Aparece de imprevisto en 1992 a raíz de unas obras a la plaza del Diamant. Construido a doce metros bajo tierra por los mismos vecinos del barrio durante la Guerra Civil, dio refugio a más de doscientas personas. Este es uno de los refugios más grandes de los 1.300 que se construyeron en Barcelona.
Hoy en día, para recuperar la memoria, el Taller de Història de Gràcia ofrece cada domingo, a las 11.00 horas, visitas guiadas para explorar el lugar, y vale la pena apuntarse para descubrir el entramado de túneles que lo forman y que salvaron tantas vidas.