Mejores platos delivery en Madrid: opciones de comida a domicilio sea cual sea el plan

Miguel Carretero (estrella Michelin en Santerra) lanza su ambicioso y cuidado proyecto de cocina a domicilio (a través de su web -cozina.es- o de Glovo) y, sí, están sus archifamosas y premiadas croquetas de jamón. En la carta algunos de los hits de ese perfil foodtruck y tabernario que tan bien le ha funcionado desde el principio. Vais a encontrar su personal versión del clásico bocata de calamares, una espléndida tortilla de patata (tú eliges si la quieres con o sin cebolla), una infalible ensaladilla rusa y una tarta de queso, entre otros postres. Se llama Cozina y se han instalado en Francisco Silvela, 78, a un paso de Avenida de América. Puedes ir a recoger tu pedido de martes a domingo o te lo mandan a casa ellos mismos si vives en un radio de unos 4-5 kilómetros. A esta línea de negocio, además elaboraciones tan reconfortantes y suyas como unas albóndigas o unas pochas con boletus, irán llegando nuevos platos según la temporada (cocido en invierno, por ejemplo) y colaboraciones efímeras con otros chefs amigos. Estad atentos. 

So rico, so nais. Con este lema y con un original packaging (una casa de cartón en cuyo tejado se esconde tu ración de patatas fritas), aterriza este pequeño y familiar delivery de hamburguesas (la carne viene de Ávila, de proveedores que conocen bien). Detrás están los hermanos Cristian y Fernando, al frente de un templo setero en Madrid, El Imperio. Ofrecen una carta corta y al pie. Media docena de opciones a las que hincarle el diente con una versión vegana y su Hey Ox a base de rabo de toro deshilachado, receta muy aplaudida en la casa madre y aquí revisitada para meterla entre pan y pan. Podéis sumar unos nachos o unos solomillitos de pollo y, de postre, un brownie. Queda la 'Sweetburger' como fin de fiesta para el más goloso de toda la comunidad de vecinos. Todas las hamburguesas se pueden pedir sin gluten, aptas para celíacos.

Acaban de llegar a la capital y hoy por hoy solo preparan comida a domicilio vía Glovo o Uber Eats. No tienen un restaurante como tal (quizás en el futuro), pero sus tacos se cuelan directamente entre los más apetecibles de Madrid (apenas tienen 5 opciones, con tortillas pequeñas pero de relleno generoso; todo bajo la máxima de "taco que cierra no es taco"). Probad sus carnitas y armad a vuestro gusto el de chicharrones y ya nos diréis. Salsas caseras (ojo con la morita) con diferentes niveles de picante y perfil. Pero hay otros platos menos comunes en los restaurantes mexicanos aquí que conforman la identidad de este proyecto comandado por dos chefs, Sandra Fortes y Miguel Hidalgo, que colaboraron con Adrià durante la etapa de Elbulli. Bocados como sus tortas (se come sin pensar la yucateca: cochinita pibil, frijoles picantes y cebolla encurtida) o la costra, queso fundido que se dobla sobre sí mismo y puedes rellenar de lo que quieras. Para completar el pedido, dos dulces bien dulces, un par de aguas (de jamaica o una más original de horchata) y un mix para hacerte tú mismo la michelada en casa. Padrísimo.

Es el servicio de 'delivery' con el que Grupo Nomo ha llevado la propuesta del chef Naoyuki Haginoya a los hogares barceloneses durante una década. Ahora, justo en su décimo aniversario, ha aterrizado por fin en Madrid, donde la empresa ya triunfa con su restaurante Nomo Braganza y su cocina nipona al servicio del mejor producto local. De lo mejorcito en sushi, créenos.

Nos conquista con cada cosa que se saca de la manga en su tres estrellas en el que hemos disfrutado como en pocos sitios. También en su StreetXO, RavioXO e igualmente con GoXO. Promete eso, "gochismo" en la forma de recetas de "comida casera imaginativa". ¿Has leído burrito de arroz a la cubana de chorizo de León? ¿O udon de carabineros? ¿O unas albóndigas de buey con moles mexicanos? Sí. Te lo lleva todo Glovo.

El filete más famoso, el escalope de ternera Armando de Grupo La Ancha, llega a casa (en Madrid y Barcelona) con sus hasta 40 centímetros de extensión. Llega con la posibilidad de pedir, además, un festival de platos tradicionales marca de la casa y de su actual cabeza, Nino Redruello. El menú puede incluir las croquetas de la casa, la tortilla velazqueña e, incluso, sus huevos a baja temperatura con trufa. ¡Ah! Y una selección de vinos estupenda.

Aún no mucha gente sabe del desembarco en la capital de una de las mejores tortillas de patata de San Sebastián. Tiene un tamaño generoso, está muy buena y enamorará a los que buscan ese punto de cuajado perfecto. El famoso bar Zabaleta de Gros, después de servir miles y miles de pintxos de su tortilla y de sumar varias direcciones en la ciudad, aterrizó hace unos meses en Madrid pero no con un local propio sino únicamente con una cocina de donde salen decenas cada día. Y si os lo estáis preguntando... sí, ellos la hacen con cebolla y con pimiento. Y también con huevos de verdad y sin ningún tipo de conservantes. Podéis pedir La Tortilla del Zabaleta a través de Glovo hoy o cuando tengáis fiesta en casa. 

Uno de los mejores representantes de la cocina nikkei (la unión de las gastronomías peruana y japonesa) en Madrid apuesta por una versión delivery disponible todos los días de la semana; el restaurante lo tenéis en Ayala, 87. Hay varias opciones calientes (de un anticucho o una entraña con una deliciosa salsa anticuchera a un cerdo crocante con arroz jazmín y berenjena china) y mucho pescado crudo (sea nigiri o formato roll) al que se suma una mayonesa de rocoto por aquí o un ají charapita por allá. Para ese día que te apetece cenar diferente, con sabores más singulares.

La firma, que se presenta con un "No lo pruebes que engancha" como claim, es exclusivamente delivery pero viene con fuerza (seis locales en Madrid) y con un catálogo de platos de lo más variado. No se casa con una gastronomía concreta sino que trae pildorazos de las más populares entre la comida a domicilio. Hay platos de las cocinas española, americana, italiana y varios guiños healthy. Vamos, te valen para un roto o un descosido, para cualquier velada con amigos en casa. Según ellos, son bocados interpretados con un punto canalla. Pero, bueno, no tanto. Eso sí, funcionan. Y puedes pedir desde una carbonara a unas costillar de cerdo ibérico con salsa casera (a elegir entre la Jack Daniels y la Chipotle BBQ), de una tortilla de patata (tienen casi media docena de versiones; sí, también con o sin cebolla) a un ramen de pollo asado. Uno de sus fundadores define así el concepto, que utiliza un packaging 100% plastic free y bolsas de tela reutilizables: "Nos gusta sentirnos los modernos más elegantes del barrio, porque aspiramos a trasladar la experiencia de un restaurante cool de la ciudad al salón de nuestra casa". 

El chef Misael Campuzano, junto a otros tres socios igualmente mexicanos, está detrás de la carta de este proyecto delivery que quiere ser tu refugio imbatible para ese día de resaca. Pero lo cierto es que sus deliciosos chilaquiles, el plato estrella -y con razón- de Malacopa, te valen para un domingo tirado en el sofá pero también para cenar un miércoles cualquiera; pensad que esto es un desayuno en México. A este icono que sabe mejor si se comparte, le podéis sumar varios tacos (atención a la original versión que lleva el nombre de este sello de comida a domicilio), un caldo tlapeño (mucho más que un reconstituyente), una quesadilla solitaria y el clásico tres leches de postre. Para regarlo todo tienen distintas salsas dependiendo de tu afición por el picante. Un auténtico festín para la post-fiesta. Están en Uber Eats, Just Eat y Glovo.