Patina, corre, encesta, escala, haz yoga, cuídate… ¡Y exprime la ciudad a fondo! Sobre ruedas Barcelona es muy restrictiva con los deportes urbanos, lo sabemos. A pesar de todo, todavía nos permite vivirla sobre ruedas (más a los patinadores que a los skaters, pero no perdáis la paciencia). ¿Sabíais que se hacen clases y encuentros multitudinarios sobre ruedas gratis? A la Associació de Patinadors de Barcelona se le debería hacer un monumento. Cada martes dan clases a cientos de personas, que invaden el paseo de Garcia Fària con Lope de Vega (metro Selva de Mar o Poblenou) para aprender o mejorar. Los viernes por la noche, la fiesta aún es más grande. Conducen rutas por la ciudad, que salen de El Centre de la Vila (a la Vila Olímpica). La dificultad es media. Para entendernos: tenéis que saber girar y frenar. ¡El patinador más veterano roza los 90! Paralelamente, un grupo de socios fomenta el patinaje desde Patinar Barcelona. Entre su oferta de actividades, también gratis, está la Roller Disco Party los domingos, donde ensayan coreografías; la Ruta Tortuga Infantil un sábado al mes, dirigida a los pequeños, y acontecimientos periódicos con vehículos de ruedas sin motor. Y en el Meetup os podéis unir al grupo de adultos Bcn City Rollers o Bcn Roller Dance, que patinan por la Barceloneta. En el MACBA, en la plaza de los Àngels, en la plaza de los Països Catalans, en la Estación de Sants, y en el parque de las Tres Xemeneies está prohibido practicar skate. Si lo hacéis, os pu
"En el trabajo acostumbramos a adoptar posiciones que cierran mucho el cuerpo, aquí trabajamos posturas de apertura y estiramos la espalda. Permite fortalecer la musculatura respetando las articulaciones y liberar presiones", nos lo explica Marina Kosenko, instructora de Yoga Antigravity del centro Yoga One del DiR.
Al empezar una clase, la primera postura que haréis será... ¡la del feto! "Los primeros minutos de la sesión son para coger confianza con la hamaca, para perder miedos y ser conscientes que nos aguanta bien. Nos dejamos abrazar por la tela, cerramos los ojos y meditamos durante un rato", dice Marina. Antes de empezar a hacer acrobacias se hacen algunos ejercicios en el suelo para calentar pero lo más divertido empieza cuando vuestras manos y pies suban por la tela. Al principio, es normal que os asustéis un poco cuando os digan que tenéis que dejaros caer sobre una hamaca y quedaros boca abajo. Notaréis como toda la sangre os va hacia la cabeza pero, así, mejoraréis vuestra circulación sanguínea. Ah y peséis lo que peséis no sufráis, la tela es la misma que la de un paracaídas y está preparada para levantar a viente como vosotros.
Las sesiones son de un poco más de una hora y, a diferencia de en una clase tradicional de yoga, aquí se incide más en el trabajo físico y es "menos serio y menos filosófico, pero más divertido" añade Kosenko. Además de fortalecer el abdomen, estirar la espalda y relajar los órganos internos, se trabaja mucho la concentración -¡si no sería imposible hacer bien las posturas!- y ayuda a aumentar la confianza en uno mismo.
En el Yoga One del DiR ofrecen dos sesiones a la semana que llevan el nombre de DGravity pero pronto abrirán otra y nos explican que está dirigido a todo tipo de personas. También podríais probarlo con alguna variante en el centro Yoga Omnium donde piden que tengáis nociones básicas de yoga. Es un estilo que solo está desaconsejado para aquellos que sufran de glaucoma, alta presión sanguínea o mujeres embarazadas.