Escapadas 'low cost' de invierno para hacer desde Barcelona

Es un sueño recurrente de muchas noches de nórdico y calefacción. Con temperaturas anuales medias de 22º, casi seguro que probaréis las playas de Lanzarote incluso en febrero. Si lleváis el frío dentro, la orografía volcánica os mantendrá calientes entre 'road trips' de paisaje inflamado. A Timanfaya la tierra todavía recuerda cuando era lava. Si sois flexibles con las fechas, podéis encontrar vuelos de invierno desde 100 euros.

Quieres ir aún más lejos? Cancún también tiene una playa eterna.

Entre todos los destinos de Marruecos, Nador es el más accesible en cuanto a precio de vuelos desde Barcelona. ¿Qué encontraremos? Una ciudad de visita rápida al alcance de todos los bolsillos, centro de operaciones para disfrutar de excursiones a la laguna de Nador, el monte Gurugú -con vistas panorámicas e historia militar mezcladas- e incluso la próxima Melilla, que se sitúa a sólo 40 minutos de distancia en coche.

Meknés, otra ciudad marroquí seleccionada como destino ideal de este año.

Malta ha salido en los medios de comunicación en los últimos meses. Tramas mafiosas nos recuerdan épocas no tan pretéritas del sur del Mediterráneo, donde las temperaturas raramente bajan de los 10 grados. Su infraestructura turística fuera de temporada permite aspirar a muchas estrellas por poca pasta. Y claro, todo su bagaje patrimonial de cruce marítimo y una gastronomía a prueba de los más glotones, atractivos también disponibles en invierno.

Si nunca os saciáis de Mediterráneo, visitad Roma, una de sus capitales más emblemáticas.

Oporto no es el único destino de moda en Portugal. Si pasas de la niebla y la llovizna del invierno atlántico, Madeira ofrece playas practicables todo el año y un circuito inenarrable de excursiones verdes como las de Pico do Arieiro o de mar como Ponta Sao Lourenço, que nunca esperaríais de una isla tan pequeña pero tan cargada de cosas para hacer. En invierno no hay vuelos directos, pero ya no viene de un transbordo cuando se trata de hacer la maleta con sólo un jersey, por si refresca.

Más Portugal en la inolvidable Lisboa.