado servicio en sala y se escribe cada día en laboriosas producciones: salsas, encurtidos, selección de la carne...