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Tras Byron, Ona Llibres, Fahrenheit 451, Restory y otras nuevas librerías que han ido abriendo últimamente en Barcelona, llega el turno de Finestres, que levanta la persiana este jueves 15 de abril en la calle Diputació 249, en el espacio que había ocupado Monvínic.
Impulsado por el mecenas Sergi Ferrer-Salat –propietario también de Monvínic–, el proyecto se puso en marcha el año pasado con un equipo formado por Àurea Perelló, Mireya Valencia, Camila Enrich, Marina Espasa y Kiko Amat, y con la convocatoria de dos becas de ensayo y dos premios de narrativa, en catalán y castellano, cuyos ganadores se anunciarán el día 14.
El espacio, de 600 m², está dedicado a la literatura y el pensamiento, tiene una terraza y cafetería al fondo y el espacio Diógenes, donde se harán recitales, lecturas con autores y otras actividades. Finestres nace con la voluntad de convertirse en un centro cultural de referencia y también un lugar donde se pueda leer, por eso se han instalado butacas, no habrá wifi para los clientes y será muy importante el silencio.