Time Out en tu buzón de entrada

Buscar
Le Mont-Saint-Michel
Foto: Shutterstock

Francia pide a los turistas que no vayan a los sitios más masificados

Marsella y Bretaña son los primeros destinos franceses que han tomado medidas para reducir el número de visitantes

Ed Cunningham
Irene Poza López
Escrito por
Ed Cunningham
Traducido por
Irene Poza López
Publicidad

Francia es uno de los destinos turísticos más populares del mundo, si no el más popular, pero eso podría estar a punto de cambiar. Tras décadas de afluencia masiva de viajeros, el país ha anunciado que pondrá en marcha una estrategia para reducir el número de visitantes.

La ministra de turismo francesa, Olivia Gregoire, ha dicho que esta política responde a las amenazas al "medioambiente, la calidad de vida de los habitantes, y las experiencias de sus visitantes". Desde la pandemia, el turismo excesivo en Francia ha ido a peor, ya que los lugares turísticos están desbordados por visitantes que no invierten mucho tiempo ni dinero en ellos. Así, las comunidades locales se están quedando sin recursos para mantenerse.

De momento, Francia no ha concretado exactamente cómo planea combatir el turismo. El primer paso será que el gobierno cree un grupo para monitorizar la industria turística del país e identificar los sitios de mayor riesgo. Francia recurrirá incluso a la ayuda de influencers de viajes, más conocidos por animar a la gente a viajar, para que ayuden a concienciar sobre los problemas causados por el turismo masivo.

Algunos de los sitios más turísticos ya han empezado a tomar medidas para reducir el número de visitantes. El Parque Nacional de Calanques, en Marsella, tiene un sistema de reservas que limita a 400 los visitantes diarios de sus famosas cuevas de Sugiton. Implementadas por primera vez durante la pandemia, las restricciones en la cantidad de visitantes se mantendrán por lo menos cinco años.

La isla de Bréhat en la Bretaña, a su vez, ha empezado a limitar el número de visitantes diarios a 4.700. Con esto, estos sitios populares no intentan necesariamente reducir la cantidad total de visitantes, sino repartirlos de manera más uniforme a lo largo del año.

No es difícil entender por qué Francia está tomando medidas para controlar el número de turistas. Al fin y al cabo, la población local y el medioambiente deberían ser lo primero. Si no pueden sobrevivir, ¿quedará algo que merezca la pena visitar?

Y está claro que Francia no es la única en la lucha contra el turismo excesivo. En todo el mundo, desde Ámsterdam y Florencia hasta Bali, ya hay destinos que prefieren que los turistas les visiten.

NO TE LO PIERDAS: Los 14 destinos más infravalorados de Europa

Ya puedes leer el número de junio de Time Out Barcelona con entrevistas, reportajes y las mejores recomendaciones de ocio y cultura de la ciudad

Últimas noticias

    Publicidad