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Después de aplazar el desalojo por la presión de miles de personas que se concentraron frente al edificio, ahora el Ayuntamiento y Habitat3 han cerrado un acuerdo para comprar la Casa Orsola. El consistorio ha tomado la decisión de comprar el edificio del Eixample, hasta ahora propiedad del fondo de inversión Lioness Inversiones, tras dos intentos de desalojo de los vecinos que viven en el número 122 de la calle del Consell de Cent.
“Ningún inquilino ni ninguna inquilina tendrá que marcharse de la Casa Orsola (...) se cancelarán los desahucios solicitados”, ha explicado el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, durante una rueda de prensa acompañado también por la presidenta de Habitat3, Carme Trilla, la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, el síndico de greuges de Barcelona, David Bondia, y el comisionado de Vivienda, Joan Ramon Riera. El alcalde ha explicado que la propiedad ha aceptado la venta del inmueble a través de una fórmula social colaborativa por 9,2 millones de euros, un valor un 30% por debajo del precio de mercado del Eixample, según ha informado Collboni. El alcalde también ha aclarado que el inmueble se convertirá en un proyecto de vivienda y alquiler asequible.

Según ha adelantado el consistorio, para efectuar la compra del inmueble, Habitat3 aportará 4,3 millones de euros, mientras que el Ayuntamiento pondrá los 4,8 millones de euros restantes. Collboni también ha recordado que “Barcelona defenderá el derecho a la vivienda” con decisiones como la compra de la Casa Orsola, y con otras como la regulación de los alquileres, la “determinación de no renovar la licencia de pisos de uso turístico en 2028 para que pasen a ser de uso residencial”. El alcalde también ha reivindicado la necesidad de “cambiar las reglas del juego” con cambios estructurales y más herramientas de regulación para evitar el aumento de los precios de la vivienda y evitar que se repitan situaciones como la de la Casa Orsola, “la situación nos preocupa (...) sobre todo de las familias más vulnerables”.
El Sindicat de Llogateres no ha tardado en reaccionar a la noticia y, aunque celebran que no se conviertan en pisos turísticos y aseguran que se trata de una “victoria de todo el movimiento por la vivienda”, lamentan que se “rescate y premie al especulador”. “Lejos de ponerse del lado de los inquilinos, el Ayuntamiento ha negociado a espaldas de los inquilinos y del Sindicat para garantizar que el especulador no perdiera ni un euro. El gobierno municipal pagará 9,2 millones de euros a Albert Ollé, rescatándolo y premiándolo después de años de intentar expulsar a los vecinos”, lamentan en un comunicado.
Tres años de lucha
La noticia de la compra del inmueble llega pocos días después del intento de desalojar al primer vecino de la finca, una acción que se aplazó gracias a la presión de la convocatoria del Sindicat de Llogateres. Miles de personas se concentraron frente a la finca, que se ha convertido en un símbolo de la lucha por la vivienda y el derecho de los barceloneses a continuar en los pisos donde han vivido toda la vida sin temor a la subida del alquiler o a que los conviertan en pisos de alquiler vacacional. La noticia también llega después de que el síndico de greuges de Barcelona, David Bondia, se ofreciera a mediar entre las partes para llegar a una solución, pero hay que recordar que, aunque el desalojo no se llegó a ejecutar, no se había anulado, sino que se había aplazado al 18 de febrero.
Omplirem de dignitat el xamfrà de #CasaOrsola els cops que calgui.
— Sindicat de Llogateres i Llogaters (@SindicatLloguer) February 5, 2025
Guarda't el 18 de febrer.
🎵@elpadecadadia pic.twitter.com/WdHJMa733p
Ante la nueva fecha, el Sindicat de Llogateres aseguró que “mantendría el pulso para hacer que Casa Orsola sea indesalojable” y también se preveía una gran concentración de personas para intentar detener nuevamente el desalojo. El sindicato también recuerda que hace tres años que negocian, junto con los vecinos, con el fondo de inversión propietario del edificio para resolver la situación y garantizar que todos los que viven allí puedan renovar sus contratos de alquiler y no tengan que marcharse. El plan del fondo de inversiones pretendía subir los alquileres de quienes vivían en la Casa Orsola de los 700 y 900 euros a más del doble, entre 2.100 y 2.800 euros mensuales. A pesar de los esfuerzos del sindicato y los vecinos, y los intentos de mediación del Ayuntamiento y otros sectores, Lioness Inversiones no ha aceptado en ningún momento sentarse a hablar, hasta ahora.