Una nueva serie con Àlex Monner te cuenta la Ruta del Bakalao como no te la han contado nunca

¿Qué sabéis de la Ruta del Bakalao? Si sois de los que alguna vez atravesó la noche valenciana haciendo paradas en discotecas como Barraca, Espiral y Puzzle para que la fiesta durara todo el fin de semana, ya sabéis de qué hablamos. Si sólo pudisteis haceros una idea a través de las noticias alarmantes de los medios generalistas de los años 90, no tendréis una imagen completa. Periódicos y televisiones escondían –porque seguramente desconocían– la vertiente artística y contracultural de esta movida valenciana que nació alrededor de la nueva música que llegaba de afuera. Es cierto que, a medida que la ruta se popularizó y masificó, fue perdiendo ese impulso underground y vanguardista, pero varias iniciativas coinciden en reivindicar este movimiento que empezó a principios de los 80 y fue a morir a mediados de los 90, estigmatizado por las noticias sobre drogas, accidentes de tráfico y otras informaciones truculentas. 

Una de ellas fue el libro del periodista y DJ Luis Costa '¡Bacalao! Historia oral de la música de baile en Valencia 1980-1995' (Contra, 2016), y otra es 'La ruta', la serie original de AtresPlayer que se preestrena en la novena edición del festival Serielizados (22 de octubre, 21 h, Teatro del CCCB). Protagonizada por Àlex Monner, Claudia Salas, Ricardo Gómez, Elisabet Casanovas y Guillem Barbosa, la serie es una creación de Borja Soler y Roberto Martín Maiztegui, y tiene capítulos dirigidos por Belén Funes y Carlos Marqués-Marcet. Además de una sesión moderada por el autor de '¡Bacalao!', Serielizados ha montado también una fiesta de clausura en el Pati de les Dones del CCCB con sesiones de música bakala a cargo de DJ y músicos de la época. Y para colmo, el Nitsa del Apolo habrá preparado una programación de música makina.

Décadas después, la ruta llega a Barcelona. 

Un DJ de éxito

En 'La Ruta', Àlex Monner Marc Ribó, un DJ de éxito al que conocemos en 1993, en una masificada Ruta Destroy, y a quien seguiremos a través de los diversos capítulos, que dan marcha atrás hasta llegar a 1981, cuando él y sus amigos de Sueca (Toni, Núria y Lucas) entran por primera vez en Barraca. “Pocas veces he tenido que hacer un flashback tan heavy, de doce años, y eso me ha permitido explorar muchos personajes diferentes dentro de un mismo personaje”, dice Monner.

“Es como decirle al espectador: esto es la Ruta que tú conoces, que está cargada de prejuicios, más oscura, de final de etapa, y poco a poco ir contando la Ruta como nadie te la ha contado, la gente de mi generación no sabe que nace de un lugar de intercambio artístico, de una escena de gente que, como dice la serie, hacían ver que molaban tanto que acabaron molando”, explica el actor. Y reconoce que antes de este proyecto esto es todo lo que sabía: “Que era un grupo de gente que hacían una ruta de siete u ocho discotecas, que se pasaban todo el fin de semana metidos en el coche y escuchando música, que eran como un grupo de desfasados, que se inventaron el parkineo y que se pasaban horas y horas de farra. Eso y cuatro canciones de Chimo Bayo y Paco Pil, pero no sabía que había gente como Fran Lenaers que fueron pioneros, en el 'disc jockeing' a escala europea o al menos española, que se dedicaron a importar el primer tecno que se hacía en Estados Unidos, en Bélgica y en Alemania, fueron los primeros que empezaron a pincharlo en España, yo creo que esto descolocó bastante a la gente y por eso la peña venía desde Cataluña, Madrid y el País Vasco y desde todas partes, porque la música que se pinchaba y el ambiente que había eran superúnicos”.

Intenté hacer de DJ este San Juan en el Rachdingue y pinché como el puto culo, porque no tengo ni idea, fue horrible y muy divertido

Lo único que sabía Belén Funes antes de hacer esta serie era que había buses que salían de su pueblo para ir a Valencia: “Eso y lo que contaba la gente mayor, que era la parte más truculenta, que se comía todo lo demás”. “Yo recuerdo que hacia el final ya se había disociado y se veía como algo más chungo, pero a partir de amigos valencianos a los que les gustaba la música electrónica, supe que había sido otra cosa y que en sus inicios estaba vinculada al rock industrial, y que eso de reivindicar la Ruta es algo que ya se está hablando desde hace tiempo”, explica Marqúes-Marcet. “Yo conocía la expresión de la Ruta del Bakalao más como metáfora que como otra cosa...”, dice Elisabet Casanovas, que interpreta el papel de Núria, un personaje que representa la parte más artística del movimiento, la que va asociada a la moda, el diseño y la cartelería.

La ruta nace en los pueblos

Uno de los aciertos de la serie es que oímos a los personajes hablando en valenciano. “Yo creo que le aporta un toque realista y genuino, porque por la razón que sea en las ficciones no estamos acostumbrados a oír a la gente hablando nada que no sea castellano central, hay todo un trabajo para eliminar los acentos y estandarizarlo todo y ojalá sirva para descentralizar el idioma, ya que vivimos en un territorio especialmente rico en esto”, explica Funes. “Es que la Ruta nace en los pueblos”, aporta Casanovas. “Y si hubiéramos sido cien por cien realistas, todavía sería mucho más en valenciano”, asegura Marqués-Marcet. “Los americanos lo tienen muy claro, escuchas las series y tienen acentos”, continúa. “Es que es tan gustoso ver algo que ocurre en un lugar concreto y que puedes ubicar, porque entonces hay una identidad y una profundidad, entiendes un lugar”, dice Casanovas. “Y una sonoridad bonita”, dice Marqués-Marcet. ¿Lo particular es lo universal? “¡Solo lo particular es universal!”, recalca Casanovas.

Lo que ha hecho historia es la mala prensa, pero lo más guay de la serie es que es un viaje a cuando esto era un medio secreto entre algunas personas

Sin embargo, los personajes de la serie no están basados ​​en personas concretas, sino que son una recreación de diversas tipologías de personajes que habitaban la Ruta. Monner, por ejemplo, ha tenido a Fran Lenaers como referente en lo que a técnicas de DJ se refiere. “Se volcó muchísimo en la serie, no solo estaba de 'consultant', sino que nos dejaba todos sus aparatos, él fue el que más me enseñó”, explica un Monner que trató de hacer de DJ en el Rachdingue este San Juan. “Pinché como el puto culo, porque en realidad no tengo ni idea. Los de la fiesta me dijeron, 'tío, pinchas fatal'. Fue horrible y muy divertido”, ríe.

Viaje hacia la luz

Lo primero que te encuentras en la serie, el capítulo 1, es un grupo de amigos en un momento extraño de su vida, es un episodio crepuscular. Han vivido muchas cosas juntos, pero todavía no las conocemos. Como decíamos, la serie es anticronológica: empezamos en 1993 y acabaremos en 1981. “Darte cuenta de que a medida que va avanzando la serie el movimiento es cada vez más moderno aunque el tiempo vaya hacia atrás sí que me parece interesante –dice Funes –, porque más allá de un movimiento underground también es un movimiento de comunidad, un lugar derae encuentro entre diversas clases sociales, algo que no ocurre hoy en día; y también había cabida para la comunidad LGBTIQ+, cosa que no ocurrirá años después. Lo interesante es que cuanto más atrás vayamos en el tiempo, el movimiento es ideológica y políticamente más moderno”, asegura. “Lo que ha acabado haciendo historia es la mala prensa, pero creo que lo más guay de la serie es que te propone un viaje a cuando esto era un medio secreto entre algunas personas”, añade. “Y es un viaje hacia la juventud, hacia la luz”, dice Marqués-Marcet. “Un viaje de la oscuridad hacia la luz”, remacha Casanovas.

Dónde van cuando salen de marcha...

Àlex Monner

“Una de las últimas fiestas que más he disfrutado es un concierto de La Élite en la sala Meteoro (Paseo de Montjuïc, 72)”, asegura Monner: “Es una sala muy pequeña, pero mola mucho, hacen conciertos y DJ sets, una programación muy flexible, mucha de gente de Barcelona. No he salido demasiado este último año, pero la última buena fiesta que me pegué fue ahí”. Que no se hable más, pues.

Belén Funes

“Estoy escribiendo una película de una niña que se mueve en el mundo de las 'raves' y para mí es un revival, me gusta que sea gente que se junta fuera de este mundo de discotecas donde miran si llevas bambas o zapatos y que siempre he odiado”. Ahora bien, para enterarse de cuándo y dónde se hacen estas 'raves', es necesario seguir un canal de Telegram que no podemos publicar. ¡Investigad!

Carlos Marqués-Marcet

Marqués-Marcet ha sido padre y ahora no sale demasiado, pero se decanta por fiestas en casas okupa y conciertos. “Donde sí iba mucho es a bailar salsa en el Diobar (Marqués de l'Argentera, 27) los viernes y era muy guay porque hay una banda en directo, haces unas birras... ¡La salsa lo cura todo!”

Elisabet Casanovas

Elisabet Casanovas se sumaría al plan de las raves clandestinas de Belén Funes y dice que lo que más le gusta es ir de festival a ver a sus grupos favoritos, pero si tiene que elegir una sala se queda con El Pumarejo (Av. del Carrilet , 187, L'Hospitalet de Llobregat), que se define como “refugio cultural”. Este octubre se podrá ver Ariox y Galgo Lento.

Todos

¿Reconocéis el terciopelo rojo de las fotos? Es el del Rouge del Poble-sec (Poeta Cabanyes, 21), mítico club y coctelería que acaba de reabrir renovado pero manteniendo la esencia original. Aquí es donde hemos reunido a Àlex Monner, Belén Funes, Carlos Marqués-Marcet y Elisabet Casanovas para hablar de una serie tan nocturna como 'La Ruta'. Cerca del Lliure, Apolo, Paral·lel 62 y El Molino, y regentado por algunos responsables del Serielizados Fest, está llamado a recuperar su estatus de punto de referencia de la noche barcelonesa a base de cócteles de autor, sesiones de DJ y otras propuestas culturales.

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