Oysters Menorca rinde un elegante tributo al mundo marino y se resume con tres palabras clave: ostras, caviar y champán. Detrás del proyecto están los interioristas Pol Castells y Benito Escat, junto al especialista en ostras Tobias Kruijssen, quienes inauguraron su primer local en Mahón antes de desembarcar en Barcelona. Aquí, el producto del mar es el centro absoluto de atención, trabajado con sutileza y destreza.
Su imponente barra de seis metros es el escaparate perfecto para manjares excepcionales como la centolla real, los langostinos gigantes, los bogavantes y, por supuesto, el caviar Benoît y las ostras del Mediterráneo, Cantábrico, Atlántico, Mar del Norte y Báltico. Atención también a la carta líquida —cócteles reinterpretados con precisión— y a la de postres, donde destaca la tarta de queso menorquín. Sofisticación gastronómica a precios no astronómicos.