Time Out en tu buzón de entrada

Buscar

Artemi, el cambrer abstemi

  • Teatro
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
'Artemi, el cambrer abstemi'
Foto: Desirée Gómez'Artemi, el cambrer abstemi'
Publicidad

Time Out dice

3 de 5 estrellas

El Col·lectiu Pedant a Missa i Repicant, con cuatro integrantes de La Ludwig Band, estrena una voluntariosa pero limitada fábula de bar con aires de musical

Artemi es un chico que, prácticamente, ha nacido en un bar de barrio. De un día para otro, con la muerte del hermano mayor y el padre impedido, se ve obligado a sacar adelante el negocio. No tiene ganas, quiere venderlo, pero las obligaciones bancarias hacen que no tenga otra opción. En su primer día, una mujer le propone ayudarle económicamente si le cede un sitio para hacer contrabando de alcohol, con lo que tendrá un ingreso extra que le permitirá salir del pozo y, tal vez, deshacerse del local.

Este es el argumento de 'Artemi, el cambrer abstemi'. En el escenario, tenemos al protagonista (Lluc Valverde), una camarera (Helena Barba) y la misteriosa negocianta (Louise Good). Al lado, un 'power trío' instrumental, con Gabriel Bosch, Roger Cassola y Quim Carandell, que también intervendrán en la pieza. De entrada pinta bien: cuatro miembros de La Ludwig Band, un espacio acogedor, una historia de bar... Pero aquí hay más voluntad que resultado. Hay más teatro que canciones. Y a todos les queda un buen trecho antes de dedicarse a la interpretación con solvencia profesional.

Cuando se sueltan, cuando olvidan que hacen teatro, cuando se desfasan, rompen paredes, prejuicios y fronteras

De entrada, porque son dos horas algo alargadas para dar vida a un texto tan sencillo dividido en un prólogo y tres actos. Hasta el final de la segunda parte, de hecho, cuando es la camarera quien se pone debajo del foco, la función no alza un poco el vuelo. Ensarta una serie de temas cortos fantásticos.

Cuando se sueltan, cuando olvidan que hacen teatro, cuando se desfasan, el llamado Col·lectiu Pedant a Missa i Repicant rompe paredes, prejuicios y fronteras. Antes, una historia delgada escrita en verso sin demasiada gracia y unas actuaciones que no alcanzan lo mínimo deseable. Luego, algo más de lo mismo, pero con el sabor dulce de un poco de juerga.

La historia, firmada por Carandell y Valverde, es muy propia de las que han hecho despegar La Ludwig Band entre lo mejor de la música popular del país. Todo tiene aroma de 'Contraban', o de 'Manela, no vull currar per vostè'. Pero no es suficiente para hechizarnos durante dos horas, pese al magnetismo de Carandell y Valverde y las dotes vocales de Barba.

Sin embargo, 'Artemi, el cambrer abstemi' es un inicio prometedor. Con la ayuda de un dramaturgo profesional, seguro que habrían volado más arriba. Deberían probarlo de nuevo. Valverde tiene madera de actor.

No te pierdas la lista de las obras recomendadas que hay en la cartelera ahora mismo y recuerda que el 16 de marzo es un día muy importante para los teatros catalanes: ¡Vamos a llenar todas las localidades bajo el lema Cap Butaca Buida!

Andreu Gomila
Escrito por
Andreu Gomila

Detalles

Dirección
Precio
18-25 €
Publicidad
También te gustará
También te gustará