
1. La 'Pequeña California'
La costa del País Vasco francés no es Malibú, pero lo parece. Ni el clima (mucho más frío) ni el paisaje (sin duda más escarpado y vertical) que rodea sus kilométricas playas tienen nada que ver, pero el ambiente surfero no puede ser más auténtico. Tanto es así que a la encantadora villa marinera de Anglet, muy cerca de Biarritz y San Juan de Luz, se la conoce como la 'Pequeña California'. Las escuelas de surf que llenan de tablas todo el litoral, junto a los campeonatos que anualmente se celebran en sus aguas, además de las tiendas de ropa de baño y trajes para bailar sobre las olas, o los restaurantes informales abiertos a pie de playa (tabernas y chiringuitos, pero con chimenea), hacen el resto.