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Cuidar nuestro cuerpo –y nuestra mente– ha sido una prioridad humana desde hace siglos. Los habitantes de la Grecia y la Roma antiguas empezaron a preocuparse por su físico, y el culto al cuerpo se popularizó tanto que establecieron nuevos cánones estéticos a través de disciplinas como la pintura y la escultura. Con el paso de los años, sin embargo, el culto al cuerpo ha evolucionado junto con la historia hasta llegar a la actualidad, en la que la cultura y el marketing del fitness son nuestro pan de cada día.
Barcelona está llena de gimnasios, con máquinas, salas de entrenamiento funcional y actividades dirigidas para todos los gustos. En los últimos años, no obstante, en la ciudad han abierto varios centros que proponen una alternativa a los gimnasios tradicionales y que mezclan el deporte con distintas disciplinas y metodologías únicas que triunfan en las redes sociales.
Uno de estos centros es Hotcore Studios, un espacio que se presenta como una experiencia única que va más allá del ejercicio físico. “Abrimos con el objetivo de que los usuarios desconectaran del estrés diario y conectaran con su cuerpo y su mente”, explica la fundadora de Hotcore Studios, Júlia Serra, a Time Out Barcelona. Serra levantó la persiana de este estudio boutique –en el número 256 de la calle Balmes– en abril de 2024 con una metodología única e innovadora tanto en la ciudad como en el continente.
“En Hotcore Studios combinamos el pilates con un entrenamiento funcional al ritmo de la música dentro de una sala a una temperatura de 35 grados”, explica Serra. “Con esta metodología conseguimos entrenamientos muy efectivos, entretenidos y con beneficios como el aumento de la flexibilidad muscular en solo 45 minutos”, añade.
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Con tal solo un año de vida, el centro ha conseguido crear “una comunidad impresionante”, un reto complicado teniendo en cuenta que esta metodología de entrenamiento no solo es nueva en Barcelona, sino también en el resto de Europa. “Es cierto que ya existen disciplinas como el bikram yoga, pero no suele hacerse un entrenamiento como el de Hotcore Studios y mucho menos con música moderna”, comenta Serra.
Dentro del boom de nuevas disciplinas deportivas, también se encuentra el barre, un entrenamiento que, aunque no incluye danza, sí tiene movimientos inspirados en el ballet. La práctica, por tanto, mezcla esta técnica con ejercicios compuestos de alta intensidad, aunque cada centro puede adaptar sus clases e incluso crear las suyas propias.
Este es el caso de Concept Barre, un centro con dos locales en Barcelona –uno en la calle Neptú, 24, y el otro en la calle València, 293– que ya acumula más de 14.000 seguidores en Instagram. Fundado por María Barrientos y Michelle Mizes, se presenta como un espacio que ofrece tres tipos de disciplinas de barre: cardio barre, stretching barre e isometric barre. “Ni modas, ni espectáculo innecesario, ni clases aleatorias (...) todas las clases de Concept Barre responden a nuestro método y han sido creadas para complementarse entre sí”, aseguran desde el centro.
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Centros fundados por mujeres
Además de las metodologías innovadoras y la popularidad en redes sociales, una característica destacable es que una gran parte de estos centros están fundados por mujeres. “Creo que después del covid el bienestar y el autocuidado tomaron relevancia y, como era un sector poco explotado en Europa, había espacio para impulsar proyectos como Hotcore Studios”, explica Júlia Serra.
La fundadora del estudio añade que, aunque el centro está abierto a cualquier persona que quiera probar el entrenamiento, “casi todo nuestro público es femenino”. Serra asegura que, en España, “los hombres se inclinan mucho más hacia hacer deporte que hacia hacer ejercicio”, y se plantea como reto para el futuro “atraer a más chicos y demostrar que también les beneficia”.
Hotcore Studios y Concept Barre, sin embargo, no son los únicos espacios deportivos dirigidos por mujeres que triunfan en Barcelona. En los últimos años, la ciudad ha visto la apertura de otros centros creados por mujeres como Lapso Studios, fundado por Eugènia Llopart; Casa Barré, creado por Paola Alemán, Georgia Moran y María José Villegas; y The Barrefit Studio, fundado por Sidonie Geisweiller.
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El impacto de aplicaciones como Classpass
Aunque las redes sociales tienen un papel esencial en el auge de la popularidad de este tipo de centros, no son el único factor a tener en cuenta. Aplicaciones como Classpass también han situado estos espacios dentro del mundo del fitness a nivel global, incluyendo Barcelona. “Las plataformas como Classpass son maravillosas para dar visibilidad al principio y ayudan a crear una comunidad en el futuro. Hacen accesibles clases para las que normalmente necesitarías un poder adquisitivo un poco más alto que si vas a un gimnasio convencional”, asegura Serra.
La plataforma, que nació como un marketplace deportivo y que ya cuenta con más de dos millones de usuarios, ofrece cientos de clases de distintas disciplinas en diferentes centros de Barcelona, que fue una de las primeras ciudades de España donde empezó a operar.
Según el último informe de Classpass de 2024, aunque ofrece todo tipo de disciplinas del sector fitness, la más popular fue el pilates (incluyendo centros como Hotcore Studios), con un 84 % más de reservas respecto a 2023. Dentro del top 5 también se encuentra el barre, una disciplina “en auge” dentro de la plataforma.