1. Cocido, el más castizo
No hay un plato más castizo que el cocido madrileño. Nosotros nos quedamos con el de La Bola Taberna, por tradición, sabor y experiencia. Sigue regentada por la misma familia que la fundó en el siglo XIX y continúan elaborando este guiso de forma tradicional, que solo sirven a la hora de la comida y tras cuatro horas de cocción con carbón de encina en pucheros de barro individuales. Servido en dos vuelcos, el primero sirve el caldo para los fideos de la sopa y el segundo vacía el puchero de repollo, garbanzos, morcillo, jamón, tocino y chorizo. Sin embargo, hay otros restaurantes de Madrid donde igualan (e incluso superan) la calidad de este cocido, como el de Lhardy, Malacatín, Viridiana, donde solo se sirven por encargo o Casa Carola, que cumple 25 años. El cocido de autor de Juanjo López en La Cocina de Frente, en el que colaboran otros grandes chefs españoles cada cierto tiempo, también es imprescindible. Y no os perdáis el del lujoso hotel Mandarin Oriental Ritz acaba de incorporar esta elaboración tan castiza a la carta de su Palm Court, bajo la cúpula de cristal y en refinadísimo formato.