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El Gobierno central está preparando, por primera vez, un proyecto de ley en el que se concretará por convenio cómo será la relación entre las empresas y los empleados que trabajen desde casa. Dicha ley regulará el sueldo, la jornada laboral, los descansos, el uso de elementos de la empresa y, lo más importante, cómo compensarán las empresas a sus trabajadores por los gastos que les genere el teletrabajo.
Uno de los primeros costes que asumirán las empresas será el porcentaje de las facturas de la luz correspondiente al consumo extra que realice el trabajador por su actividad laboral. La empresa también se hará cargo de una parte del mobiliario o equipo informático necesarios para que el empleado pueda desarrollar bien su trabajo.
La ley quiere garantizar la conciliación entre la vida laboral y la familiar
El proyecto de ley regulará el horario de la jornada laboral en casa y los descansos, para evitar los inconvenientes de esta modalidad de trabajo, como el ‘tecnoestrés’, el horario continuo, la fatiga informática y la ‘conectividad digital permanente’.
Además, tal y como ha avanzado el diario ‘Expansión’, la ley garantizará “certezas sobre la utilización del trabajo a distancia, incluyendo el derecho a la conciliación”. Por lo tanto, se reglamentarán los requisitos necesarios para un ejercicio equilibrado entre mujeres y hombres, de manera que se pueda garantizar la conciliación entre la vida laboral y familiar.
Derechos y condiciones de los teletrabajadores
“Las empresas ahorran más de 2.000 euros al año por empleado que pasa al teletrabajo, en espacio, agua, luz, wifi, limpieza, equipamientos, mantenimiento y comedor o vales para la comida”, especificó el profesor de Economía en Stanford Nicholas Bloom, en la contra de ‘La Vanguardia’ del pasado lunes.
Está claro que ningún trabajador debería asumir los gastos que implique ejercer desde casa y que, dado el ahorro que este cambio significa para las empresas, son éstas las que deben asumir costes, para asegurar que las condiciones y los derechos del teletrabajo sean los mismos que han habido hasta ahora en el trabajo presencial.