[title]
Podríamos decir que las gaviotas se han convertido en unas barcelonesas más. Aunque estas aves ya forman parte habitual del paisaje de Barcelona —sin llegar al pánico de la película Los pájaros de Hitchcock, claro está—, hay muchas personas que no acaban de simpatizar con ellas.
Y razones no les faltan: pueden ser sus chillidos o su habilidad para esparcir la basura por el suelo en busca de su próxima comida. Sin embargo, a veces las gaviotas dejan de lado los restos y se lanzan a por comida fresca, y no, no hablamos solo de peces.
La Vanguardia ha publicado un reportaje en el que muestra cómo estas aves han desarrollado una nueva habilidad para llenar el estómago: robar la comida a los turistas. El medio ha difundido una serie de fotografías que captan el momento en el que una gaviota se acerca al plato de paella que una turista sostiene en las manos, consigue arrancar una gamba con el pico y se aleja volando.
@lavanguardia Las gaviotas de Barcelona aprenden a robarle las gambas a los turistas. Estos animales asaltan en la plaza de la Gardunya a los visitantes que compran paellas para llevar en el mercado de la Boqueria. #Barcelona #gaviotas #turismo #Boqueria
♬ sonido original - La Vanguardia 🗞
El incidente, sin embargo, no termina con el robo del ave, ya que a los pies de la turista comienzan a llegar otras gaviotas para disputarse los restos de paella que han caído al suelo.
Entre los testimonios incluidos en el reportaje de La Vanguardia destaca el de Joan Carles Senar, investigador del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona, quien afirma que, mientras que en su hábitat natural las gaviotas se alimentan de los restos de los barcos pesqueros, “en la gran ciudad comen cualquier cosa”.
Las gaviotas, en el punto de mira del Ayuntamiento
No es la primera vez que las gaviotas son tema de conversación en Barcelona. De hecho, el Ayuntamiento lleva años teniéndolas en el punto de mira. En 2023, el consistorio puso en marcha un programa piloto de papeleras en Ciutat Vella bajo el nombre de “papeleras antigaviotas”.
Este modelo se diferenciaba del resto por tener la abertura en un lateral, un diseño que impide que estas aves puedan vaciarlas y esparcir la basura. La prueba piloto comenzó en la plaza Gardunya, precisamente el lugar donde La Vanguardia captó el momento en que la gaviota robaba la gamba a la turista.