Una cocina sin trampas, heredera de los sabores de la cocina catalana tradicional, pero revisada y puesta al día para ajustarla a los sabores actuales. Trufas, setas y espárragos son algunos de los productos que compran directamente a los productores, para hacer platos como el cochinillo ibérico confitado al membrillo.
La Vila de Gràcia es de los barrios más populares y activos de Barcelona, centro de ocio, cultura y gastronomía. Es inseparable de su Festa Major, a mediados de agosto, cuando las calles se decoran y se ve el trabajo que han hecho las asociaciones de vecinos durante todo el año. Arquitectónicamente tiene diversos edificios importantes, como el reloj de la plaza de la Vila o la Casa Fuster, la Casa Vicens y el Park Güell.