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Lo japonés mantiene su pujanza en Madrid. No solo por la constante apertura de restaurantes de sushi, alguno de ellos recién galardonado con una estrella Michelin, y ramen, sino por las apariciones periódicas de creaciones que nos llegan de un mordisco al país asiático. Hace unos pocos años abrió Sufu Cake en el barrio de las Letras, unas calles convertidas ya en la Meca de la coctelería en Madrid. Y a finales del año pasado, bajo el sello de Umiko, nació Umikobake, el templo de los mochis en la capital. Ahora os traemos una nueva pista para kawaii lovers.
Con una entrada que no pasa desapercibida (ese verde pistacho brillante), en el corazón de Chueca (Augusto Figueroa 22) acaba de levantar la persiana Macayaki. Un microlocal, apenas un dispensario como lo fueron en su día éxitos como La Pollería y La Coñería. El mismo triunfo busca y espera tener a sus puertas este nuevo establecimiento abierto justo para la temporada de compras en el centro por Navidad. Al frente se encuentra Paloma Díez-Hochleitner. Vale, el nombre no os dice nada pero ha trabajado en la partida dulce en restaurantes de talla de El Club Allard, Santceloni o Kabuki Wellington (ahora Ricardo Sanz Wellington) y ha pasado una temporada en el departamento de I+D de la prestigiosa pastelería Angelina de París.
Este original dulce, con corazón francés (macaron) y una esponjosa cobertura que recuerda a otros iconos japoneses, se sirve caliente. No es un chocolate con churros pero esa temperatura ahora mismo reconforta y apetece. Una merienda de múltiples sabores para su interior como para la masa (matcha, vainilla o chocolate) y, si quieres, varios toppings a elegir.
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