Lorca, el hombre, es una metáfora triste de lo que es España. Nacido en 1898 y asesinado en 1936, entre la gran derrota colonial y la guerra más cruel. El autor es, seguramente, el mejor y más influyente del siglo XX al sur de los Pirineos y es el único de su estirpe en Europa, la de los genios, de la que debemos estar orgulloso, cuyos huesos permanecen todavía enterrados en una cuneta. Acercarse a su figura, a lo que fue, siempre es problemático. Y Juan Diego Botto lo sabía.
Pero después de ver 'Una noche sin luna' podemos afirmar que nunca nadie, al menos en lo que llevamos de siglo XXI, se había aproximado al Lorca hombre con el tacto, la soltura, el conocimiento y el saber estar del actor. Porque esta obra es una lección de interpretación bestial, de cómo un ser humano se transforma en otro y nos deja boquiabiertos desde el minuto 1 al minuto 105, a esa hora y tres cuartos en que Botto camina hacia Lorca y Lorca pasa a la piel de Botto y de cada uno de los espectadores.
Con una dirección finísima de Sergio Peris-Mencheta y una maravillosa escenografía de Curt Allen Wilmer, Botto dice y es el poeta. Repasa su vida adulta, recita poemas y pronuncia discursos, recupera anécdotas y amores. Más allá de los hechos, sin embargo, existe el amor al teatro, a la representación, a una radicalidad vital y artística que en España es sinónimo de muerte o exilio. “¡Hay que destruir el teatro o vivir en el teatro! No vale silbar desde las ventanas”, dice uno de los personajes de 'El público'. Botto elige vivir en el teatro, vivir a través de Lorca. Y el público deja la sala con el convencimiento de que ha visto una obra maestra.
¿Dónde puedo ver 'Una noche sin luna'?
Actualmente, el espectáculo ha finalizado en el TNC, pero puedes consultar la web de 'Una noche sin luna' para próximas giras.