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Cataluña fue la primera comunidad autónoma que prohibió las corridas de toros hace ya más de una década, en 2012. Las plazas de toros de todo el territorio se cerraron y algunas se convirtieron en edificios históricos de la ciudad, como La Monumental en Barcelona, y otras se reinventaron, como las Arenas de Barcelona, convertida en un centro comercial. A pesar de la prohibición de las corridas, muchos pueblos catalanes todavía celebran fiestas que incluyen a estos animales, como Cardona, Olot y Vidreres, entre otros.
Ahora, ocho de cada diez fiestas de correbous de Cataluña podrían quedar prohibidas si se aprueba la ley que regula las fiestas taurinas y que prevé acabar con algunas modalidades. La iniciativa parlamentaria inaugurará la ponencia en el Parlament este viernes 2 de febrero, donde se debatirá el establecimiento oficial de la propuesta. Según datos del departamento de Interior que ha obtenido la ACN a través de una petición de transparencia, un 85,7% de las fiestas autorizadas entre 2009 y noviembre de 2023 incluyeron toros atados o embolados. Otra modalidad que podrían prohibirse es la de los bueyes en la playa, aunque no se ha registrado ninguno en los últimos 15 años.
¿Qué son los toros embolados y atados?
En la última década y media en Cataluña se han autorizado 2.985 jornadas de correbous. Al menos 1.774 de ellas incluyeron los toros embolados, que consiste en soltar un toro en una plaza o en calles cerradas, con estructuras metálicas encendidas con fuego en los cuernos. Por otra parte, 589 días de espectáculos taurinos tuvieron toros atados, donde se suelta un toro por las calles de una población, atado por los cuernos con una cuerda, con el objetivo de controlar su paso por el recorrido.
Infografía: ACN
El resto de jornadas se celebraron con otras modalidades, como los toros en la plaza, donde se sueltan los animales en un recinto cerrado, construido con barreras de protección y gradas para el público, para evitar que salgan del recinto.
¿Dónde se celebran más fiestas de correbous en Cataluña?
Alrededor de un 90 % de las jornadas taurinas en la última década y media se han autorizado en el Montsià, un total de 1.402, y en el Baix Ebre, con 1.241, las dos comarcas más al sur de Cataluña. El pasado 2023, las únicas cuatro poblaciones de fuera de las Terres de l'Ebre que celebraron correbous fueron Cardona, en el Bages, Vidreres, en la Selva, El Morell, en el Tarragonès, y Mont-roig del Camp, en el Baix Camp. El Deltebre es el municipio del país en el que se han autorizado más días con correbous, con 246 en los últimos 15 años, es decir, una media de 16 por año.
Infografía: ACN