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Bar Andorra
Irene FernandezBar Andorra

Una Barcelona auténtica y diferente

Descubrid la ciudad que no sale en las guías y huye de las postales

Escrito por
Sebastià Portell
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Un paseo por los rincones que inspiraron a artistas, por bares únicos, por la música que no lo peta en la radio, por fanzines que alteran pulsaciones. Un recorrido por las calles, libros, documentales, bares, personas y discos que hacen la ciudad más auténtica y divertida. Barcelona, en femenino y plural.

Que conozcas la Fuente Mágica de Montjuïc y el Park Güell es fantástico, nena. No seré yo quien te diga que no. La Rambla es divertidísima, y siempre es entretenido soñar con la ropa que nunca comprarás en los escaparates del paseo de Gràcia. Lo que pasa es que hay otras Barcelonas que vale la pena conocer, Barcelonas en femenino y plural, con una B mayúscula bien grande al principio, y si quieres saldremos a pasear por ella.

Claro que sí: cógeme de la mano bien fuerte. Huiremos de la postal y recorreremos algunas de las calles, libros, películas, personas y discos más genuinos de la ciudad que nunca duerme la siesta porque siempre encuentra 30 cosas mejores para hacer que dormir.

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Cócteles y amor
  • Bares y pubs
  • Coctelerías
  • El Raval
  • precio 2 de 4

Pasaremos por el Club Caribbean, en la calle de las Sitges, en pleno barrio del Raval. Juanjo, el barman más carismático y apasionado de Ciutat Vella, nos hará y nos explicará unos cócteles que curan todos los males dentro de aquel rinconcito de mundo que parece una cabina de barco revestida en madera y pósters tropicales. La mejor manera de coger el timón de tu vida, a veces, es empezar o acabar el día con uno de los cócteles hechos con amor y granadina que sirven.

Promiscuidad
©Jack Bernal

Promiscuidad

Lo haremos todo a ritmo de Pentina’t Lula, el grupo compuesto por las reinas del rock de garaje Anna y Laia Pantinat, hermanas de sangre y letra y música, y Lula Thomas. Canciones dedicadas a verdades esenciales, como la necesidad de ser promiscuos con personas de avanzada edad, la psicosis que invade la calle cada Diada de Sant Jordi, la existencia de piernas calvas o el hecho evidente que por ser buenas chicas tenemos que escapar del rock como si lo hiciéramos de la peste bubónica

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Faralaes y bigotes
time out

Faralaes y bigotes

Pero no todo tiene que ser mover el esqueleto, animalito. La Barcelona que te quiero enseñar también tiene aquel aire ilustrado. Hablaremos de Ocaña, por ejemplo. La diva 'drag', o 'trans', la artista de la performance y del 'papier-mâché' más valiente que jamás haya pisado la Rambla, a quien Ventura Pons le dedicó el documental 'Ocaña. Retrato intermitente' (1978). O del sublime recorrido histórico, del blanco y negro al technicolor, que dibuja 'Transbarcelonas' (2016, Bellaterra), de Rafael Mérida. ¿Ves como Barcelona se escribe en femenino y en plural? Las catalanas vestidas de faralaes me pueden llegar a gustar, siempre que lleven bigote y tacones del 42.

  • Lugares de interés
  • El Raval

O bien haremos una parada estratégica en el Espai Mallorca de la plaza de Vicenç Martorell, el reducto insular por excelencia en la ciudad, y allí compraremos el 'Míster Evasió' (1969), de Blai Bonet. Aquella novela mítica que todo el mundo admira y que casi nadie ha llegado a tener en las manos. Un deambular por el Barrio Chino, por la Barceloneta del Somorrostro y de los gitanos y de los curas, con Carmen Amaya bailando entre líneas como si no hubiera un mañana. Más o menos lo que ha hecho ahora Martí Sales desabrochándose 'La cremallera' (Males Herbes, 2016), un poema-novela que camina, donde conviven Amancio Ortega y el genio mallorquín, de Felanitx, del Eixample: Miquel Bauçà. O lo que construyó, más o menos, la Víctor Català de 'Un film (3000 metres)' (Club Editor, 2015), un libro que es película y que nos recuerda que el lado más bestia de la vida tiene una larga tradición en el corazón de la Ciudad Condal.

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Mapa emocional
© Colita

Mapa emocional

Una ciudad que se escribe tiende a no borrarse jamás. Y si no, que se lo digan al Terenci Moix de la novela 'El dia que va morir Marilyn' (1969, Edicions 62), el despertar sexual y político de un barrio, de un mapa emocional, de un paisaje que durante demasiados años había permanecido adormecido. O en las calles que recorren las novelas siempre al punto de Lluís Maria Todó: desde los locales de ambiente y el Liceu como epicentro marica en 'El joc del mentider' (1994, Egales) hasta la Barcelona de la heroína y de los chaperos de 'L’últim mono' (2015, Club Editor).

De fanzines va la cosa

De fanzines va la cosa

Y para que veas que esto de las letras catalanas tampoco tiene por qué se algo serio, hojearemos las propuestas de fanzines y cómics más punkis y contra todo y a favor de sí mismos que te puedas echar a la cara. Créeme, florecilla: ¿todavía no conoces el fanzine 'Cor pelut' que impulsa la poeta Maria Cabrera con toda la tropa, lleno de poesía y escatología e ilustraciones entre divinas y horrorosas? ¿O 'Hegemonia persecutòria' (2016, Males Herbes), el recopilatorio de tiras cómicas, políticas, absurdas, lo que sea que sean, que Roger Pelàez ha ido publicando, con una indecencia admirable, aquí y allá durante años?

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Manolo del Brossa

Manolo del Brossa

Si no, tampoco te preocupes: apunta y seguimos adelante, hacia una de las personas más emblemáticas de la Rosa de Foc. ¿Qué sería del Born sin Manuel Trullàs (1950), Manolo, mítico taquillero de La Seca Espai Brossa hasta el año pasado, cuando se jubiló? Un maestro de la conversación lúcido y divertidísimo, capaz de enlazar teatro con pesebrismo, cine con diseño, Liz Taylor con modernismo arquitectónico catalán. Los del Premio Butaca no se han podido aguantar y le han dado el Premio de Honor, merecidísimo.

  • Restaurantes
  • El Gòtic
  • precio 2 de 4

Tampoco es necesario que nos movamos del Born: nos asomamos al Bananas, justo al lado del Born CCM, y nos tomamos unos margaritas mientras esperamos que nos den mesa. No has visto nunca neones tan brillantes, tan de Las Vegas y tan de aquí, como los de las palmeras de plástico del Bananas. Con un poco de suerte saludaremos a Rossy de Palma, que es una habitual, y cruzaremos los dedos para que nos sienten al fondo, que es donde esconden los tigres de porcelana fina.

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