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Congost de Mont Rebei
ShutterstockCongost de Mont Rebei

51 lugares de Cataluña que debes conocer

Playas, bosques, patrimonio cultural y pueblos con encanto en Cataluña. Estos son algunos lugares de visita obligada que no te puedes perder.

Escrito por
Xavier Amat
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Hay lugares de Cataluña que son de visita obligada. Desde los Pirineos hasta los cientos de kilómetros de costa mediterránea con encantadoras calas. Capitales que conservan grandes monumentos históricos que narran nuestro pasado y rincones que parecen anclados en tiempos medievales. También tenemos parques naturales y Patrimonios de la Humanidad a raudales, así como pequeñas ciudades y pueblos –algunos muy cerca de Barcelona y preciosos– que merecen una visita independientemente de la época del año. Es tan fácil encontrar el destino ideal para cada ocasión, tanto si queréis hacer una simple escapada, o practicar montañismo. ¿Queréis saber cuáles son los lugares de Catalunya que tenéis que ver, al menos, una vez en la vida? ¡Aquí tenéis la lista!

NO TE LO PIERDAS: Los pueblos más bonitos de Catalunya

Los 51 lugares de Catalunya que tienes que ver al menos una vez en la vida

Casa-Museu Salvador Dalí
  • Qué hacer

Josep Pla lo tenía claro: "No creo que haya ninguna, en este país ni en muchos otros países, parecida". La Casa-Museo Dalí es una pequeña casa de pescadores, situada en Portlligat, donde el pintor vivió y trabajó habitualmente desde 1930 hasta la muerte de Gala, en 1982. Por dentro, tiene una estructura laberíntica y un montón de pequeñas salas, y, además, la decoración está formada por objetos inconexos que Dalí fue coleccionando. Por fuera, destaca el huevo gigante arriba del tejado, ya que, según el artista, se trataba de una casa "intrauterina". Por cierto, por la casa, convertida en museo desde la muerte de Dalí, pasaron personalidades de la época como Walt Disney o la Duquesa de Windsor.

Reus
Foto: Shutterstock

50. Reus

La ciudad de la niñez de Gaudí está a 13 kilómetros de Tarragona y esconde algunos de los edificios modernistas más espectaculares de Catalunya, como la majestuosa Casa Navàs, obra de Domènech i Montaner, y el Instituto Pere Mata. También son de visita obligada el Museo Salvador Vilaseca de arqueología, la iglesia Sant Pere y el Teatro Fortuny. Es la capital del vermut, así que después de pasear por su animado centro, sentaos en una terraza de la plaza Mercadal y saboread este aperitivo antes de ir a comer o cenar a algunos de sus muy ricos y variados restaurantes.

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Colonia Güell
Colònia Güell

49. Colonia Güell

El recinto de la colonia Güell, nacida en 1890, cuando el industrial textil Eusebi Güell decidía trasladar la fábrica de tejidos de algodón El Vapor Vell del barrio de Sants a Santa Coloma de Cervelló, está integrado por la propia colonia, el Centre d’Interpretació y la Cripta Gaudí. Podéis realizar la visita con audioguías o, si lo preferís, los domingos y festivos, a las doce del mediodía, podéis hacer una visita guiada por todo el conjunto histórico. Los sábados por la mañana encontraréis un mercado campestre con productos locales.

Castillo de Cardona
FOTO: Shutterstock

48. Castillo de Cardona

De estilo románico y gótico -pero por encima de todo espectacular- es una fortificación medieval ubicada en un lugar privilegiado y de dimensiones considerables, que sido escenario de muchos acontecimientos históricos. Se deben visitar todos sus rincones, pero a nosotros nos tiene especialmente cautivados la llamada torre de la Minyona, del siglo XI, y la iglesia de Sant Vicenç, en muy buen estado de conservación a pesar de sus casi mil años de historia. Si lo deseáis, podéis alojaros en el Parador de Turismo que ocupa una parte del castillo.

Se recomienda la compra de entradas anticipadas siempre y cuando haya plazas disponibles. 

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Cartuja de Escaladei
© Pere Sanz

47. Cartuja de Escaladei

En un paraje único se sitúa la primera cartuja de toda la Península Ibérica, la de Escaladei (s.XII), una visita imprescindible si os acercáis al Priorat. Es cierto que, hoy en día, gran parte de la construcción son ruinas, sin embargo podréis ver los restos de sus tres claustros -uno completamente restaurado-, la iglesia, el refectorio, una celda reconstruida hasta el detalle más mínimo... Aprovechad también para descubrir sus entornos, la sierra del Montsant, ¡Ah, y los vinos que se elaboran por la zona!

Horta de Sant Joan
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46. Horta de Sant Joan

Enclavado en la comarca de la Terra Alta, es un rincón mágico que combina la inspiración artística que atrajo a figuras como Pablo Picasso con un entorno natural espectacular. Rodeado por las montañas de Benifassà y cruzado por el serpenteante río Canaletes, Horta de Sant Joan ofrece numerosas opciones para practicar senderismo, barranquismo y una rica experiencia gastronómica. Su historia y cultura se reflejan en las calles empedradas y plazas con encanto, y en los museos locales como el Centro Picasso y el museo de la batalla del Ebro.

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Camprodon
Foto: Shutterstock

45. Camprodon

La villa da nombre a un hermoso valle pirenaico que, dotado de algunas calles repletas de tiendas, constituye su centro comercial. Pero además, Camprodon guarda un gran interés turístico y patrimonial. El Pont Nou sobre el río Ter es uno de los paisajes más fotografiados del Pirineo Oriental, mientras que el monasterio de Sant Pere, de estilo románico que data del siglo X, es frecuentemente visitado. En esta misma localidad nació el reconocido compositor Isaac Albéniz, y existe un museo totalmente dedicado a él.

Aiguamolls de l'Empordà
Foto: Shutterstock

44. Aiguamolls de l'Empordà

Protegidos como Parque Natural, los Aiguamolls ocupan cerca de 5.000 hectáreas y son el hábitat de montones de aves. Más de 300 especies han sido vistas por estas latitudes, de las cuales 82 viven permanentemente entre estas lagunas y dunas. La cigüeña es el animal más emblemático del parque, pero hay muchísimos más que son igual de bonitos y que no podréis ver en ningún otro lugar del país. Con el debido respeto, podréis pasear por aquí para admirar la fauna en libertad durante horas y horas.

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El Pedraforca

43. El Pedraforca

Definitivamente uno de los montes más emblemáticos de Cataluña, no tanto por su altura (2.506 metros) como por su solitaria ubicación y su forma de horca -dos picos separados por un gran collado-. El simple hecho de verla en directo ya merece la pena, pero si además os veis capaces a nivel físico, subir a la cima no es un reto imposible y además es una excursión que, dicen, todo catalán debe realizar al menos una vez en la vida. Si no te atreves con la escalada, siempre puedes aprender las muchas leyendas del monte que se han originado debido al singular perfil del Pedraforca.

Castellar de n'Hug

42. Castellar de n'Hug

Hay una gran cantidad de pueblos del Pirineo catalán que os recomendamos visitar. Castellar de n'Hug es uno de ellos, pero lo destacamos aquí no sólo por su bella fisonomía, también porque en él nace el río Llobregat, y lo hace como un gran espectáculo de la madre naturaleza. Lo mejor de todo es que, para poder disfrutar de este regalo de vistas privilegiadas, no tendréis que andar mucho. Tampoco podemos obviar las dos iglesias románicas del pueblo, Santa Maria y Sant Vicenç.

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Parc Samà
Foto: Shutterstock

41. Parc Samà

Entre Cambrils y Montbrió, este parque es una muestra de la arquitectura de jardines que se hizo con el dinero de los indianos: grandes estanques, cascadas, rutas, pequeños edificios de estilo y función diversa que se reparten por el jardín, esculturas, plantaciones de palmeras, naranjos... De estilo romántico y único en su género, alberga más de 1.500 especies vegetales en 14 hectáreas, en las que también viven diversas especies animales, como ciervos, pavos reales y cotorras.

Sant Pere de Casserres

40. Sant Pere de Casserres

Recomendamos la visita a este lugar porque se trata de un monasterio encantador por su románico sencillo –se empezó a construir en el año 1006 y se consagró en el 1050–. Dispone de una torre campanario que por lo visto no quiso crecer, acompañada de una original iglesia más ancha que larga con un claustro recogido, para que durante el trayecto te encuentres sorpresas como unas tumbas antropomórficas. También destaca por su ubicación, sobre un pronunciado y bucólico meandro del río Ter.

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Besalú
© funkyfrogstock

39. Besalú

En este pueblo encontraréis patrimonio por todas partes. Quizás lo más conocido sea el puente -románico, magnífico y muy fotografiado-, pero también merecen una visita la sinagoga y el micvé, así como la iglesia-hospital de Sant Julià, el monasterio de Sant Pere, la iglesia de Sant Vicenç y la Casa Cornellà. Sin duda, el pueblo es uno de los conjuntos medievales mejor conservados e interesantes de Cataluña. Se trata de una población que dispone de actividades culturales para pasar en ella como mínimo un día entero, mientras se descubre tranquilamente cada uno de sus rincones.

Catedral de la Seu d'Urgell

38. Catedral de la Seu d'Urgell

Nos encontramos ante la única catedral románica catalana y, a pesar de la grandeza del edificio y de su situación en la capital de comarca, dicen los expertos que sus características de influencia claramente italiana no ‘contagiaron’ en absoluto otras construcciones de la época, cosa que hace de la catedral un templo singular en Cataluña. El claustro y sus capiteles, el retablo de Sant Ermengol o las pinturas murales son sólo algunos elementos en los que hay que fijarse cuando accedes al interior de esta catedral de los Pirineos.

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Masia Freixa de Terrassa
Ajuntament de Terrassa

37. Masia Freixa de Terrassa

En el centro de una de las ciudades más industriales y pobladas de Cataluña (Terrassa), encontramos esta maravillosa joya modernista. Fue construida por el arquitecto Lluís Muncunill, quien se inspiró en la naturaleza para crear un espectacular edificio con un tejado sinuoso y arcos catenarios. Aunque en un principio fue concebido como fábrica de hilaturas, terminó siendo la vivienda del industrial tarrasense Josep Freixa i Argemí.   

Seu Vella de Lleida
© A.S. Floro

36. Seu Vella de Lleida

Marca el perfil de Lleida desde el siglo XIII y a día de hoy ha pasado por demasiadas inclemencias históricas. Incluso Felipe V quería acabar con ella, pero antes de hacerlo murió el monarca y la Seu Vella pudo salvarse. Es sin duda imprescindible si os acercáis a la capital de la ‘Terra Ferma’ y, a la hora de definir su estilo arquitectónico, alguien acertó al escribir que "posee las formas románicas y la monumentalidad del gótico". Junto con el castillo del Rei o La Suda y la fortificación militar del lugar, la Seu Vella está declarada Bien Cultural de Interés Nacional.

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La Fageda d'en Jordà
Foto: David Rocabert Campillo

35. La Fageda d'en Jordà

Si las brujas y los gnomos pudieran elegir donde vivir, entre sus preferencias estaría casi seguro este mágico bosque, frondoso y oscuro por las copas de las hayas, que creció a merced de la colada de lava del volcán Croscat. En una comarca ya de por sí con una belleza especial por la multitud de volcanes (La Garrotxa), la Fageda d'en Jordà supone un lugar casi místico, silencioso, descrito por poetas e ideal para recorrer a pie, en bicicleta o a caballo.

Anfiteatro y circo romanos de Tarragona
© Veronika Galkina

34. Anfiteatro y circo romanos de Tarragona

Para aquellos que seáis apasionados del todopoderoso Imperio Romano, una visita a la ciudad de Tarragona es cita obligada. Dos milenios después, en Tarraco –la que en su día fue una de las urbes más importantes del Imperio en la península Ibérica– todavía encontraréis importantes vestigios de aquellos tiempos. Destacan el Anfiteatro y el Circo, y, un poco hacia las afueras, un tramo de acueducto. Entrad también en los museos de la ciudad donde aún se conservan docenas de piezas y mosaicos ricos en detalles.

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Catedral de Girona
© Pabkov

33. Catedral de Girona

Imponente en la cima de una larga escalinata (¡la que Jaime Lannister subía a caballo!), presidiendo la bonita ciudad de Girona, si por fuera ya es luminosa, al cruzar su puerta os quedaréis con la boca bien abierta. La catedral tiene la nave gótica más ancha del mundo, con casi 23 metros (y en cuanto a todos los estilos, sólo la supera la de la basílica de San Pedro del Vaticano). El claustro, los vitrales, las capillas, el Retaule Major, la torre de Carlo Magno y el museo de la catedral... todo en esta construcción es digno de ser mencionado y admirado.

Centro histórico de Pals

32. Centro histórico de Pals

Pals es una de las villas de gran interés arquitectónico en el Empordà, con construcciones de la Edad Media que han sobrevivido con creces el paso de los siglos. Calles y casas de piedra, arcos de medio punto aquí y allá, iglesias góticas, murallas... De Pals es especialmente emblemática la Torre de les Hores (torre maestra del antiguo castillo), y llegar a la parte más alta de la villa supone encontrar un fantástico mirador sobre los campos del Empordà, el Montgrí y las Illes Medes.

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Barrio Gòtic de Barcelona
© Olivia Rutherford / Time Out

31. Barrio Gòtic de Barcelona

Los romanos de Barcino ya se movían por esta parte de la ciudad, situada en la cima del Monte Tàber y sus alrededores. Si buscáis bien encontraréis algunas de la columnas del Templo de Augusto. En el decurso de los siglos, se han levantado los principales edificios civiles y religiosos de la ciudad, muchos de los cuales siguen hoy en pie y funcionando, desde la Catedral de Santa María del Pi hasta el Palau de la Generalitat y la Casa de la Ciutat. La plaza del Rei es uno de los rincones más bonitos que hay entre estas calles de Barcelona de visita indispensable.

Congosto de Mont Rebei
Foto: Shutterstock

30. Congosto de Mont Rebei

Es un desfiladero que forma parte de dos comunidades autónomas: Cataluña y Aragón. El recorrido, que transcurre en un cañón con paredes de 500 metros de altura, ofrece vistas impresionantes. La ruta atraviesa la Sierra del Montsec y discurre paralela al río Noguera Ribagorçana en su camino hacia los Pirineos. Es una excursión adecuada para todos los niveles, tanto para aquellos con más experiencia como para los menos habituados.

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Peratallada

29. Peratallada

Hay quien considera que, en su conjunto, el Empordà es una de las zonas más bonitas de Cataluña. Y es que es mucho más que sus playas, sus calas o sus pueblos de casitas blancas bañados por el mar. Unos pocos kilómetros hacia el interior, encontramos hermosos lugares que han sabido conservar su encanto siglo tras siglo, en muchos casos de gusto medieval. Peratallada es buen ejemplo de ello: está declarado conjunto histórico-artístico y merece mucho la pena deambular por sus calles tortuosas.

Jardines de Cap Roig
Foto: Obra Social La Caixa

28. Jardines de Cap Roig

Uno de los jardines botánicos más bonitos de Cataluña –situado al lado del mar, con el hermoso paisaje de la Costa Brava– donde naturaleza, arte, cultura e historia se unen en este enclave de 17 hectáreas que reúne más de mil especies botánicas procedentes de todo el mundo, así como esculturas de reconocidos artistas nacionales e internacionales. Situado entre los municipios de Palafrugell y Mont-ras en la comarca del Baix Empordà (Girona), los jardines son, por su singularidad, un espacio único.

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Montserrat

27. Montserrat

Otro de los lugares archiconocidos y de visita casi obligada si se viene a conocer Cataluña. Y no sólo para los devotos, ya que Montserrat es mucho más que su monasterio o la talla de la Moreneta. Es también una montaña de formas geológicas imposibles y admiradas, la posibilidad de hacer itinerarios muy interesantes a pie, de subirse a un cremallera o a dos funiculares o a un telecabina y de visitar un museo con una colección de pinturas de primer orden.

Vila Vella de Tossa de Mar

26. Vila Vella de Tossa de Mar

Los más ancianos del lugar, con ojos brillantes, siguen contando a día de hoy cómo Ava Gardner se paseaba por estas calles durante el rodaje de 'Pandora y el holandés errante'. Se dice que fue a partir de esta película (estrenada en 1950), que la Costa Brava se convirtió en destino turístico de primer orden. Ya nada volvería a ser igual en las playas de las comarcas de Girona. Y es que el perfil de Tossa –tanto en el film como en la realidad– es de lo más cautivador, con sus murallas cerca de las olas y la torre de Ses Hores en lugar destacado.

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Reales Colegios de Tortosa

25. Reales Colegios de Tortosa

El Renacimiento pasó por Cataluña de puntillas y dejó poca obra. El conjunto más interesante de este momento artístico lo tenemos en Tortosa, la capital del Baix Ebre. Los tres edificios que forman los Reales Colegios son del siglo XVI y están declarados Bien Cultural de Interés Nacional. Quizás el punto más celebrado –y que hay que ver sí o sí– es el patio central del Colegio de Sant Jaume y de Sant Maties (o Colegio de Sant Lluís Gonzaga), el único patio de estilo renacentista del país, de gran calidad en todos sus detalles.

Monasterio de Sant Cugat

24. Monasterio de Sant Cugat

El que en su día fue el monasterio más importante del condado de Barcelona (cuya construcción se inició antes del año 1.000) conserva hoy todo su esplendor, en especial su claustro, uno de los más bonitos del país y puro románico catalán. Consta de 144 capiteles esculpidos con piedra de Montjuïc. Y por si la belleza del conjunto fuera poca, en el centro del claustro tendrás la oportunidad de observar los restos de la primera basílica del lugar (del siglo V dC), donde se dice que fue enterrado Sant Cugat.

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Cuevas de Benifallet

23. Cuevas de Benifallet

Viajamos a las entrañas de la tierra. Para quienes os guste visitar cuevas con estalactitas y estalagmitas de formas mágicas e imposibles, labradas gota a gota durante de miles de años, os recomendamos entrar en las dos que hay abiertas al público en Benifallet, la Meravelles –con un recorrido de poco más de medio kilómetro– y la Dos –de más de 250 metros–, ambas descubiertas en la segunda mitad del siglo XX. Un espectáculo por sí solas, perfectas para visitar en verano ya que dentro estaréis muy fresquitos.

Plaza Mayor de Vic

22. Plaza Mayor de Vic

Se la puede considerar ‘la plaza de Cataluña’ por excelencia. Espaciosa y repleta de edificios de interés, los soportales son una de sus características joyas. Puede que os parezca que el centro está muy desierto, sin árboles ni juegos para niños; pero es que éste es el lugar donde se monta el mercado semanal de los sábados, de gran afluencia, así como otras ferias y encuentros a lo largo del año. Ahora ya lo sabéis, si queréis conocer esta plaza en su pleno rendimiento, consultad el calendario y visitadla cuando haya más ajetreo.

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Lago de Banyoles
© armphoto_es - shutterstock.com

21. Lago de Banyoles

Se trata del lago más extenso de Catalunya, y su presencia es tan importante en el territorio que da nombre a la comarca en la que se encuentra. Pasear por sus orillas o rodearlo en bicicleta es una forma fantástica de evadirse y sentir calma. Eso sí, ¡cuidado con el monstruo! Se dice que en sus aguas habita uno como en el lago Ness. Para los amantes de la historia del deporte, contad que fue la sede de las competiciones de remo en los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. Además, dispone de zonas donde te puedes dar un refrescante chapuzón.

Call de Girona
Foto: Shutterstock

20. Call de Girona

Está considerada la judería mejor conservada de toda Europa, y se encuentra en pleno centro de la ciudad de Girona. El Call se empezó a edificar durante el siglo XII y residió en él un numeroso grupo de judíos. Hoy, pasear por estas calles es retroceder unos cuantos siglos al instante y merece mucho la pena entrar en el Museu del Call, donde podréis conocer la historia del judaísmo de la ciudad. Además, si sois fans de 'Juego de Tronos' veréis cómo os suena el barrio...

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Sagrada Familia
FOTO: Shutterstock

19. Sagrada Familia

¿Qué podemos decir sobre la Sagrada Familia de Gaudí que no se haya dicho ya? Ir a Barcelona y no acercarse a este templo es como viajar a París y no ver la Torre Eiffel. El final de las obras se ve cada vez más cercano, y ni las grúas ni las largas colas pueden eclipsar la majestuosidad de la principal obra de Gaudí, que merece ser conocida tanto por fuera como por dentro.

Montgrony

18. Montgrony

Un lugar pintoresco, enclavado en la montaña, donde se venera la imagen de la Virgen de Montgrony desde el siglo IX. Lo primero con lo que se encuentra el visitante es un hostal con una peculiar escalera (dicen que la mandó construir el mítico conde Arnau) que conduce a la capilla de la Verge, excavada en la roca. Desde aquí otra escalera os conducirá a la iglesia románica de Sant Pere. Se podrá llegar con un bonito paseo desde Castellar de n'Hug o desde Gombrèn.

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Siurana

17. Siurana

La comarca del Priorat es un mundo aparte dentro del país, y en el interior de esta existe otro mundo todavía más pequeño: el pueblo de Siurana y el embalse que desde él se divisa. Siurana es un lugar aislado, prácticamente en el borde de un acantilado, asentado sobre un peñón de roca caliza. El pueblo mantiene sus casas antiguas de piedra, que tienen el privilegio de gozar de unas panorámicas impresionantes. Tampoco están exentos de patrimonio de interés la iglesia románica de Santa María y los restos del castillo del walí Almira Alemoni.

Sitges
Foto: Katerina Knyazeva

16. Sitges

¿Qué es lo que enamora de Sitges? ¿Sus casas blancas, el mar que la baña y sus 26 playas? ¿El arte que hay por todas partes? ¿Quizás sus museos tan originales e interesantes? Tal vez sea el perfil (muy fotografiado) que le da su iglesia, o la libertad y el cosmopolitismo que se respira en las calles. Incluso puede que sea su luz. Lo que está claro es que, desde el siglo XIX, esta villa al sur de Barcelona ha inspirado a una multitud de grandes artistas, y son muchos los turistas que cada año la escogen como destino.

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Montblanc
Foto: Joan Bautista

15. Montblanc

Es la capital de comarca de Conca de Barberà, y su núcleo antiguo -muy bien conservado- fue declarado Conjunto Monumental y Artístico en 1947. De la villa ducal (éste es el título que ostenta desde la Edad Media) destacan muchas construcciones, como el museo del Casal dels Josa, la deslumbrante iglesia gótica de Santa Maria la Major, o el Pont Vell, de probable origen romano. Ahora bien, las murallas –con algunas y torres de elegante factura– merecen el puesto de honor, y todavía a día de hoy protegen por completo el centro histórico.

Rupit
Foto: Jack F.

14. Rupit

En Cataluña, a los pueblos como Rupit se les llama ‘de pessebre’, por sus casas antiguas de piedra y tejados rojizos, y estrechas calles empedradas. Si además se le añade un río manso con algunos patos y un puente colgante (como es el caso) el decorado roza la perfección. Son pueblos –o en el caso de Rupit, villa– que quizás no tienen una iglesia con el retablo más importante del país o una casa alzada por el arquitecto más conocido, pero que en su conjunto son de belleza digna y admirable.

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Seu de Manresa
© Albert Miró / Diputació de Barcelona

13. Seu de Manresa

Si decíamos que la Seu Vella de Lleida marca el perfil de la ciudad y es su construcción más emblemática, podemos repetir las mismas palabras al referirnos a la Seu de Manresa y su relación con la capital del Bages. Situada en el corazón de Catalunya y en la parte más alta de la ciudad, esta obra de época gótica destaca tanto por su belleza exterior como por los muchos elementos de interés que tiene dentro, desde las columnas de la nave central y la cripta hasta los distintos retablos góticos.

Monasterios cistercienses

12. Monasterios cistercienses

Poblet, Santes Creus y Vallbona de les Monges forman un triángulo único a nivel histórico y patrimonial. Os recomendamos al menos un par de días para visitar los tres monasterios, dos de los cuales todavía tienen vida monástica, y muy cerca otros pueblos y lugares de interés de la zona. Dichos monasterios se empezaron a construir en el siglo XII, y albergan muchísimos detalles que contemplar, además de los sepulcros de los reyes de más renombre de la Corona de Aragón.

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Empúries
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11. Empúries

Los griegos entraron en la península por Empúries, y les gustó tanto que se quedaron un largo tiempo. Después llegaron los romanos y, por lo visto, también se sintieron muy a gusto. Gracias a esto, hoy nos quedan interesantes yacimientos arqueológicos de ambas civilizaciones en este rincón del golfo de Roses. También debéis entrar en el museo del recinto para contemplar piezas de gran valor, entre las que destaca la estatua de Asclepio. A parte, os recomendamos un paseo junto al mar, desde L'Escala a Sant Martí d'Empúries.

Santa Pau

10. Santa Pau

Situada en el centro del Parque Natural de la zona volcánica de La Garrotxa, la villa de Santa Pau se presenta al visitante bucólica, conservando estructuras medievales y casas de piedra de un indudable valor arquitectónico. Destaca su plaza Major porticada, pero vale la pena descubrir todo el conjunto, dejarse llevar por sus callejuelas y encontrar los rincones más hermosos del lugar.

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Miravet

9. Miravet

Esta villa se alza (casi literalmente) encima de las aguas –en más de una ocasión el aumento del caudal del Ebro ha provocado algún que otro susto y desperfecto en las construcciones–. Además, las calles suben hasta llegar a un castillo de origen musulmán, por lo que la estampa del conjunto parece ideada por o bien un urbanista con muy buen gusto, o un director de fotografía.

Beget
© Alexandre Arocas - shutterstock.com

8. Beget

Aunque geográficamente forma parte de la Alta Garrotxa, desde 1969 este pintoresco pueblo pertenece al término municipal de Camprodon, en el Ripollès. Para llegar hasta él, tendréis que pasar por una carretera de curvas, pero os garantizamos que la excursión valdrá la pena. Aquí en Beget, el tiempo se paró un día y todas sus calles y casas forman un conjunto idílico. En el caso de visitarlo, debéis entrar en la iglesia románica Sant Cristòfor que aguarda la Majestat, una preciosa talla de madera policromada.

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Prades
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7. Prades

El color rojo es el predominante en las principales construcciones de esta población elevada y situada entre montañas. La hace especial lo que queda de las viejas murallas y del castillo de los condes de Prades, la iglesia de Santa Maria la Major y muchas de las casas... Hay que andar por el municipio tranquilamente, para cruzar sus portales y pasar un buen rato en la plaza Mayor, donde encontraremos una fuente renacentista en forma de globo terráqueo que es todo un símbolo.

Castellfollit de la Roca
© funkyfrogstock - shutterstock.com

6. Castellfollit de la Roca

Este pueble gerundense se asienta encima de un enorme acantilado. La enorme pared es fruto de la erosión de los ríos Fluvià i Toronell sobre los restos de las corrientes de lava que hace miles de años hubo en la zona y que tanto ha marcado la historia local. Un municipio pequeño pero precioso que te trasladará hasta épocas medievales. 

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Valle de Núria

5. Valle de Núria

Recomendamos subir en cremallera desde Ribes de Freser o Queralbs, para así de mientras irse empapando de los paisajes de montaña. Al llegar a la cima, con su lago y el santuario de la Virgen de Nuria, disfrutaréis al caminar por estas laderas, respirar el aire puro y no oír ni un solo coche. Los más curiosos os podréis subir al telecabina y remontar unos metros más las altas cumbres. Si es invierno, aprovechad para practicar esquí y contemplar el manto blanco que lo cubre todo. El resto del año os sorprenderán los mil tonos de verde: bienvenidos a un rincón precioso de los Pirineos.

Delta del Ebro
Sergi Boixader / Agència Catalana de Turisme

4. Delta del Ebro

¡La que llega a liar el Ebro en su desembocadura! Los sedimentos que arrastra el río más caudaloso de la península Ibérica quedan embarrancados en este lugar, una de las zonas húmedas más importantes de toda Europa Occidental. Se trata de una fiesta para la aves y un lugar ideal donde cultivar arrozales, que constituye un espacio natural único, que no se parece a ningún otro en Cataluña. No solo tiene un sinfín de paseos que realizar a pie o en bicicleta, también muchas casetas para avistar las aves que pueblan el Delta.

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Aigüestortes y Sant Maurici
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3. Aigüestortes y Sant Maurici

Si lo visitáis, os encontraréis ante el único Parque Nacional en territorio catalán. Podéis adentraros en él desde distintos puntos, haciendo excursiones a pie o en el todoterreno-taxi que dispone el parque. Os mováis por donde os mováis, dentro de este espacio natural gozaréis de paisajes preciosos de alta montaña, con prados, meandros, picos por encima de los 3.000 metros... Ahora bien, lo más fotografiado es lo que conforman el lago de Sant Maurici con la montaña de Els Encantats en el fondo.

Valle de Boí

2. Valle de Boí

A lo largo de los Pirineos encontraréis mucho románico, pero es en el Valle de Boí donde este estilo arquitectónico alcanzó su mayor esplendor.  Por este motivo no es de extrañar que la UNESCO se fijara en él y declarase al conjunto de iglesias de este valle Patrimonio de la Humanidad. Hay que visitar un pueblo detrás de otro (Cóll, Cardet, Barruera, Durro, Erill la Vall, Taüll...), porque en cada uno hay un tesoro diferente ¡o más de uno! Encontraréis la grandeza de lo sencillo en unos pueblos de postal entre montañas imponentes.

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Cap de Creus y Cadaqués

1. Cap de Creus y Cadaqués

Se trata de un lugar único en Cataluña: un paisaje casi lunar, con rocas esculpidas por la Tramuntana y el mar embravecido. Es el punto más alto del este del país, una península dentro de la península, que Dalí no desaprovechó como fuente de inspiración. Y hablando del pintor, justo al lado de Cap de Creus se encuentra la bellísima población de Cadaqués, con sus casas blancas y su aroma mediterráneo. De hecho, Dalí compró una casa en Portlligat (Cadaqués) para, de este modo, ser el primer catalán en contemplar el amanecer cada mañana.

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