Si versiones, aunque sea muy parcialmente, una obra clásica de la potencia de la 'Ilíada' corres un riesgo considerable. Si te inspiras de forma transparente, también. Porque es muy fácil que el espectador piense que se queda con el original, que los experimentos, mejor con gaseosa. Pero lo que hace Alberto Conejero con Homero es otra cosa, más profunda, ya que se apropia de la poética del texto para hacerlo contemporáneo a partir de un episodio concreto, la relación entre Aquiles y Patroclo, que Platón pone como ejemplo de amor romántico en 'El banquete'.
Patroclo no es un personaje menor. Homero recurre a él a menudo. Lo pone también en 'Odissea'. También aparece en el 'Troilo y Crésida' de Shakespeare. Y su iconografía, en época griega y romana, hasta el Renacimiento, es numerosa.