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Todos habíamos visto alguna vez por la ciudad a turistas asiáticos con mascarilla, pero nunca hubiéramos pensado que esto se volvería el pan de cada día para nosotros. Ahora todavía más, ya que se inicia en desconfinamiento y los servicios empiezan a abrir progresivamente. El gesto que era ajeno para nosotros hasta hace un par de meses ahora es una necesidad y un complemento diario para salir a la calle. Pero también debemos tener en cuenta que no todas las mascarillas son iguales, como sabemos, y se han de escoger con atención. Según un informe del Ministerio de Consumo, ha de determinarse correctamente cual es la que debemos utilizar según nuestro perfil y por eso se clasifican en tres tipos con diferencias muy detalladas.
Higiénicas
Las higiénicas son las más comunes, las de tela. Sí que ayudan en la higiene básica que debemos cumplir para salir a la calle y en el distanciamiento. Como han sido foco de varios debates, el Ministerio de Sanidad sí que las recomienda, aunque no sean obligatorias (excepto en el transporte público). Dependiendo de la fabricación y el material puede ser tanto reutilizables como de un solo uso, aunque la recomendación general es no llevarlas durante más de cuatro horas. Como hemos visto, hay multitud de mascarillas rondando por el mercado que no cumplen las garantías sanitarias. Por eso debemos fijarnos en el etiquetado, donde debería especificarse que cumplen la norma UNE 0064 y 0065, según por la cual se verifica que el producto se ha sometido a ensayos que refuerzan el filtrado bacteriano seguro.
QUIÉN? Su uso es recomendable para personas completamente sanas, sin diferenciación de edad, aunque hay tallas específicas para niños. En el caso de estos últimos, un adulto debe supervisar su uso y efectuar la colocación y retirada con las recomendaciones de los expertos (recordamos: nunca tocar con las manos la zona frontal y sacarlas siempre por la parte que se coge a la oreja).
Quirúrgicas
Son las que se utilizan normalmente en los hospitales. Es habitual que no sean reutilizables, aunque lo debe especificar el fabricante, igual que la fecha de caducidad, si tiene. Como con las higiénicas, el límite de tiempo recomendable para llevarlas son menos de cuatro horas porque con la actividad es normal que se ensucien y se humedezcan (en este caso, deben tirarse inmediatamente). Este modelo de mascarilla está pensado para frenar las transmisiones bacterianas que pueden surgir de una tos, un estornudo o la simple exhalación cuando hablamos.
QUIÉN? Principalmente para personal sanitario que esté en constante contacto con infectados o sospechosos. Por otro lado, los mismos pacientes o personas sospechosas de haberse infectado también deberían utilizarla. Se puede conseguir en una farmacia o, recientemente, empaquetadas en grande supermercados. Recordad: Internet no es un mercado fiable. Si compráis en grandes plataformas, aseguraos que en el etiquetado se especifica que el producto cumple con la normativa Europea con el símbolo CE y la referencia a la norma UNE EN 14683.
EPI
Un EPI es un equipo de protección individual. Dentro de las EPIs hay 3 tipos: las FFP1, las FFP2 y las FFP3. Se clasifican así para diferenciar la calidad del filtro de cada una. Las P1 son las más básicas y según crece el número, crece la protección. Opuestamente a lo que pueda parecer, las que tienen una válvula integrada solo sirven para proteger a la persona que la lleva, no a los de su alrededor. Como las otras, deberá llevar especificado en la etiqueta que cumple los parámetros de sanidad europeos: el certificado europeo (CE) y el estándar de calidad (UNE EN-149). Además, podremos saber si son reutilizables si llevan una R. En el caso que indique "NR", no lo serán.
QUIÉN? Como es normal, su uso es preferible para personas que están en constante contacto con positivos o para personas con patologías previas que pueden ver muy afectada su salud en caso de no llevar una protección que filtre bien las partículas contaminantes del aire.
Hay que recordar que las mascarillas son una medida básica pero deben complementarse lavándose las manos correctamente y muchas veces y asegurarnos que no tocamos la mascarilla con las manos. Si no seguimos todas las recomendaciones, la mascarilla por sí sola y llevada de cualquier manera pierde eficacia.