
5. Fageda d'en Jordà
El despliegue de tonalidades de este espacio soñado, situado cerca de la zona volcánica de la Garrotxa, nos recuerda en todo momento un cuadro de Pollock. Marrones, grises, verdes y ocres se reparten magistralmente por uno de los entornos naturales más encantadores de Cataluña. El poeta Joan Maragall explicó mejor que nadie la manera única en que seduce al caminante la Fageda d'en Jordà: "le da un dulce olvido de todo el mundo en el silencio de aquel lugar profundo".