
1. Un edificio con historia
Este apartamento es de esos alojamientos en los que la luz cálida entra a raudales haciendo que sea todavía más bonito y acogedor. Sus 38 metros cuadrados repartidos entre un salón con cocina americana, dormitorio y baño tienen capacidad para acoger hasta cuatro personas. Sí, el salón cuenta con sofá-cama. Querrás quedarte a vivir. Aquí todo destila color, buen gusto y esa sensación de estar como en casa. No en vano, el piso se encuentra en un edificio histórico donde los vecinos se conocen por su nombre. Ubicado en La Latina, cerca del Rastro y de Atocha, te gustará su amplio patio interior, lo bien cuidado que está y el encanto de las vigas de madera. Como de otro tiempo. Desde 60 euros la noche.