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El mapa de Madrid no deja de cambiar. Ya sean ambiciosas obras como el futuro Parque Castellana o proyectos como la apertura de nuevos parques y reformas en plazas, la capital evoluciona año tras año. Pero, ¿cómo era hace más de 150 años? Estas respuestas se pueden encontrar en la maqueta de Madrid del ingeniero militar León Gil de Palacio, una pieza realizada en el año 1830, y esencial a la hora de conocer la geografía histórica de la capital durante los tiempos de Felipe IV, anterior al proyecto de ensanche de la capital.

Vuelve esta pionera maqueta de Madrid
A finales de 2024, el Ayuntamiento de Madrid puso en marcha unos trabajos de restauración de este histórico documento cartográfico. El proyecto, que ha supuesto una inversión de 90.000 euros, ha incluido una limpieza integral de la maqueta, la sustitución de la antigua urna expositiva por una nueva estructura que garantiza su conservación preventiva, así como una nueva iluminación museográfica. Además, se ha rediseñado el espacio expositivo para ofrecer un recorrido perimetral más fluido y accesible, con una rampa para personas con movilidad reducida.
La maqueta volverá a exhibirse al público a partir del viernes 15 de agosto, coincidiendo con la festividad de la Virgen de la Paloma, en una nueva ubicación dentro del Museo de Historia, que permitirá mejorar su visibilidad y accesibilidad.
Para realizar la maqueta, de tres metros de ancho por cinco de largo, León Gil de Palacio observó la ciudad desde la atalaya de la Torre de Santa Cruz, documentándose en varias planimetrías de Madrid y contando con la ayuda de un equipo de topógrafos y carpinteros, al igual que materiales como madera, resina, estaño y plomo. En el detallado proyecto se pueden apreciar espacios como la casa de las siete Chimeneas, la calle de Alcalá, la calle de Toledo, el Paseo del Prado, la calle de Fuencarral, Atocha, la calle de San Bernardo o el Retiro, entre muchos otros

Arrancan las obras de restauración de esta histórica estatua en Madrid
Ubicado a las puertas del Museo del Prado, el Monumento a Velázquez ha vivido más de 120 años a la intemperie. Así, la Dirección General de Patrimonio Cultural y Paisaje Urbano ha puesto en marcha una intervención integral de conservación y restauración, con el objetivo de conservar el grupo escultórico en bronce, su pedestal de piedra caliza y la base de granito.