Bunny Chao
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Dónde comer muy bien en Madrid por menos de 13 euros

Los mejores bares y restaurantes baratos de la ciudad. Os damos muchas opciones para salir doblemente satisfecho

Gorka Elorrieta
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Hay propuestas para todos los gustos, ideas para esos días en los que os apetece comer bien sin gastaros mucho dinero. Son recetas con precios muy ajustados, y más aún teniendo en cuenta los números que está alcanzando la inflación, los precios de los alimentos. Se trata más bien de un plato único, un bocado rápido como los tiempos que corren, algo que resulte atractivo y más que apetecible. ¿Dónde comer bien y barato en Madrid? Vamos con varios restaurantes y pistas más allá de ese kebab que tienes debajo de casa. Otro día ya iremos a comer a ese local de moda del que habla todo el mundo.     

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  • Comer

Hermanos y residentes en Madrid. Y con un local recién estrenado en una de las plazas más animadas de Malasaña. El barrio que sirve de campo de pruebas para todas esas tendencias gastronómicas claramente urbanas tiene nuevo inquilino. Y no es un fondo de inversión. Aitor y Diego, venezolanos de nacimiento, vienen de experiencias distintas (uno de Le Cordon Bleu y otro de startups tecnológicas) pero confluyen a la perfección en el sello -muy exportable a otras zonas de la ciudad en el futuro- como el que acaban de abrir.

2. Curry verde en Bunny Chao (12 €)

Uno de los nuevos sitios ahora mismo más pintones para comer en la parte alta de Lavapiés es este localito de aires callejeros (plantas, ventilador y cartelería exótica). Su curry verde pica sin ser invasivo y que es tan generoso en los matices que exhibe su caldo como en las piezas de pollo incluidas en el bol. Lo acompañas de un arroz basmati y ya tienes un rotundo plato único. La carta de principales ofrece cuatro platos (muy logrados) que cambiarán periódicamente pero este icono tailandés, sencillo pero diestro, quizás sea la estrella de una casa que exprime un espacio minúsculo en cocina ejecutando recetas realmente sabrosas, con ese baile de notas frescas, ácidas, especiadas y picantes de la gastronomía asiática. 

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  • Comer

Una pantalla de aires retrofuturistas te da la bienvenida a este lugar dibujado por un estudio que trabaja para marcas de la talla de Chanel o Dior. Haces tu pedido y, si tienes hueco, porque el espacio es pequeño, te sientas a comerte tu kebab (también hay un barra minúscula para comer de pie). Lo más probable es que acabes hincándole el diente en plena calle pero el formato está armado para que funcione como take away y delivery. Y para vender merchandising. Otra tendencia en boga. El local, bajo el subtítulo de "Kebab Not Kebab", abre todos los días para saciar el hambre urgente con su pan de pita relleno, sus patatas enteras asadas con mantequilla negra y cilantro, un par de postres y una buena dosis de salsas. El horario es de lunes a domingo de 13:30 a 16:00h y de 20:00 a 23:30. Ya tenemos aquí el último capricho trendy que recién asentado en Chamberí, muy cerca de la plaza de Olavide (Hartzenbusch 9).

4. Un sabroso shawarma de De Pita Madre (13-15€)

Los mismos dueños de Barganzo, un luminoso restaurante veggie con estupendas recetas de Oriente Medio, han abierto a escasos metros (Colmenares, 13) su versión más callejera pero igualmente gustosa. Qué delicia de shawarmas los que preparan a diario (de ternera, cordero o mixtos) el equipo de Aviv y Tami. Cualquier momento es bueno para comer con las manos y rechuparse los dedos manchados de sus salsas (tienen tahini en la mesa para añadir aún más sabor a cada mordida que ya lleva cebolla con sumac, tomate en rodajas con perejil aliñado y pistachos espolvoreados...). Trabajan con carne de calidad (que saben cómo especiar como nadie para que tenga más matices de lo habitual) y un pan de pita tan delicioso como esponjoso que aguanta sin desmoronarse hasta el final. Aquí el relleno es generoso, contundente. No te vas a quedar con hambre. Y menos si le sumas la ración patatas que viene acompañando a una bebida en el combo.

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  • Comer

Se ven colas a su puerta. Vale que el local es pequeño pero los sándwiches de estilo coreano que se han sacado de la manga sus dos creadoras, Naia, Sandra y Telmo, lo están petando a un paso de la Gran Vía (apuntad la calle de Chueca: Víctor Hugo, 5) porque están muy ricos y son de los que no dejas de chuparte los dedos. Se llaman Revuelto y ya estás tardando en pasarte a hincarles el diente. Si vas, repites. Las paredes repletas de mensajes en sus baldosas (puedes ir y dejar tu sello si encuentras hueco) del alicatado blanco que llega al techo exhiben la gran acogida que han tenido estos tres jóvenes emprendedores. Han arrancado con cinco versiones distintas (aún no tienen pero llegarán opciones veganas -sí hay opción vegetariana con Heura- o sin gluten) que solo puedes comer o ir a recoger en su local. Quizás a finales de enero estén también Uber Eats pero no por ahora. Así que os dejamos su horario: De martes a domingo, de 11.00 a 16 horas y de 20.00 a 23.00 horas.

6. Un tonkotsu shoyu ramen en Kotsu x Kotsu (sube a 14 €)

A un paso de la glorieta de Bilbao (Cardenal Cisneros, 1) y con aforo para algo más de una treintena de personas (conviene reservar los fines de semana a pesar de la alta rotación que impone el plato), este joven cocinero japonés, al frente de un equipo 100% nipón, presume de elaborar ramen de Hokkaido (la isla más septentrional del país asiático). Son varias las versiones que se muestran en carta según el nivel de intensidad del caldo base y la cantidad de ingredientes (con o sin huevo, con tres o más piezas de carne...) que escojas. Si no termina de saciarte este popular plato único, puedes compartir una ración de takoyakis, unas gyozas, la opción mini de alguno de sus donburi o terminar con unos mochis.

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7. Un mordisco a Italia entre 9 y 12 euros en Focacciamo

Masas hechas en la casa y rellenos gustosos. Un local pequeño, un proyecto más pensado para el delivery y el take away pero con varias mesitas y una contrabarra para comer algo rápido y seguir. Todo servido en un espacio minimalista. Una docena de opciones, con versiones vegetarianas y veganas, refrescos italianos, divertidos vinos naturales y un par de postres (dale al canolo si no eres de nutella) con un lema "mangia benne y disfruta della buona cucina". Cierran los lunes y martes y abren el resto de la semana desde las 12.30 horas. Se llaman Focacciamo y están a un paso de Gran Vía (San Bernardo, 29).

8. Bocátame y su amor por los bocadillos (11,5€)

Una decena de bocatas distintos asoman en el flamante puesto del mercado de San Antón (primera planta). Son diez nombres propios -Marsha, Harvey, Frida, Carla...- para un estupendo take away. Diez personalidades que han luchado por la libertad de amar. Y es tal el concepto que el úndecimo bocata es "feel free" (12,90€). Te preparan el que quieras con los ingredientes frescos que manejan. Todo entre pan de trigo o de calabaza, con un tamaño considerable y para todos los gustos. Para el que es de jamón ibérico y para el que se lanza a por un pulled pork casero siempre que se pone a tiro. El espacio cuenta además con opciones dulces en formato brioche para improvisar una merienda y café de especialidad.

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9. Hazte tu reconfortante menú chino por menos de 12 € en Sichuan Kitchen

A un paso de la Plaza de España, como escondido del bullicio de Gran Vía, tenéis Sichuan Kitchen (Maestro Guerrero, 4), un restaurante chino donde los platos aparecen en mandarín y castellano. No falta comunidad asiática (de hecho, hay mucha de la casquería que les chifla) en su gran comedor (de mesas amplias y sillas cómodas para quedar y compartir platos con amigos) pero tampoco gente joven, familias y turistas de rebote. Tienen platos auténticos y para aficionados como el huevo cententario, la ternera seca o la lubina al vapor pero en lo que nos ocupa... si vas solo te puedes armar tu propio menú pidiendo una lustrosa sopa wan tun (con o sin picante), un bol de arroz y una cerveza y el ticket te sale a 12 euros. El servicio tiende tanto a la parquedad como a la eficiencia. Todo muy higiénico, fácil y apetecible. 

  • Comer

La propuesta, que ha contado con el asesoramiento de Ansón+Bonet, se resume rápido pero lo hacen ellos mismos. "Kebabs pero bien". Así de limpito es Jekes Kebabs. Pides, pagas y te vas. El local, recién abierto Edgar Neville 39 (entre Cuatro Caminos y el Santiago Bernabéu, cerca de Azca), apenas tiene espacio para comértelo tranquilo pero ni falta que hace. Tampoco te paras a escuchar un disco entero, ¿no? Pero, vamos, que te lo vas a zampar en 10 minutos y tienes un parque de enfrente (el de la Avenida del General Perón). Buena carne, ingredientes frescos (las verduras se presentan asadas) y un par de salsas ricas. Poco más. Ah, también sirven un estupendo falafel para la parroquia veggie. Tienen patatas, hummus y ¡un durum de nutella!

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  • Bar de bocadillos

Puccería del siglo XXI, su concepto fast-casual garantiza inmediatez y una calidad impropia de la comida rápida. Basado en la receta de panes tradicionales del sur de Italia, parecidos al de pita, consigue un tipo de sándwich al momento relleno de verduras, proteína y quesos que puede triunfar en un aquí te pillo aquí te mato. Una puccia mediana –la hay también en tamaño L– ya sacia lo suyo y ronda los 8 euros, caso de la sabrosísima puccia pastor con lomo de cerdo marinado, gouda, piña asada, salsa de cilantro y mayonesa de chipotle. Si se le suma un refresco natural de cola, aguja de pino, o dátil y granada por 2,4 euros, y añadimos unos chips de patatas por 1,8 euros, el menú queda arreglado para seguir zascandileando por el barrio de Chueca.

12. Un shawarma auténtico en Rasif (desde 9,5€)

Acera. Eso significa Rasif en árabe. Aquí tenéis una estupenda cocina callejera que viaja desde Beirut al corazón del barrio de La Latina (Humilladero, 6) y que cuenta con un Solete de la guía Repsol. Sencillos, sabrosos y auténticos bocados libaneses para comer barato y seguir. La carta expone desde un doméstico shawarma de pollo hasta bocadillos menos habituales -alguno se sirve como plato en lugar de enrollado en jubz- como el algunos de sus mezzes o su espléndido hummus. Obviamente no todo es carne, hay también un puñado de opciones vegetarianas. Y no todo es salado... ¡no os perdáis los postres de la casa!

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Entre Gran Vía y la Puerta del Sol, acaba de abrir sus puertas Focadeli (Salud, 13), un establecimiento sencillo que ofrece 12+1 (la de nutella) versiones para vestir tu focaccia. Con trufa, pastrami, burrata, speck, porchetta.... producto 100% italiano para comer rico, llenar el estómago y gastarse poco. La oferta no se reduce a este icónico bocado. También dan más opciones para quien llegue con hambre. Sirven dos tipos de lasaña (la de pollo o la vegana) y unos linguini calabrese con albóndigas de cerdo.

  • Comer

Son muchos los perfiles de cocina mexicana que podemos encontrar en Madrid y que caben en el territorio culinario que va de una sencilla taquería de barrio a un restaurante contemporáneo con rooftop y coctelería de autor centrada en el ágave. En una gastronomía que es Patrimonio de la Humanidad el mapa resulta casi inabarcable. Y en este horizonte infinito lo más popular y económico son los tacos. Ese plan fácil y para todos los bolsillos es el que trae El Pinche Taco, un local recién abierto que viene a competir en el centro de Madrid (esta vez a un paso del metro Antón Martín, muy cerca de la estación de Atocha) con el famosísimo Takos al pastor que acumula colas diariamente.

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15. Un completo bol por menos de 9 € en todo un referente, Falafelería

Empezaron con un localito en Malasaña, que parece un campo de pruebas para las nuevas tendencias, y ahora los responsables de Falafelería ya cuentan con cuatro espacios repartidos por toda la ciudad. El último lo abrieron en la zona de Moncloa. Ingredientes frescos, comida sabrosa. Puedes pedir en formato pita (Falafel, Shibaj o Shawarma de setas) o bol, según el hambre quen tengas. Y si le sumas su baby hummus, sales de aquí más que satisfecho.

  • Japonesa

A veces la ciudad oculta tras su piel de hormigón y cristal sus mejores secretos. Solo en los bajos de Orense podrían convivir una sala mítica del clubbing como Specka con un local donde se cocina auténtico ramen japonés. Ran Ran Tei es el pequeño negocio con el que Uchida logra reconfortar los estómagos de los oficinistas de Azca. A precios de diario. Los pedidos se hacen directamente en cocina para comerlos en la planta de arriba. La carta se divide en la opción de menú a 15 euros, a elegir entre tres tipos de ramen, entrante, bebida y postre, y la opción de combo por 8 euros, a elegir entre ramen o yakisoba más bebida (un euro más si se quiere una cerveza Kirin). 

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  • Pizza
  • Malasaña
  • precio 1 de 4

Junto a la plaza Dos de Mayo tenéis una pizzería que se ha convertido en una referencia para todos los vecinos del barrio y fauna noctámbula. Sirven su slide de pizza XXL por solo 2 euros todos los días desde las 13.00 hasta la 1.00. Por la noche la espera junto a la ventana del local es la prueba definitiva de su calidad. Y, ojo, que hasta puedes hacerte con una pizza Margarita entera por 8€. Tan gigante como económico. 

  • Bar de bocadillos
  • precio 2 de 4

Su pastrami y su sección de bocadillos les puso en el mapa. Tan rotundo fue el éxito que sus responsables, con un local en El Viso, saltaron al centro de la ciudad, al mercado de San Antón (Chueca) para abrir un corner con sus especialidades XL. En la casa madre sirven un menú del día económico con postre incluido (su estupenda tarta de queso al estilo Donosti) tres días a la semana (martes, miércoles y jueves) pero también te preparan una degustación para compartir con sus mejores carnes ahumadas por ellos por por más de 12 euros. 

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  • Alemana

Para hacerse un completo (a mediodía y por 12,50 euros), esa mezcla de menú del día y degustación que de primero ofrece las ensaladillas (de arenque, de pastel de carne, cremas de queso, la de huevo con alcaparras y mostaza…), y de segundo las salchichas, el perrito o los guisos (goulash, cerdo asado con manzana, lentejas al estilo alemán con receta de su abuela…). Así es una casa de comidas con acento de aquí y de allí.

20. Los mejores chilaquiles que encontrarás en la ciudad por 12 €

Benditos Sueños (San Bernardino, 7) se proclama la primera chilaquilería de Europa y manda a paseo los nachos para descubrirnos las bondades de una ración de chilaquiles (con su queso, su nata y sus frijoles refritos). Los hacen en un buen aceite de oliva, parten de tortillas artesanales sin gluten, y luego uno le añade la proteína (picadillo de chorizo, secreto, pollo...) y el nivel de picante que le guste. Si pones un ingrediente extra sube 3 euros pero es un plato tan generoso y contundente que por 15 euros podrían comer dos personas.  

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Gorka Elorrieta
Editor Comer y Beber, Time Out Madrid
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  • Cafeterías
  • Arganzuela
  • precio 2 de 4

María y Ros lo hacen todo rico y son majos. El café que abrieron en Arganzuela no deja de ganar feligreses más allá del barrio. Aunque su bikinis sean su mayor imán, todo lo que apuntan en su pizarra apetece (del desayuno a la noche) pero por 8 euros puedes pedir lo que llaman bento bol (arroz negro, aguacate, salmón, huevo, algo de verdura y pan soberbio) y refutar que todo lo que decimos es cierto. Por el mismo precio acaban de lanzar una sopa de curry solo para los lunes. Así da gusto empezar la semana. 

  • China
  • Arganzuela
  • precio 1 de 4

En este local, recientemente remozado pero con el mismo espíritu de barrio y la sencillez que ha tenido siempre, la cocina está a la vista. Y los frigoríficos. No hay trampa. Sentado en sus contadas mesas, puedes ver cómo preparan la pasta para los dumplings o cómo van añadiendo ingredientes a sus singulares crepes en la plancha XL. Media docena de sus empanadillas no superan las 5 € y las tenéis de cerdo, ternera, vegetales o de gambas.     

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  • Cervecerías
  • Sol

Los bocatas de calamares son la especialidad de esta cervecería situada a pocos pasos de la Plaza Mayor. El local lleva abierto desde 1870, siendo antiguamente una bodega llamada Bodegas Sierra. Y es desde esta fecha desde cuando se empiezan a vender este famoso bocadillo madrileño de tres generaciones. Además del de calamares, puedes probar el de tortilla, lomo o salchichas, todos igual de sabroso, o acompañar las cañas bien tiradas que sirven en su barra con raciones y pinchos. Seguro que su precio os termina de convencer.

  • Griega
  • Lavapiés
  • precio 2 de 4
El suvlaki (3,60 €) para conquistarlos a todos de Egeo
El suvlaki (3,60 €) para conquistarlos a todos de Egeo

Zanasis Skopelitis se vino de Grecia para enseñarnos lo que era un suvlaki. Hace años abrió su primer local en Lavapiés por ser el barrio más multicultural de la ciudad. Y ahora cuenta con otro en el corazón de Malasaña. Las colas del primero suelen ser habituales. Y con razón. Por 3,60€ tienes un suculento bocadillo que igual no has probado hasta ahora. ¿De cerdo ibérico o de pollo?   

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  • Taberna
  • Embajadores
  • precio 1 de 4

En el bar Santurce la especialidad de la casa es tan clara y meridiana que no hace falta ni entrar para adivinarla. Los domingos del Rastro (que ojalá vuelva pronto) el olor de sus deliciosas sardinas se apodera de toda la calle. Sin duda, es una parada obligatoria después del paseo por la zona, uno de esos sitios que echaremos de menos cuando ya no estén. Id ahora y dad buena cuenta de una ración acompañada de media de pimientos de Padrón. Lo apañas todo por menos de 10€ (caña incluida). 

  • Taberna
  • Sol
  • precio 2 de 4

La canónica tortilla de patata con cebolla solo es la punta del iceberg en un catálogo de tortillas (poco cuajadas) que van de la de brie trufado a la de pulpo a la gallega pasando por la chistorra. Las versiones de croquetas superan igualmente la quincena; eso sí, en esta oferta las dos tendrán que ser del mismo sabor. Ya son tres los locales con los que cuenta el sello Pez Tortilla, un proyecto que arrancó en Malasaña como una pequeña taberna. Una cerveza artesana para acompañar y listo. 

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  • India
  • Malasaña
  • precio 2 de 4

A un paso de Callao puedes cruzar la plaza y estar en una calle de Bombái o Calcuta. Por menos de 10 euros en Surya  puedes pedir un curry tikka masala de verduras, un plato de cordero hecho al tandoor o una sopa daal pero nuestra recomendación, por exótica y sorprendente, es una ración de pani puri, bolitas de pan frito rellenas con puré de patata picante y garbanzos negros servidas con un chupito de agua, comino y tamarindo. Esto sí es street food india. 

  • Bares de tapas
  • Almagro
  • precio 2 de 4

Mucho más que un pintxo, una creación de vanguardia para dos personas. Así es el donut de cocido que se ha sacado de la manga Josean Merino, nombre de referencia cuando llega la temporada de premios para estos tradicionales icónicos bocados de las barras del País Vasco. Y la suya va viento en popa porque su PerretxiCo, que nació en Vitoria-Gasteiz hace años, ya cuenta con tres locales en la capital madrileña.

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  • Vegana
  • Malasaña
  • precio 1 de 4

A Cristina y Sebastián, dos publicistas colombianos, siempre les encantó cocinar y sentirse anfitriones. Sueño cumplido con Fantastic V. Y todos los veganos contentos porque sus creaciones diarias son toda una referencia en el barrio. Por 9 € tenéis un bocadillo (con pan brioche recién horneado, ojo) de chorizo vegano que han logrado modular para extraerle un sabor único inyectándole jugos que preparan ellos mismos. Otro nivel. Y lo sirven con su famoso chimichurri de mango.

  • Comer

Pan de cristal, filete de ternera laminado, carpaccio de pepinillo, lechuga, queso monterrey y la salsa mayo sriracha con receta casera. Así es el Hot Pepita, revisión del clásico y uno de los bocatas que preparan en el momento en Prrimital, la nueva sensación del mercado de San Miguel desde su reapertura, un puesto ineludible para los más carnívoros.

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  • A la brasa
  • Centro
  • precio 2 de 4

Con patatas de churrería sirven el pollo asado en Limbo, un gran espacio de monumentales ventanales junto a Malasaña. Su bocadillo de brisket con tomate asado y salsa criolla (9€) tampoco es una mala opción pero si es la primera vez, el pollo es ineludible. Y con media ración, jugosa y con ese punto ahumado que le da el enorme horno de leña donde se cocina, tendréis más que suficiente.

  • Pastelerías
  • Centro
  • precio 1 de 4

Salchicha vienesa XL servida dentro de pan de perrito artesano con cebolla frita, salsa de pepinillos, queso fundido, kétchup y mostaza. Aquí la tenéis. Y no solo tiene un pan de color rosa muy instagrameable sino que además es vegana. Como todo lo que hacen en este local recién mudado de Malasaña a un paso de la Puerta del Sol. Se consolidaron como pastelería pero ahora apuestan también por lo salado.  

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  • Hawaiana
  • Chueca
  • precio 2 de 4

La tendencia de comer en bol no cesa. Sigue firme en el panorama culinario asociada a todo lo que suene healthy. De hecho, el sello Aloha Poké continúa sumando locales en la ciudad. Entre todas las opciones, las versiones clásicas (Atuna matata, Funky salmon o vegan dream, entre otras) son las más económicas de la casa. Por 9,9 € puedes disfrutar de una de las combinaciones ya preparadas por ellos mismos.

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