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De pequeño, en casa de Masayoshi Sukita eran muy pobres, pero cuando pidió una cámara de fotos, su madre hizo todo lo posible para que la tuviera. "Sabía que no era un capricho", cuenta el fotógrafo japonés en el texto introductorio de Bowie x Sukita, la muestra que ha traído a Barcelona unas setenta instantáneas que disparó a David Bowie durante los 40 años en que lo fotografió. Es, además, la primera vez que se presenta un archivo completo de Masayoshi Sukita en España.
El nuevo espacio de FotoNostrum, en el número 19 de la calle Princesa, acoge hasta el 15 de septiembre esta retrospectiva que incluye algunas de las imágenes más icónicas del músico inglés y otras prácticamente desconocidas. Las favoritas del fotógrafo, que no ha podido viajar a Barcelona debido a su avanzada edad, son la que terminó apareciendo en la portada del disco Heroes (1977) y la de su madre, fotografiada en 1958 con un sombrero característico de la época.

La fascinación de Sukita por Bowie viene de lejos. En 1972 estaba en Londres para hacer una sesión de fotos a Marc Bolan, de T. Rex (una de esas imágenes puede verse en la exposición), cuando vio por casualidad un cartel promocional de The man who sold the world, en el que Bowie llevaba una guitarra colgada al cuello y daba una patada en el aire. Impresionado por su magnetismo, envió su dosier a los agentes del artista, quienes le permitieron hacer una sesión con él. Así comenzó una larga y fructífera relación profesional y personal.
Bowie vestido y también desnudo
Destacan las instantáneas de la icónica sesión de 1973 donde Bowie posaba con un extravagante traje de Kansai Yamamoto sobre un fondo rojo. Era la época de Aladdin Sane. También encontramos una foto curiosa de un concierto en Japón donde el cantante se desnudó ante el público —tan delgado como era, solo se dejó puestos una especie de calzoncillos de sumo—, y la magnífica sesión de la que salió la portada de Heroes: un Bowie más sobrio, haciendo gala de sus dotes de mimo y rindiendo homenaje al expresionismo abstracto alemán.

La muestra, que avanza cronológicamente, continúa con los viajes de Bowie a Japón, uno de ellos acompañando a Iggy Pop para promocionar el disco The idiot (1977), que él mismo había producido. La foto de la portada del álbum también es obra de Sukita, quien además mantiene una buena amistad con la iguana de Detroit. Hay varias fotos interesantes de Bowie en las calles de Tokio, en distintos momentos, e incluso de su etapa más madura, en los años 2000, cuando el japonés se sorprendió con su nueva imagen, con barba, y también quiso fotografiarlo.

