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Los mejores restaurantes y bares en Plaza de España de Madrid

Os recomendamos restaurantes, azoteas, bares para completar la visita a este nuevo centro de Madrid

Escrito por
Gorka Elorrieta
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Tras su remodalación, se ha convertido aún más en un importante centro neurálgico en Madrid. No en vano ahí tenéis el Zara más grande del mundo, una de las vistas más espectaculares de la ciudad (con pasarela acristalada a prueba de vértigo) y muchas grandes cadenas de restauración. Pero también se puede comer bien y sorprender a tus visitas en esta concurrida zona. ¿Dónde comer en Plaza de España? Os damos varias direcciones apetecibles para completar un paseo que puede empezar de compras en Gran Vía y acabar en el templo de Debod.

RECOMENDADO: Las mejores calles de Madrid para comer e ir de cañas

  • Restaurantes
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Tras conquistar el barrio de Lavapiés, la buena gente de Adorado Bar se ha hecho con un bonito esquinazo frente al popular Templo de Debod para seguir expandiendo su lema: "Comer lo que quieras, cuando quieras y sentirse como en casa". Horario ininterrumpido para sus sánwiches, su elogiado brunch, sus ensaladas y, claro, sus tartas. Ah, incluso tienen un menú del día entresemana. 

 

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Si quieres sorprender, después de darte un paseo por la zona, puedes evitar la cola para subir a la azotea del hotel Riu y dejarte caer por esta nueva coctelería semiescondida a un paso del imponente edificio España y con sonidos jazzies de fondo. A unos pocos metros del bullicio de la plaza, del ajetreo que baja y sube Gran Vía, donde se ha levantado el Zara más grande del mundo, acaba de abrir un pequeño oasis. Se llama Absent. Y no solo preparan unos cócteles estupendos sino que además te los puedes tomar en rincones únicos. Dentro, sentado en un sofá aterciopelado frente a la chimenea o en su recogida terraza exterior con enredaderas que irán creciendo a modo de techo. 

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  • Restaurantes
  • Comer

A la espalda de Gran Vía, se encuentra el territorio asiático más interesante y curioso fuera del distrito de Usera, nuestro Chinatown particular. Y a este siempre apetecible ecosistema acaba de llegar un nuevo inquilino para traer lo mejor de la comida callejera de Shanghái. Es un espacio moderno (combina el negro más sobrio y la madera con detalles de color verde eléctrico), joven y, sobre todo, económico. De hecho, además de la carta, que se puede pedir tanto delivery como take away, sirven un menú diario a 13,5 euros. Un lugar atractivo para comer algo rápido pero con garantías (sabor y autenticidad) que ya está triunfando entre los aficionados a los dim sums, los baos (probad de carne adobada a fuego lento), los noodles y las gyozas. Ah, además abren todos los días de la semana. 

  • Restaurantes
  • Comer

Helados y sorbetes artesanales (de verdad, de verdad), tartas caseras, gofres y café de especialidad (de la buena gente de Hola Coffee) en un local muy luminoso y con terraza es lo que ofrece Töto Ice Cream. Hernán, maestro heladero y fundador de la marca, acaba de abrir su segundo local en Madrid tras años dándole a la tarrina y al cucurucho en Malasaña. "Toto es el apodo de mi padre. Él me enseñó todo lo que sé porque desde 1972 mi familia regenta una heladería en Argentina", nos comentó con la apertura de su primer espacio (habrá un tercero en Chueca próximamente). 

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  • Restaurantes
  • Comer

Aquí el cerdo es el gran gran protagonista de la función. Los responsables de este doméstica y popular taquería lo cocinan durante varias horas en cazuela siguiendo una receta familiar de larga tradición y se sirve en cuatro versiones (cuerito, maciza, campechano y costilla). Así es el nuevo Los carnales, un rincón gustoso que acaba de dejar su local en el centro de Malasaña para instalarse en Plaza de España (Martín de los Heros, 4). Como el anterior, el nuevo espacio es sencillo, apenas está vestido. Lo que importa es el sabor auténtico de lo que hacen a diario y con eso consiguen atrapar (desde) a quienes andar por la zona de visita y quienes han ido a alguna sesión a las salas de cine aledañas. Solo cierran los lunes y el domingo por la tarde. Eso sí los precios han subido durante la mudanza pero no han salido de nuestro listado de mexicanos por eso.

  • Restaurantes
  • Comer

El local donde se instaló el primer restaurante chino en Madrid (allá por el año 1963) es ahora un pequeño templo de dim sums. A la espalda de Gran Vía, a un paso de la renovada Plaza de España acaba de abrir sus puertas Sangrila. Es el nuevo proyecto de los mismos artífices del éxito y actualización de El Buda Feliz en Malasaña.Y viene con algunas de las recetas domésticas de la abuela de uno de los propietarios. Alonso Zhan Zhu, Alex Zhu y Alex Ye, que pertenecen ya a la segunda generación china en España, han vuelto a dar en el clavo para el gran público.

 

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  • Restaurantes
  • Comer

La que fue una de las grandes aperturas del pasado año, la del restaurante Allard Madrid, completa ahora su oferta con un espacio de tapeo informal, pero sin perder las señas de identidad de la casa. Al lugar en cuestión lo han bautizado como Allard Petit y su equipo dice que surge para 'madrileñear' a todos los niveles. Así, el chef José Carlos Fuentes, propone llevar la excelencia de su cocina, en un salón alargado y elegante con su respectiva barra, mesitas y lámparas de araña clásicas, a la dimensión de los aperitivos y las raciones para compartir.

 

Un taproom para curiosos de la cerveza artesana
Bee Beer

8. Un taproom para curiosos de la cerveza artesana

Tras abrir en Chueca, la gente de Bee Beer se lanzó con un segundo local (Ferraz, 10) a las puertas del templo de Debod. Y se ha convertido en una referencia para los aficionados a la cerveza y quienes pasean al atardecer por la joya egipcia. Sus responsables son productores nómadas y atrevidos. Por eso, además de incontables sellos internacionales, sirven y enlatan sus propias creaciones como una IPA con semillas de mostaza, una ale ahumada con pimentón rojo argentino, una wasabi lager, una IPA con jugo de piña o una cerveza de mandarina con arroz rojo, entre otras. Picoteo ligero, buen ambiente y grifos a discrección. 

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  • Restaurantes
  • Comer

Videojuegos retro, grafittis, neones de colores, referencias al manga y la robótica, el frenesí del barrio más loco de Tokio ha llegado a Madrid. Se trata del nuevo restaurante Running Sushi in Akihabara (Princesa 1 y 3, plaza de los Cubos), del Grupo Bellaciao. Es un espacio de gastronomía informal, en clave de bufé libre y cintas giratorias con platillos calientes (arriba) y fríos (abajo), que en su interior (y en su exterior) reproduce la esencia de las calles más fetiches de la tecnología y el entretenimiento de la capital nipona.

  • Restaurantes
  • Beber

Llega la última prueba fehaciente de la chulería madrileña. En la capital no tendremos playa pero podemos tener un beach club con su arena suave, sus sombrillas de brezo y su sonido chill out. A imagen y semejanza de algún rincón tropical brota de nuevo esta atractiva terraza para la temporada estival. Corren los cócteles de trago largo (daiquiri frozen, piña colada, diablo rojo...) en la terraza del Café del Rey (Paseo del Rey, 22) estos días sea de día o de noche. Y podéis venir reservando o sin reservar porque dejan la mitad de sus mesas para la gente de paso.

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La primera chilaquilería de Europa
Benditos Sueños

11. La primera chilaquilería de Europa

El restaurantito Benditos Sueños se proclama como tal y manda a paseo los nachos para descubrirnos las bondades de una ración de chilaquiles (con su queso, su nata y sus frijoles refritos). Los hacen en un buen aceite de oliva, parten de tortillas artesanales sin gluten, y luego uno le añade la proteína (picadillo de chorizo, secreto, pollo...) y el nivel de picante que le guste. Si pones un ingrediente extra sube 3 euros pero es un plato tan generoso y contundente que por 15 euros podrían comer dos personas.  

  • Restaurantes
  • Japonesa
  • Centro
  • precio 3 de 4

Los orígenes, formación y mudanzas vitales hacen del reflexivo Yong Wu Nagahira una torre de Babel que se filtra en su personal cocina japonesa. Abstenerse puristas. Su chawan mushi comprime las líneas conceptuales más atractivas del restaurante: fusión armónica, rigor técnico y sabores equilibrados. Producto de calidad, ambiente relajado, servicio cercano. Aunque cada semana prepara nigiris fuera de carta, las versiones templadas son obligatorias.

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  • Restaurantes
  • China
  • Centro
  • precio 2 de 4

“Queríamos traer un modelo de restaurante callejero que no había aquí. Una mezcla entre el dai pai dong y el cha chaan teng, dos negocios muy populares en Hong Kong. Son lugares que tienen siempre la cocina abierta porque el ruido  y el movimiento entre fogones y las llamaradas del wok animan el ambiente. Esta comida, que no necesita mucha elaboración, se adapta muy bien al paladar español”, relata Vivid Huang, socia del local junto a una amiga shanghainesa y el que fuera chef ejecutivo del Tse Yang (Hotel Villa Magna). Abrieron en una zona estratégica, con turistas de paso, una importante comunidad china (con su librería, autoescuela, peluquería…) y muchas oficinas. Los asados (todos están de escándalo pero podéis elegir un mix si tenéis dudas) y los dim sums se exhiben como los dos pilares de la casa pero hay otro par de especialidades que triunfan en los foros chinos: los tallarines de arroz (con verduras o ternera) y el té con leche, un must en toda visita a Hong Kong, a medio camino entre la herencia británica y la tradición china. De hecho, preparan varias apetecibles combinaciones con té, incluida la última moda en China, una versión con queso batido.

  • Restaurantes
  • Cocina Internacional
  • Centro
  • precio 2 de 4

Ya solamente por la desconexión que despiertan estas vistas merece la pena acercarse a picar algo o como útil as en la manga para sorprender a alguien reservando aquí una mesa (aconsejamos la visita diurna o dejarse caer antes de la puesta de sol). El interiorismo del restaurante Nice to meet you, de líneas elegantes e integrado en el Dear Hotel, lo firma el estudio de Sandra Tarruella. En su carta, de evidente corte actual y para todos los públicos, no faltan croquetas, gyozas, baos o rabas ni contemporáneos platos de pescado y carne.

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