Cacophony
Sala BeckettCacophony
  • Teatro
  • Crítica de Time Out

Reseña

Cacophony

4 de 5 estrellas
Anna Serrano dirige un joven e inspirado conjunto de actores y actrices que llevan a escena un texto de la británica Molly Taylor sobre la presión de las redes
Andreu Gomila
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Time Out dice

“¿Importa tanto la mentira?”, se pregunta al final de 'Cacophony' Tolu (Chelís Quinzá), cuando ya una apisonadora ha pasado por encima de su amiga Abi (Clara de Ramon). Ella ha pasado del anonimato a la gloria mediática en cuestión de días. Y tan rápidamente como despegó, se despeña. ¿Por qué? Porque no dijo del todo la verdad.

'Cacophony' es una obra terriblemente contemporánea, que Molly Taylor escribió en 2018 para una compañía casi adolescente, el Almeida Young Company, que en Barcelona ha estrenado a Anna Serrano con una tropa también joven y virtuosa. En Londres eran dieciséis actores y actrices. Aquí, siete. Sin embargo, se desempeñan bien cambiando de roles y dotando de un dinamismo fulgurante a la pieza, que avanza con un ritmo veloz, tanto como el impacto de las noticias, los éxitos y los fracasos, en el mundo virtual.

Los actores y actrices dotan de un dinamismo fulgurante a la pieza, que avanza con un ritmo veloz

Taylor, especialista en teatro comunitario, ha escrito una pieza de arquitectura compleja, que termina así como comienza. En los primeros compases de la función ya sabemos cómo finalizará (Abi ha desaparecido) y solo añade algún extra al final, de carácter subjetivo, mientras va desplegando la historia y enriqueciendo a los personajes. En medio, el ascenso y el derrumbamiento de una chica con ideales, feminista, que sufre el atropello de una amiga en una manifestación y explica lo que siente.

Abi no es fiel a los hechos y, aunque lo que denuncie sea totalmente defendible y lícito, su falta es elevada a pecado capital por una redes con ansia de carnaza. Todo le pasa por encima. Y ni los más íntimos resisten a la presión. En el fondo, es una pieza nietzschiana, que explora los límites entre la verdad y la mentira y que Tolu expresa a la perfección con su pregunta.

Es una pieza nietzschiana, que explora los límites entre la verdad y la mentira

Todos los intérpretes juegan muy bien sus cartas, dirigidos con libertad por Serrano, que se gradúa con nota como directora. Transforma la Sala de Baix de la Beckett con una escasa escenografía y sabe poner los acentos donde toca. Solo hay un pero: en Londres, Bruna (Clara Sans), la amiga atropellada, se llamaba Tash y era afrodescendiente, como otros actores y actrices de la compañía, lo que añadía un matiz a las proclamas de Abi. En la Beckett, eso se pierde.

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Detalles

Dirección
Precio
11-22 €
Horas de apertura
De mi. a sá., 19.30 h; do., 18 h
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