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Dónde comer muy bien (y para todos los bolsillos) de menú del día

A la hora del almuerzo cada uno tiene sus favoritos o tira de lo que le pilla a mano pero si tenéis que buscar, estos sitios no fallan

Gorka Elorrieta
Escrito por
Gorka Elorrieta
Colaborador
Claudia González Crespo
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Mediodía. Pausa para comer. Hay decenas de opciones de menú del día en cada barrio, centenares de pizarras con platos y precios repartidas en las calles de Madrid. Cada uno tendrá el suyo bajo la oficina o a un paso de casa. Aquí os recomendamos restaurantes y locales de confianza donde podréis comer casero y sin rascaros el bolsillo. De esos sitios que se convierten en tu segunda casa. A veces no es fácil hacerse un hueco pero mesa (casi) siempre hay. Otro asunto es que si llegáis tarde algún plato ya haya volado. Cosas del menú. 

RECOMENDACIÓN: Los restaurantes de moda ahora mismo en Madrid

  • Restaurantes
  • Mediterránea

Frente al mercado de Antón Martín, Lola regenta el Lugarcito, un bar – casa de comidas que además de raciones, pinchos de tortilla o platos principales ofrece un menú diario de comida casera, nutritiva y elaborada con mucho cariño. Su propuesta del día, que puede tanto pedirse para llevar como disfrutarse en el propio local, da siempre opciones para tomar una sabrosa sopa o crema vegetal (fría o caliente en función del momento del año) y, después, continuar con un segundo plato más contundente que suele llevar una proteína e hidratos y, en muchas ocasiones, incluye también verduras. La propuesta va cambiando, aunque hay clásicos de la casa, y siempre se puede elegir entre varias opciones. No incluye bebida ni postre, que pueden adquirirse por un suplemento.

  • Restaurantes
  • Española
  • Chamberí
  • precio 2 de 4

Este restaurante, situado en una de las calles más animadas del barrio de Chamberí, es todo un referente cuando lo que se busca es cocina de toda la vida. Con un excelente producto de mercado, lleva más de 30 años ofreciendo su buen hacer a la clientela que quiere comer como si lo hiciera en su propia casa. Su menú del día es famoso, sobre todo los miércoles de cocido.  Incluye, primero, segundo y postre (con dos o tres opciones a elegir), pan, café y una bebida. Todo 100% casero. Encontraréis platos como puerro a la vinagreta o fabada para empezar y, de segundo, un escalope de ternera o una caballa encebollada. Ese es el plan.  

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  • Restaurantes
  • Mediterránea
  • Barrio de Salamanca
  • precio 3 de 4

Ahora lo sirve en TerZio, el hermano pequeño de Treze. “Hay quien desprestigia el menú. A mí me gusta hacerlo, cambiarlo a diario. Es un complemento, claro, pero da ambiente al local y ayuda a pagar facturas. Eso sí, se trata de que resulte algo casero y rico. Si hay más lata que cocina, el asunto se complica. Y aquí se cocina”, dispara Saúl Sanz, un tipo sereno, afanoso y práctico, un chef de raza. El precio es ya seña de identidad de la casa. Han pasado muchos años y un par de mudanzas y no se han bajado del burro ni se han subido a la parra. “Llevamos años con la fórmula de un plato con tres tapas, segundo a elegir (carne, pescado y pasta o arroz) y postre. Costó pero al final la gente está contenta. Es más divertido abrir con varios bocados diferentes (ensalada, tosta y alguna fritura) que con unas lentejas”. Alguno hace pleno muchas semanas. Razones sobran.

  • Restaurantes

Seguro que, antes o después, alguien te ha hablado y recomendado el menú del día del restaurante Nantes, en el madrileño barrio de Legazpi y que toma su nombre de la variedad de zanahorias que Alex Atienza, su cocinero, veía cultivar a su abuelo en la huerta de chiquillo. Disponible de lunes a viernes a mediodía, todas sus elaboraciones son de cocina tradicional, sabrosa, variada y que da a elegir entre cuatro entrantes, cuatro principales y cuatro postres, a los que se suman bebida y postre incluidos en el módico precio de quince euros. Una joyita para repetir y repetir.

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  • Bares y pubs
  • Barrio de Salamanca
  • precio 2 de 4

Lo confirma Teresa. Antes –hace tres años hicieron reforma, aumentaron espacio y abrieron una terraza en una entrada del mercado–, ocurría a menudo pero “ahora es más raro que compartan mesa un ejecutivo trajeado y un albañil de alguna obra cercana”. Aunque sus tortillas son universalmente conocidas, el menú se erige como columna vertebral del negocio desde hace 30 años, cuando esto apenas era un bar que daba servicio a los puestos del mercado. “Ofrecemos unos diez primeros y segundos que cambian a diario pero también servimos algún plato fijo. Nuestro clásico, el arroz con bogavante, de los miércoles. El bacalao con tomate, los jueves. El cocido, los martes de invierno…”. No reservan y el tetris de mesas que organizan para que todos coman resulta digno de estudio. “Somos lo que somos por los clientes. Son nuestra esencia. Damos un menú económico pero nuestra exigencia en el trato es máxima”, anota.

Casa Felisa
Casa Felisa

6. Casa Felisa

Casa Felisa, el restaurante alojado en las entrañas del Hotel Urso, también tiene algo que decir en lo que respecta a las ofertas de menú del día apetecible y de calidad. De lunes a viernes a mediodía tiene una propuesta en la que se cuelan algunos de los platos habituales que puedes encontrar en su carta junto a elaboraciones preparadas especialmente para este formato, siempre en una línea de cocina reconocible y tradicional con toques que la actualizan aquí y allá. Y dado que su contenido cambia cada dos semanas… ¡es imposible aburrirse! Irás por el menú y volverás, además, por lo agradable de su ambiente y la belleza del espacio, de interiorismo cuidadísimo.

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  • Restaurantes
  • Comer

Los alrededores de Plaza de España no dejan de recibir nuevos inquilinos donde comer y beber. Hace unos días abrió Martín Berasategui una taberna después de haber cogido las riendas del prestigioso El Club Allard para reverdecer sus laureles en el escenario de la alta cocina madrileña. Y ahora acaba de desembarcar el sello Saona, con su popular modelo de restaurante, de aires mediterráneos e interiorismo acogedor.

Petramora
Petramora

8. Petramora

¿Comer rico y sano en el interior de un precioso colmado? Definitivamente sí, en la tienda de Petramora en el número 40 de la calle Barquillo. Este espacio, reformado con muchísimo gusto, no es solamente el lugar perfecto para hacer una compra de calidad y volver a casa con la bolsa llena. En su mostrador, además del producto habitual, podrás encontrar una fórmula de menú diario con platos de Olivia te cuida, que puede disfrutarse al completo (proteína, ensalada, grano y verduras), en versión vegetariana (ensalada, grano y verduras) o con opción de medio menú. Además, puedes añadir una crema de temporada como complemento y, sea cual sea tu elección, tienes la opción de llevártelo contigo o quedarte a comerlo allí mismo, en una de las mesas altas disponibles en el propio establecimiento. Un plus: también está disponible los sábados.

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  • Restaurantes
  • Española

Casa Fidel es uno de esos restaurantes madrileños que deberíamos tener siempre en mente a la hora de comer rico y sano por un precio asequible en el barrio de Malasaña, en el que cada vez se complica más este tipo de opciones. Este clásico madrileño de cocina tradicional, de los de toda la vida, con su barra de aluminio y sus mesas de madera. A mediodía funciona como casa de comidas con un menú del día que se superpone a su carta y ofrece tres opciones de primeros, segundos y postres e incluye bebida. Si eres más de comer solo un plato, Casa Fidel también ofrece la opción de tomar solo medio menú.

Casa Orellana
Casa Orellana

10. Casa Orellana

Lo vais a encontrar en sus dos locales, tanto en el barrio de Salesas como en Chamartín. Disponible de lunes a jueves. Se compone de un plato principal, a elegir entre pollo a la parrilla con hierbas, codillo de cerdo al tomillo limonero, carrilleras de cerdo al curry rojo, picaña de ternera moruna a la parrilla o tataki de salmón marinado; y dos guarniciones, a elegir entre lechuga verde, pimientos rojos asados pilpileados, setas a la parrilla con "tximicurri" o ali oli, arroz blanco, patatas fritas de la abuela, brócoli frito con salsa de sésamo, ensalada de wakame y bereneja asada con yogurt especiado. Además, incluye servicio de pan y una bebida.

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  • Restaurantes
  • Mediterránea
  • Chamartín
  • precio 2 de 4

“Teníamos cierta seguridad y mucha experiencia pero también dudas. El menú exige un trabajo enorme, todo lo hacemos nosotros, y esto no es una versión pequeña o informal de Desencaja. Se trata una propuesta complementaria pero radicalmente distinta”, aclara Jesús, al frente de este recién abierto local que codirige junto a su hermano, el chef Iván Sáez. Eso sí, ambos espacios comparten despensa, lo que les permite trabajar y conseguir un género de primera para armar su minuta. “Ya ha venido mucha gente del sector por su cuenta que luego ha vuelto con la familia. Eso nos enorgullece”. Estos meses el menú resulta una ganga. Bebida (no una copa de vino sino una botella de un Rioja crianza), postre y, ojo, café. Id antes de que cojan carrerilla porque no reservan (“pensamos en el que viene a comer a diario”) y en cuanto se corra la voz será difícil encontrar un hueco.

Manolo 1934
Marcu Ovidiu

12. Manolo 1934

Pocos sitios pueden presumir de llevar casi 90 años al pie del cañón y mantener una clientela fiel. Ahora al frente está la cuarta generación. El secreto es continuar el legado familiar: trato amable y buen hacer en cada uno de sus servicios, desde el animado desayuno hasta la cena. En cuanto a la oferta gastronómica, ‘El Manolo’, como se le conoce en el barrio, es fiel a la rica cocina tradicional con guiños de todo el país y en especial a Galicia y Asturias. Puedes comer el menú en barra, en el comedor o en la terraza. El precio varía un poco. ¿Qué hay? De una crema de verduras con picatostes o un risotto de verduritas a, de segundos, un atún a la plancha con cebolla y tomate, un guiso de ternera con patatas o unos huevos fritos con patata panadera. De postre, varias opciones a elegir como un melocotón en almíbar o un arroz con leche.

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  • Restaurantes

El Grupo Larrumba se propuso traer un pedacito de Cuba a Madrid. El aire colonial es el hilo conductor de su decoración, que se complementa con una iluminación cálida y vegetación tropical. Dentro de su amplia oferta proponen un menú del día disponible de lunes a jueves, compuesto por un plato principal a elegir entre el pollito picantón asado al tomillo, el salmón al horno, las albóndigas veganas en salsa de tomate y la ternera asada; y dos guarniciones que pueden ser puré de patatas, arroz al vapor, patatas fritas, quinoa, verduras salteadas, lechuga y cebolla, boniato asado o ensalada de calabacín y tomates cherry. Una propuesta rica y saludable para disfrutar de la hora de la comida en el centro de Madrid.

  • Restaurantes
  • Mediterránea
  • Arganzuela
  • precio 2 de 4

“Quería algo pequeño, que pudiera llevar solo. No hay más que lo que ves. Ni almacén. Me obliga a trabajar la temporada, a tener producto fresco, vivo. Lo que se cocina se consume en un día. O dos. Marco mis raciones para el menú y, cuando se acaban, se acabó. Y estamos muy contentos. Hemos encajado muy bien en la zona. El otro día la terraza estaba completa y todos eran clientes”. Luis hacía 300 km diarios para dirigir a varios jefes de cocina hasta que se hartó de la carretera. Quería recuperar el pulso entre fogones, disfrutar de cierta improvisación; a primera hora de la mañana, después de responder a los mensajes de su pescadero, se acerca al mercado para ver qué le llama o qué le recomiendan. De ahí sale un menú tirado de precio para la calidad y el esmero. “Los costes de los platos están pero regalo mi trabajo. Sacrificas por un lado para ganar por otro. Prefiero ver las mesas llenas”. Un bar de barrio, gustoso y diferente.

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  • Restaurantes
  • Mediterránea
  • Lavapiés
  • precio 2 de 4

Buen pan y mantel de papel. Con eso queda dicho todo. Miguel, cocinero autodidacta desde hace 25 años, cuida su menú, escrito a diario en la pizarra de su agradable y bullicioso comedor, como un hijo. Llevan juntos y en el mismo espacio alrededor de tres lustros. Por eso, en el goteo incesante de cada mediodía, muchos de los comensales le saludan amistosamente mientras se sientan. “Hay clientes que vienen desde el principio y presumen de ello”, apunta. El secreto de su permanencia es no bajar la guardia, proveerse de puestos y tiendas del barrio y ser fiel a la temporada. En verano lucen sardinas parrochas y bonito igual que en otoño brilla la cuchara. “Bueno, la cuchara hasta en verano. Ahora cuento con un proveedor fantástico de legumbres de León que estofadas con ajo y pimentón del bueno son geniales”. Es capaz de convertir un pisto manchego con huevo en algo emocionante. Cosas de familia. “Mis abuelos regentaban la cantina del pueblo y mi padre siempre ha sido muy aficionado a Néstor Luján y otros grandes gastrónomos”.

  • Restaurantes

Entre sus propuestas cuenta con un completo menú del día, disponible de lunes a viernes. Para empezar, propone platos como las lentejas estofadas o la ensalada de champiñón y bacon, como platos principales ofrece opciones como las albóndigas de carne con puré de patatas o el salmón en papillot con verduras y finalmente, postres como el yogur con miel o la macedonia. Un menú del día que ofrece numerosas opciones que van variando cada semana.

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Hermanas Arce
  • Restaurantes
  • Mediterránea
  • Chueca
  • precio 2 de 4

“Ver que alguien viene dos o tres veces por semana es como si en lugar de vivir en una ciudad estuviésemos en un pueblo y fuésemos una gran familia. Se crean vínculos. Acabas conociéndoles a ellos y ellos a ti”, comenta Ana. La cocina es su territorio. El de Elena, la sala. Pero nada sale si no suma el visto bueno de ambas. Y lo que llega a la mesa, profundamente mediterráneo y armónico, no puede resultar más sabroso. Cada bocado es un haiku. “Hay platos que gustan y vamos repitiendo pero diariamente cambiamos el menú. Entre semana hay opciones para compartir y algún principal por si vienes solo”. Este mes seguirán por la senda  de los platos ligeros que cederán ante los guisos cuando entre el frío. “Intentamos hacer todo nosotras, incluido el pan y lo dulce. Casero y sin complicarse la vida. Sencillo pero interesante”. Un rincón diáfano y apacible donde encerrarse.

  • Bares y pubs
  • Taberna
  • Malasaña
  • precio 2 de 4

Pepe Roch, siempre amable y tenaz, no para. Gestiona varios restaurantes y a menudo lamenta no tener más brazos que un pulpo. Por eso habla claro y directo: “No seremos un referente gastronómico pero creo que la gente se lo pasa bien. Ofrecemos un buen servicio y buscamos sorprender no por la originalidad sino por la calidad y el buen hacer”. Los martes imprimen y exhiben todas las minutas de la semana, trabajan con producto fresco, muchos platos se elaboran de víspera (“el mayor peligro de un menú es hacerlo rápido, no concebimos unas legumbres hechas por la mañana o una salsa de tomate elaborada en el día”) y el habitualmente más apreciado género de la carta, sea el bacalao de Giraldo o un pollo picantón, se filtra en el menú con otra apariencia. Ah, y cierran con un postre casero (“procuramos evitar el recurso fácil del helado o la pieza de fruta”). Las raciones son generosas y, si os descuidáis, os sale un menú kamikaze, de digestión larga. Lleno diario, ambiente familiar y solo doblan mesas de manera natural. Un comedor para estar muy a gusto. 

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La Cantina de Mama Campo
  • Restaurantes
  • Española
  • Chamberí
  • precio 2 de 4

“Me han pedido la receta”, salta un camarero. Habla de la crema fría de remolacha, una de las tres opciones para elegir ese mediodía entre los primeros. Aún es tiempo de estas sutilezas culinarias y aún lo es más de su terraza bajo los árboles. En la cantina, plan B de Mamá Campo pero semejante línea de acción (producto de cercanía y sostenibilidad), no es raro acabar en una lista de espera. Porque no reservan y porque quieren ofrecer un buen servicio y que todo salga como tiene que salir. Nacho Aparicio, uno de sus propietarios, confiesa que empezaron despacio con el menú –“por la zona hay mucha gente, mucha oficina, pero no confiábamos demasiado”–, pero ahora dan alrededor de 120 cada día. Y cada día cambia la propuesta. Humilde pero sápida. Siempre dejan espacio para una opción vegetariana en esa clásica fórmula para los segundos de carne, pescado y arroz o pasta. Y en la copa, un vino ecológico.

  • Restaurantes
  • Cocina creativa
  • Chamberí
  • precio 2 de 4

Este verano el restaurante de Gabriel, Vicente y Carlos cumplió un lustro, mayoría de edad en nuestro volátil panorama gastronómico. Aún siendo un referente ya, basta ver el archivo de pegatinas de distintas guías que cubre su puerta, han vuelto al menú del día (“2018 fue raro para el sector, con muchos altibajos, y lo recuperamos para tener un atractivo más y porque a la gente le gusta ver movimiento”). El pan lo traen del obrador San Francisco y siempre abren con un aperitivo, que envía una atractiva promesa nada más sentarte. Aceite de huacatay, salsa hoisin, alguna espuma, algún maki... El día a día –ellos mantienen una propuesta fija semanal “por espacio y logística”– da pistas de la línea argumental de su trabajo, su fusión Asia–Latinoamérica, que en carta juega con mejor producto y alcanza mayores cotas. Pero la atención en sala no hace distingos y las presentaciones asoman dos cuerpos por encima de la media en esta categoría.

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Casa Filete
  • Bares y pubs
  • Taberna
  • Conde Duque
  • precio 1 de 4

Facebook una foto simpática de algún cliente con los platos del día. Ahora que la imagen es todo, y algunas de las suyas recuerdan aquellas del Café Lehmitz de Anders Petersen, su imán funciona. Laura, Chema y Germán rescataron el Recio, epítome del bar castizo, de la creciente gentrificación a golpe de cañas, filetes rusos y exposiciones temporales. En ese ecosistema hierven lentas desde hace casi cuatro años las ollas de Amparo, que prepara una tarta de queso famosa ya en el barrio. “La fruta nos la traen de Mercamadrid pero compramos dos o tres veces por semana y siempre en mercados –Maravillas o Los Mostenses–”, subraya Germán. Los miércoles, cocido para el que conviene reservar, y los viernes, cachopo. Todo en un menú del día con la mejor banda sonora de la ciudad.

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