Non solum
Foto: Poliorama | Non solum
Foto: Poliorama

Las obras de teatro recomendadas de la cartelera de Barcelona

Seleccionamos las mejores representaciones de teatro, danza y comedia que hay actualmente en la cartelera de Barcelona

Andreu Gomila
Publicidad

Desde espectáculos más pequeños a grandes producciones, de monólogos a musicales alucinantes... La cartelera de teatro de Barcelona es potente y ofrece shows para todo tipo de público. Si te preguntas cuáles son las mejores obras que se pueden ver en nuestros escenarios, hemos hecho una selección de las piezas que no hay que perderse de ninguna de las maneras: ¡y no te despistes demasiado, que te puedes quedar sin entradas!

NO TE LO PIERDAS:

🎭 Los mejores musicales y las mejores obras de teatro infantil en Barcelona 

🎤 Lugares de Barcelona donde ver 'jam sessions', 'open mics', comedia y otros espectáculos de pequeño

Clica aquí si quieres más información sobre nuestros estándares editoriales y nuestras directrices éticas para crear este contenido

Las mejores obras de la cartelera de Barcelona

  • Sants - Montjuïc
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

El conflicte entre generacions és l'origen del teatre. Basta recular a L'orestea, avançar fins a Rei Lear i acabar, per exemple, en L'herència o Tots ocells per tenir-ho encara més clar. D'una manera o altra, les relacions entre pares i fills, de sang o d'adopció, mou trames i passions. Ramon Madaula s'ha fet seu el gran tema en diverses obres, com Adossats o Els Brugarol, sempre des de la comèdia. I Loop és una obra diferent, força lluny, per sort, d'aquestes dues.

D'entrada, no tinc clar que sigui una comèdia, sinó més aviat un drama amb totes les de la llei. Bé, no esperin cap trama com les de les obres citades més amunt, però és una funció que demostra, ja des del títol, que el xoc generacional ve de lluny, que es repeteix sense parar al llarg de dècades, segles i mil·lennis, que ja naixem sabent que els progenitors ens faran la punyeta i que nosaltres farem el mateix amb la nostra descendència. Madaula ho porta a escena amb un muntatge paral·lel entre el present, amb un pare (ell mateix) i una filla (Júlia Genís) que es discuteixen, i el passat, amb el mateix pare convertit en fill i la filla que esdevé la seva àvia.

  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Después de ver Mesures extraordinàries sería fácil trazar un triángulo entre la comedia negra de Yago Alonso y Carmen Marfà con Aquelles que no han de morir de Las Huecas y Ramon de Mar Monegal. Para empezar, porque con la primera comparte el espinoso tema de qué hacer cuando muere un familiar cercano, todo lo que cuesta enterrarlo y el negocio que hay detrás. Son dos obras muy distintas, pero hablan de lo mismo y llegan a conclusiones parecidas. Con la pieza de Monegal, la conexión es a través de Francesc Ferrer, que aquí se llama Toni y allí era Ramon, un hombre de mediana edad obligado a volver a casa de sus padres como un fracasado. El uno y el otro son muy parecidos, y Toni podría ser Ramon diez años después, con una hija adolescente a su cargo y un padre al que enterrar con poca liquidez en el banco.

Alonso y Marfà estrenaron una especie de versión previa de Mesures extraordinàries en la sala Flyhard en 2022 con un título más directo: Instruccions per enterrar un pare. Y era la única de las obras del dúo que no había dado el salto al teatro comercial, a diferencia de Ovelles y La pell fina. Hace tres años, con Eduard Buch, Sara Diego y Teresa Vallicrosa en lugar de Ferrer, Mia Sala-Patau y Mercè Arànega, el montaje funcionaba muy bien como un trabajo indie, atrevido, una comedia negra que, como sus otras obras, tenía un fuerte componente generacional y social, con el foco puesto en la herencia y el cierto fracaso social de la generación que ronda los 40, que no ha conseguido vivir mejor que sus padres.

Publicidad
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Hoy en día es complicado escribir una comedia romántica que no nos dé la sensación de que ya la hemos visto. Se han hecho tantas, en el teatro y en el cine, con Hollywood como la meca de un género que ha llenado de referentes a varias generaciones de seres humanos. Kramig no pretende ser muy diferente: tenemos a Toni (Biel Duran) y Laia (Anna Moliner), que se conocen por Tinder, se entienden, comienzan una vida en común y les pasan cosas. Son muy distintos, hasta el punto de parecer arquetipos. Él es supersticioso, desganado y habla ocho veces al día con su madre. A ella le encantan los peluches de Ikea, es antinormativa, pero quiere casarse sí o sí.

Marta Buchaca ha escrito y dirigido una obra muy de su universo, donde nada es lo que parece y sobrevuela un cierto tono oscuro. Así que ya podemos anticipar que la vida de Laia y Toni no transcurrirá plácidamente hasta que tengan su primer hijo. La autora ha construido la pieza sin seguir un hilo lineal, sino que la función avanza y retrocede continuamente. Pero el presente también es un artificio, porque nos tiene reservada una sorpresa. Este también es un elemento arquetípico de la comedia romántica contemporánea: el plot twist, el giro de guion que echa litros de vinagre en el aceite, aunque sin perder nunca la sonrisa.

  • El Raval
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Hay un momento de Non solum en el que de verdad te crees que en el escenario hay cerca de 90 personas que tienen la misma cara, la misma camisa y los mismos pantalones. Cada uno de ellos tiene sus particularidades. Hay uno que dice que es lampista, otro que trabaja en el catastro, otro que posee un ego magnífico, otro que es un fan incondicional del alioli... Y así hasta cerca de 90. La cuestión es que, en el teatro, solo hay un actor: Sergi López.

Hace veinte años, López estrenó en Temporada Alta este espectáculo sobre un hombre que entra en una casa para trabajar a raíz de un ligue y, poco a poco, va abriendo la puerta a distintos hombres que van al mismo lugar que él sin saber por qué. Entonces, para muchos, era un actor de Vilanova i la Geltrú que había ganado un César de la academia francesa, que aparecía aquí y allá en películas de autor del norte de Europa, en alguna de aquí. Y poca cosa más. Los teatreros lo miraban un poco por encima del hombro. Unos años después pasó por el Nacional y puso en marcha una gira interminable de Non solum en tres lenguas (catalán, castellano y francés) que se frenó hace unos cinco años, quizás cansado de repetirse.

Publicidad
  • El Poble-sec
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Els ocells supuso un antes y un después para La Calòrica, sobre todo a nivel estético, porque por primera vez, entonces en la Beckett, pudieron levantar un montaje a la altura de sus posibilidades. Porque cuentan con unos actores y actrices magníficos, muy finos con la sátira, con la comedia descarada, un dramaturgo de primera y un director que aspira a las grandes ligas. Seis años más tarde, tras De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda, una inmersión en el conflicto climático y en su vida como compañía, y Le congrès ne marche pas, una fábula sobre los fundamentos capitalistas de nuestro mundo, vuelven a volar.

Y lo hacen con una obra, La brama del cérvol, que, cuando crees que ya no puede ir más lejos, da otra vuelta de tuerca para alcanzar la cima, en el mismo Teatre Lliure, con Alberto (Aitor Galisteo-Rocher), un director de escena veterano, llorando desconsoladamente porque ha robado mucho, ha robado tanto. Las escenas que hablan del mundo teatral local, incluidos ellos mismos, desmontan mitos, refuerzan otros y hacen que tanto el recién llegado como el que lo conozca de cerca no puedan parar de reír.

  • Vila de Gràcia
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

La racha de Victoria Szpunberg es remarcable. En dos años, ha estrenado tres piezas memorables, la última de las cuales, 'L'imperatiu categòric, ha aterrizado en el Lliure con dos intérpretes, Àgata Roca y Xavi Sáez, que defienden con uñas y dientes un montaje complejo que parte de la experiencia de la autora a la hora de buscar piso en Barcelona, un drama, pero que sabe elevarse por encima de la situación y ofrecernos toques de comedia ácida, muy británica, que convierte la obra en una función deliciosa, de primerísimo nivel.

En 'El pes d'un cos' (TNC, 2022), Szpunberg ya se fijaba en una mujer madura y sola que debe hacer frente a la pérdida del padre. Añadía elementos metateatrales, música y otorgaba todo el protagonismo a una actriz, Laia Marull, que sabía cómo cargar con ello, una soledad sinfónica. Aquí, con padre ausente y recién separada, Roca encarna a una profesora de filosofía que tiene quince días para abandonar el piso donde lleva más de una década viviendo, comprado por un fondo buitre. Se acerca a la cincuentena y no tiene ni trabajo fijo. Los hombres, todos con la piel de Sáez, son unos cafres que se ríen de ella y quieren aprovecharse de su aparente debilidad.

Publicidad
  • El Raval
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Travy es el nombre de una saga de actores y actrices. Como la de la familia de Oriol Pla. Este levanta el vuelo tras años de rodar con los padres y la hermana. Tiene la oferta de crear un espectáculo en un gran teatro de la ciudad, el Lliure. Y lo quiere hacer con su familia. Y se ponen manos a la obra. ¿Qué hacer? Una obra contemporánea o un clásico, que siempre funciona, sentencia Quimet Pla. Realidad y ficción se funden en este brillante debut de Oriol Pla en la dirección con un Quimet Pla maravilloso recitando Hamlet mientras se hace una minitortilla.

'Travy' es un caos ordenado (perdonen el oximoron). Magníficamente ordenado por la dramaturgia del director, de Pau Matas, y donde se ve la mano de Jordi Oriol. El caos de unos payasos que hacen reír pero también hielan el corazón. 'Travy' es un tierno y divertido homenaje, una carta de amor de un hijo a sus padres donde se asoman los parientes de Vladimir y Estragón y los alocados clowns de los Colombaioni en una propuesta salpicada de Commedia dell'Arte y bastante más profunda de lo que pueden sugerir los rostros encalados del matrimonio Plan / Solina. Imprescindible.

Los musicales de la cartelera

  • Musical
  • El Poble-sec
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Aunque el foco caiga a menudo sobre los dos amantes del musical, Blanca (Alèxia Pascual) y Saïd (Jordi Garreta), 'Mar i cel' es un espectáculo muy coral, donde hace falta un buen reparto y donde todo el mundo tiene algo que decir durante las cerca de tres horas de función. La pareja es central, pero sin un buen Idriss (Berta Luna), un buen Ferran (Eloi Gómez), una buena Teresa (Clara Renom), una buena María (Candela Díaz), un buen Hasén (Albert Gràcia) y un buen Joanot (Abel García) es imposible que el espectáculo despegue.

Y no sé si es porque recordaba bastante el montaje de 2014 que en el último 'Mar i cel' he encontrado que lucían más los secundarios que los personajes principales. No es que tengamos una Blanca y un Saïd inferiores a los anteriores en general, pero sí creo que Roger Berruezo y Ana San Martín, en lo que se refiere a la voz y la interpretación, nos llevaban a otro sitio. Y es que la magnífica partitura de Albert Guinovart es intrincada.

  • El Raval

La Cubana presenta su nuevo espectáculo, El amor venía en taxi, un musical que se podrá ver en el Teatre Romea de Barcelona a partir del 17 de septiembre de 2025. Este montaje es un homenaje al teatro aficionado de Cataluña, destacando su importancia en el tejido cultural del país. La compañía ha elegido la comedia El amor venía en taxi de Rafael Anglada como base para esta producción, que promete combinar elementos musicales con los característicos de La Cubana: humor, sorpresas, participación del público, color y un ritmo desenfrenado.

Las entradas para las funciones ya están disponibles. Se recomienda consultar la programación y adquirir las entradas con antelación para asegurarse un lugar en este espectáculo. Para más información sobre fechas, horarios y precios, podéis visitar la página oficial del Teatre Romea.

Publicidad
  • L'Antiga Esquerra de l'Eixample

El mítico musical The Rocky Horror Show regresa a la capital catalana en su versión original en inglés, con subtítulos en castellano. Esta producción internacional, protagonizada por el reconocido Jason Donovan, podrá verse en el Teatre Coliseum durante varias funciones limitadas, ofreciendo al público la oportunidad de vivir esta experiencia única que ha triunfado en todo el mundo.

Con un elenco de quince intérpretes y música en directo a cargo de la Rocky Horror Band, este espectáculo mezcla ciencia ficción, terror, comedia y rock’n’roll. Además, como es tradición, el ambiente festivo invita al público a participar activamente y a lucir los disfraces más extravagantes. La producción, dirigida por Christopher Luscombe, llega directamente desde el West End de Londres, con la garantía de un montaje fiel al espíritu original.

Recomendado
    También te gustará
    También te gustará
    Publicidad