Escapada al Bages: tesoros de Cardona y Súria

A las puertas del Parque Natural de Sant Llorenç de Munt, el restaurante Les Voltes de Talamanca presenta unas excelentes panorámicas desde su terraza -lugar excelente para el desayuno o tomar el aperitivo- y un interior íntimo y acogedor. Ofrece tanto menús diarios como en fines de semana, con platos de cocina tradicional y de calidad. Podéis pedir conejo a la cazuela, merluza con pisto o muslo de pollo a la brasa, por poner sólo algunos ejemplos de segundos platos.

Apuntan los propietarios de este restaurante manresano que su deseo es ofrecer platos de calidad a precios razonables y con un buen servicio. Para ello, se rodean de un equipo joven pero preparado, y disponen de un comedor a la carta y de un amplio espacio de buffet libre (todos los mediodías, festivos incluidos, y los viernes y sábados por la noche ). Si preferís carta, encontraréis excelentes platos de mercado tanto de carne como de pescado.

Esta taberna es uno de los tradicionales puntos de encuentro de Ribes, un espacio con mucha historia -el edificio data del siglo XIX- que a lo largo de los años ha ofrecido tanto buena comida como bebida y ha estado muy vinculado a la actividad cultural y asociativa del pueblo. De carácter muy informal, se pueden pedir tapas y tostadas, una de las especialidades de la casa, así como una cuidada selección de vinos del territorio. La Premsa también suele organizar cenas con maridajes a lo largo del año y exposiciones de arte.

¡Cuánto mató, en la carta! Con miel, con chocolate, en flan. Y en ensalada de tomate con olivada. El ya emblemático restaurante del pueblo matonaire por excelencia a los pies del macizo sagrado, a los deditos del cual casi se les puede hacer cosquillas. El hermano de la dueña, Roger Costa, es uno de los cuatro artesanos que fabrican el preciado oro blanco, con la marca Can Florín. Hace cocina de casa con brasa de carbón de encina. Para la gente azulgrana, El racó del culé. Almuerzos y calçotades.

Con el nombre del restaurante ya os podéis imaginar que aquí podréis comer pastas y pizzas. Pero no sólo. El Raviolo va mucho más allá y puede ser una elección excelente para disfrutar de un arroz negro, de un morro de bacalao o de un magret de pato. Productos de temporada de primera calidad y pasta elaborada a diario en obrador propio, en el centro de la capital del Bages.

Conocido durante muchos años como el Hostal del Camp, el hotel es en la actualidad un cuatro estrellas que cuenta con un restaurante de cocina tradicional y de proximidad. Hay piscinas y jardines, ideal tanto si vais con niños como si queréis montar una celebración especial. Rodeado de tranquilidad y con muchas posibilidades de practicar turismo activo muy cerca.

Hostal sencillo y de trato familiar en pleno Parque Natural de la Montaña de Montserrat. Ideal para emprender excursiones por la montaña aserrada y, también, para desconectar unos días embobándose con las panorámicas que ofrece. En el restaurante sirven cocina catalana moderna y de temporada, con especial atención a los productos de la comarca.

El antiguo corral de una masía de hace cinco siglos se reformó de arriba abajo y hoy es un fenomenal alojamiento rural que se puede alquilar por habitaciones o todo entero. Y con varios valores añadidos, como tener un restaurante de cocina tradicional catalana en la misma finca, lo que os permitirá, si lo deseáis, pedir estancia en régimen de media pensión o pensión completa. O poder visitar una bodega donde hay nueve tinas y con botas de roble del siglo XIV. La casa dispone de cinco habitaciones, tres dobles y dos cuádruples.

Desde el siglo XIX, Ca l'Arturo ha acogido todo tipo de actividades agrícolas propias de la zona rural en la que se encuentra. De hecho, aún está rodeada de bosque, huertos y campos. A pesar de pertenecer a la explotación agrícola y ganadera de Can Carné, desde hace unos años ha sido restaurada y hoy es una casa rural con capacidad para una decena de personas con sala de juegos, piscina, jardín y barbacoa. Es lo que necesitáis si buscáis un espacio amplio y cómodo para pasar el fin de semana con buena compañía.

Precioso, en Cardona, nacido de la conversión de la escuela de las Carmelitas Vedrunas, un edificio del siglo XIX, en hotel. Cuidando los detalles, y con predominio de colores claros y pastel, el Bremon es un oasis de tranquilidad, con 19 habitaciones confortables, y también con la opción de alquilar apartamento. En su acogedor café se sirven algunas comidas, como crepes, bocadillos o tablas de quesos.

El coliseo municipal manresano registra una actividad frenética que abarca espectáculos de todas las disciplinas imaginables, formación y un servicio educativo. ¡Ah! y bar-restaurante. Estamos en un edificio novecentista de los años 20 que cerró en los 80 y que resucitó en 2007 como teatro-auditorio. En la sala grande caben más de 800 almas, en la pequeña, polivalente, unas 200. Lo gestiona la asociación El Galliner y atrae a unos 75.000 espectadores cada año.

El héroe de la derrota de 1714, el consejero en jefe de Barcelona, ​​Rafael Casanova, nació en 1660 en esta casa de familia rural rica, que ha cambiado muy poco desde entonces. El edificio ya existía en el siglo XVI, pero el clan lo compró y reformó el siguiente; hay que contemplar en él la ventana gótica y las pinturas del XVIII, sobre el ciclo de Ester. Aloja una muestra sobre la época, la villa, la estirpe y el hombre, y, también, el archivo municipal y el museo local moianeses. Pertenece al Museu d’Història de Catalunya.

El complejo cultural y lúdico de la Fundació Catalunya–La Pedrera cerca de Manresa os invita a ir saboreándolo poco a poco, sin atragantaros: el monasterio románico de Sant Benet de Bages, la Fundació Alicia, los huertos ecológicos, el hotel, con los tres restaurantes –uno, con estrella Michelin–, y con espacio para eventos y encuentros... Recapitulando: arte, cocina y naturaleza para todos los públicos y gustos –y bolsillos–, ligados desde 2007 en una salsa aromática. ¿Cómo la probaréis?

Inédito y difícil de explicar. Abstracto y, al mismo tiempo, palpable. Y amplísimo: toda una comarca. Pero ¿qué demonios es un geoparque? Un parque geológico y minero. Un museo al aire libre que incluye casi todos los municipios del Bages más Collbató (Barcelona Norte), con cinco puntos de información y nueve centros: las cuevas del Salitre, las del Toll, Montserrat, Sant Llorenç, La Culla, Súria , el Museu de Geologia Valentí Masachs, Sallent y Cardona. Lo recorren dos rutas: Moià a Cardona y de Moià en Collbató.

Estáis sobre el último palmo de Principado que sucumbió a los Borbones en 1714. Refugio de vizcondes, condes y duques de Cardona durante siete siglos, "reyes sin corona" por el oro blanco –la sal–, es una mole imponente con dos tesoros: la divina colegiata románica de Sant Vicenç y la torre de la Minyona. Se añaden un claustro gótico, los baluartes del XVII... Alberga un parador, museizado hace poco, y constituye, todo él, un monumento del Museo de Historia de Catalunya.

No cierra jamás de los jamases. Expone la flor y nata del patrimonio de la abadía, reunido desde la devastación napoleónica. Nació en 1963, pero proviene de 1911, con los objetos de la expedición a Oriente Próximo del monje Bonaventura Ubach. Las salas modernistas de Puig i Cadafalch muestran, en dos plantas,  pinturas de los siglos XIX y XX –antigua, y contemporánea–, iconos bizantinos, orfebrería, piezas arqueológicas del mundo bíblico y 'NigraSum', sobre las peripecias de la virgen.