Bling Bling

Hay gente que tiene nombres que no ligan con su cara. No pasa así con Bling Bling, la discoteca más bien nombrada de Barcelona. Bling es una onomatopeya de moda en la cultura hip-hop de los 2000 que recuerda el sonido que hacen las joyas y que en Francia se utiliza para definir a los nuevos ricos. Y es esto lo que esperas del 'upper' Diagonal: 'bling-bling'.

Cuando piensas "hoy toca Bling", tienes ganas de arreglarte más que de costumbre. De una noche rodeada de la 'beautiful people' barcelonesa: gente con la piel morena de un verano de yate en yate, las 'influencers' de turno y el escaparate de Massimo Dutti. La discoteca es el punto de peregrinación para los de Tuset y alrededores. En invierno las colas llegan hasta la esquina. En la sala principal ponen la música comercial que todo el mundo baila cuando lleva una copa y hay una pista de 'pachangueo' para mover el culo.

Un punto fuerte es la limpieza de los aseos. Es un lujo mear con olor a colonia y papel. A su lado se esconde una puerta que conduce a la zona más exclusiva del club, donde futbolistas y otros pastosos queman la noche a ritmo de tarjeta. La decoración, basada en negros y dorados, ofrece la aureola ostentosa que los porteros se encargan de mantener. Si quieres entrar, vale más que dejes el 'look' de agrupación escolta en casa.