La Cala Sant Francesc, también conocida como Cala Bona, está situada en las afueras del centro de Blanes y es una pequeña playa muy acogedora de la Costa Brava, apta para todos los miembros de la familia. Esta cala semiurbana, rodeada de bosque de pinos y viviendas, hace unos 200 metros de longitud y unos 35 de anchura. Por sus dimensiones y facilidades de acceso es ideal para ir con familias. La arena es fina, pero, suele entusiasmar los niños porque está llena de grupos rocosos de diferentes medidas y las posibilidades de juego son infinitas. A la izquierda de la playa se extiende una zona larga de rocas ideal para practicar snorkel con poca profundidad.