[title]
Seguro que lo has visto: el edificio de la Fundación Julio Muñoz y Ramonet no pasa desapercibido. Quizás incluso hayas entrado en su precioso jardín -que sí está abierto al público- y has paseado entre árboles, esculturas y balsas llenas de nenúfares. Ahora, esta histórica casa se estrena como edificio visitable del 48H Open House para que visites las salas de la planta baja y descubras el pasillo del segundo piso.
Por fuera ya se puede intuir que la torre es enorme y lujosa como un palacio. Es un edificio de más de 2.100 m², divididos en cuatro plantas y una azotea. La fachada principal es la más ornamentada, inspirada en la arquitectura castellana, mientras que el resto de fachadas y la torre tienen un aspecto más clasicista. Todo ello invita a imaginarnos qué debe esconder en su interior.
Una vez dentro, un vestíbulo con una majestuosa escalera recibe a los visitantes. El comedor de la casa está adornado con pinturas de Ramon Stolz Viciano, inspiradas en la Odisea de Homero, y las pinturas son verdaderamente deslumbrantes en la “sala goyesca”, decorada con majas, damas y chulapos de Ernest Santasusagna y Santacreu. La casa también tiene un salón de baile, una sala de música, una pequeña capilla y otras muchas estancias.
El jardín de la finca está a la altura de su esplendor: es un recinto de 3.568 m², diseñado por el paisajista Nicolas Forestier, y que contiene esculturas novecentistas de artistas como Josep Dunyach i Sala.
La visita del Open House
Ahora, gracias al festival 48H Open House BCN, se podrá acceder en muchos edificios de Barcelona que normalmente no están abiertos al público, incluida esta lujosa torre del barrio de Sant Gervasi. Será una oportunidad única, ya que únicamente se podrá visitar durante el fin de semana del 22 y 23 de octubre de la mano de los arquitectos voluntarios del Open House, que guiarán al público por el interior del espectacular edificio construido
Ahora bien, la casa tiene un aspecto muy distinto al de hace un siglo. De hecho, la visita se hará casi a oscuras porque las contraventanas se encuentran cerradas, a la espera de ser intervenidos en los próximos meses y en el interior de la casa no hay luz. Los muebles y elementos de ornamentación están tapados y en pleno proceso de labores de conservación. ¡Pero todo esto es por una buena causa! El edificio se está preparando para poder abrir para visitas y actividades de pequeño formato a partir del próximo año.
De todas formas, la visita del Open House es ideal para satisfacer la curiosidad que genera la Fundación Julio Muñoz y Ramonet. Una tenue iluminación permitirá apreciar las estancias respectivas, la sala de música, el comedor y las estancias personales del señor Muñoz: su baño, dormitorio, vestuario y despacho.
Un edificio lleno de historia
Entre en 1917 y 1921, el arquitecto Enric Sagnier y Villavecchia recibió un encargo de Ferran Fabra i Puig -el segundo marqués de Alella- para construir la casa, a principios del siglo XX. De este marqués todavía queda el escudo, rodeado de volutas y hojas de acanto, en el balcón central de la primera planta de la casa. Sin embargo, en 1945 sus nietas vendieron el edificio al empresario Julio Muñoz i Ramonet, que conservó su aspecto original, convirtiéndola en una de las pocas casas de la zona que se mantiene casi intacta desde del siglo XX.
Muñoz y Ramonet fue empresario e industrial del textil. De hecho, acumuló una gran fortuna gracias a sus relaciones con el Régimen Franquista y su matrimonio con Carmen Villalonga, hija de Ignacio Villalonga, propietario del Banco Central. La Fundación Julio Muñoz Ramonet se creó en 1994 para responder a la última voluntad del empresario: en su testamento, quería que esta finca de la calle Muntaner se convirtiera en un espacio visitable para los ciudadanos, destinado al fomento, divulgación y defensa de la cultura.
