Un agujero negro que cada domingo por la mañana desde hace años se nutre de la rareza y chupa la sangre a coleccionistas de revistas porno de los 80, cazadores de libros prehistóricos, lectores de 'Roberto Alcázar y Pedrín', 'nerds' del manga... En el mercado de Sant Antoni, extraterrestres de todas las generaciones y tipologías se mueven en un oleaje constante de caspa y gafas de culo de vaso. Cambió de ubicación, pero ni esta mudanza provisional ha modificado el continente: el Dorado del frikismo catalán.
Soy un 'freak' y me encanta. Me enorgullezco de pertenecer a esta familia disfuncional, me siento más cerca de Cañita Brava que de Joel Joan, leo cómics de hombrecillos en pijama que marcan paquete, y creo de verdad que Barcelona tiene una deuda con Toni Rovira y su programa de 25 TV. Me meo en las connotaciones negativas del término. Ser diferente no es pecado, sino al contrario: si no fuera por la gente que camina por los márgenes y desafía las convenciones, el mundo sería un funeral y no precisamente el de Mandela. Barcelona ha sido desde siempre una cantera inagotable de frikis. 'Otakus', 'emos', 'nerds' y 'geeks' de nueva generación conviven con artistas de variedades venidos de otra dimensión y travestidos mediáticos pertenecientes a la vieja guardia. El caldo es variado, abasta todo tipo de tipologías y hay sitio para todos. Si exploráis bien, comprobaréis que la geografía fantasma de la ciudad todavía esconde trincheras beligerantes con el 'mainstream' donde la extravagancia es la ley: tiendas de ropa fantástica japonesa, bares imposibles, librerías frikis, karaokes punks, restaurantes vampíricos... Esta guía es un homenaje a quienes nos resistimos a madurar, a los que, como Toni Rovira, creemos que todo el mundo lleva un artista dentro. No tengáis miedo de esta Barcelona paralela, reíros con Miguel Noguera, cantad con Rachel Arieff, ¡celebrad la diferencia! Porque ser 'freak' al fin y al cabo es ser lo que quieres, cuando quieres y donde quieres sin rendirle cuentas a nadie, y esto tiene un valor incalculable. Repetid conmigo: "Soy un freak y me encanta".