La Plaza de España está de estreno. Tras dos años y medio de reformas se abre al público de nuevo como un espacio más verde, sostenible y accesible. El cambio, no exento de polémica, busca unir las áreas verdes metropolitanas y crear así un espacio clave y estratégico conectado con los Jardines de Sabatini y la plaza de Oriente, la Casa de Campo, el Campo del Moro y Madrid Río. La nueva plaza da prioridad al peatón y también a los aficionados a la bicicleta, gracias a las nuevas sendas ciclistas que pasan por la plaza y ejemplo, podrás ir desde el Palacio Real hasta el Templo de Debod sin cruzar ningún paso de peatones.
Los niños también tienen una zona especial destinada al juego y se ha creado un parque para realizar ejercicios de movilidad. La plaza cuenta también con un café, que abrirá próximamente y una gran explanada central que promete convertirse en un escenario más de la oferta cultural de la ciudad. Si te preguntas si sigue la mítica estatua de Quijote y Sancho, sí, el Monumento a Cervantes sigue siendo el protagonista de la plaza.
La Plaza de España nos gusta porque es la antesala de una tarde de cine en versión original, ahí al lado, en la Plaza de los Cubos y Martín de los Heros; también porque acaba o empieza desde ahí nuestro paseo hacia Gran Vía, y cómo no, por esos míticos edificios que la acompañan (la Torre de Madrid y el Edificio España), los más altos de su época, que lucen mucho más con el cambio de la plaza.